Macroeconomía
En medio de la guerra comercial, el aniversario del Tratado de Libre Comercio con EE. UU. llega con cifras positivas y un sabor agridulce
El próximo 15 de mayo será el aniversario del acuerdo firmado con el principal socio comercial del país.

A pesar de la guerra comercial que ha marcado las relaciones económicas globales en los últimos meses, no se puede pasar desapercibido el día en que se conmemora la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y su principal socio comercial, Estados Unidos.
El 15 de mayo se convirtió en una fecha importante para el comercio exterior colombiano, pues marcó el inicio de una nueva etapa en la relación bilateral, con oportunidades y desafíos para ambos países.
Diseñado para derribar barreras comerciales y fomentar el comercio, el TLC ha pasado a un segundo plano, en medio de los problemas comerciales desatados con el cambio de gobierno en Estados Unidos. No obstante, en el tiempo que ha transcurrido desde su entrada en vigor, la variación de empresas exportadoras es del 30 %, al pasar de 1962 compañías a 2.551, es decir, 589 nuevas.

En los 13 años de este acuerdo, se dio un incremento del 39,1 % en la cantidad de subpartidas exportadas por Colombia, y aunque destacar este crecimiento es fundamental, también es importante mencionar que, al comparar este con otros acuerdos comerciales más antiguos o recientes han mostrado un desempeño más dinámico en expansión exportadora.
“A manera de balance del TLC, del lado colombiano, aunque los bienes minero energéticos han perdido terreno, vemos que los no minero energéticos han tenido un desempeño importante, con sectores ganadores por el lado de agro y manufacturas, especialmente los demás azúcares de caña o de remolacha, hierbas aromáticas, limón Tahití, filetes de tilapia, uchuva, aguacate Hass, puertas y ventanas, transformadores de dieléctrico líquido, y tarjetas inteligentes”, manifestó Javier Díaz Molina, presidente ejecutivo de Analdex.
Dentro de los desafíos actuales, está el 10 % de aranceles y el hecho de que no se vaya a quitar del todo, por el contrario, van a hacer algunos grupos de productos específicos los que queden exceptuados.

De acuerdo con Diaz, se espera que esto suceda con Colombia, ”aunque nos han dicho que el país no ha presentado una propuesta formal de negociación hasta el momento. El TLC actualmente sufre esta guerra comercial, porque el argumento de seguridad nacional se ha impuesto por encima de todo”, asegura.
Además, hace énfasis en el cuidado que se debe tener y el trabajo que se debe emplear en “solucionar todos los irritantes” para no caer en un tema arancelario más crítico. Así mismo, menciona la especial atención que se le debe prestar la certificación de la lucha contra el narcotráfico y que no es el mejor momento para realizar la adhesión de Colombia a la iniciativa de China de La Franja y la Ruta.
Por otro lado, la canasta de importación de bienes estadounidenses se evidencia en 15 productos principales como derivados del petróleo, maíz y bienes de alto valor agregado como aviones o medicamentos.

Dentro de los productos importados que representan insumos clave para la industria alimentaria y agropecuaria en Colombia están los derivados de la soya y el maíz duro amarillo, el cual evidencio un crecimiento del 44, 2 % en sus importaciones desde Estados Unidos. Durante el pasado año, este alimento alcanzó una participación del 8% dentro del total importado desde ese país, consolidándose como uno de los principales productos en la relación bilateral.
Evidentemente, Estados Unidos sigue siendo un socio comercial fundamental, en la importación de bienes de consumo de capital y materias primas, como resultado, cualquier variación en sus precios internacionales o en las condiciones comerciales como aranceles, restricciones logísticas o tipos de cambio tiene un efecto directo sobre el costo de vida de los colombianos.