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El costo de vida más alto del siglo ya no es solo por alimentos, ¿por qué es más riesgoso para los hogares?
Tasas de interés siguen subiendo, pero el mismo ministro de Hacienda designado por el presidente electo dijo que eso no serviría de mucho para frenar la escalada de la inflación, ¿Por qué?, ¿Para dónde vamos?. El Banco Central dio señales en las Minutas de su reciente junta.
El horizonte no está tan diáfano para los hogares colombianos que, con su consumo, son los que tenían a la economía por una senda boyante que podría encontrar muchos tropiezos en el corto y mediano plazo. Si no hay consumo, porque a las familias les resulta más costoso adquirir los productos y los salarios ya no alcanzan porque los incrementos aplicados ya se los tragó la inflación, el freno podría venir para el crecimiento de la economía y, por esa vía, todo el naipe queda tambaleando: menos generación de empleo; menor consumo; si no hay consumo las empresas producen menos y así sucesivamente.
Esa señal de ‘peligro’ está y debe ser tomada en cuenta para orientar las políticas internas -en la medida en que se pueda- puesto que el entorno internacional, que es difícil de controlar, es el que más está presionando las situaciones que se presentan con la inflación global y la amenaza de recesión mundial por diversas causas que se han ido juntando.
El costo de vida más alto del siglo
Lo cierto es que la inflación registrada en Colombia en junio, según informe presentado por el Dane, fue de 9,67 %, una cifra muy por encima de los pronósticos de los analistas. Inclusive, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, ha dicho que la de julio podría ser de dos dígitos si las cosas marchan como hasta ahora. en ese contexto, el país está atravesando por el camino más tortuoso en costo de vida, en lo que va del siglo.
Peor aún es que, en el sexto mes del año, la inflación tiene un agravante: ya no es por los alimentos, sino por vivienda, servicios públicos y otros costos para los hogares. Mucho tiene que ver la amenaza de recesión mundial y el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que -de paso- evidencia lo mal preparados que estamos en seguridad alimentaria.
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¿Qué riesgos tiene todo eso?
Cuando la inflación sube por el alto costo de los alimentos, se sabe que la situación será transitoria, pues cuando vengan las grandes cosechas de los productos de la temporada, como ocurrirá ahora en las siguientes semanas, todo volverá a balancearse. Pero la inflación sube por otras causas.
Por un lado está el precio de la vivienda (tanto el arriendo como los créditos que están pagando los colombianos propietarios). Esto se debe, según los analistas, a una recuperación de precios después de lo que se perdió en pandemia, cuando se aplicaron ‘sacrificios’ (no aumentos y en muchas ocasiones, hasta rebajas), por parte de los arrendatarios (por ejemplo), para no dejar ir al inquilino, lo que hubiera traído mayores pérdidas a los que devengan un ingreso por esa vía y hubiera golpeado más a los negocios que dependen de un local en arriendo.
También están caros los servicios públicos, un componente que ejerce fuerte presión sobre el gasto de los hogares.
El gran problema es que estos incrementos no son transitorios como los precios de los alimentos, lo que hace que se vislumbre un escenario de inflación que no será tan pasajero como quisiera el Banco de la República, que ha venido aplicando un ajuste a las tasas de interés, como parte de la política monetaria, para desestimular la toma de créditos por parte de las familias, para abastecer sus despensas y hacer los consumos necesarios en un hogar.
¿Qué dice el Banco Central?
En las Minutas del Banco de la República, que son un desarrollo al detalle de lo ocurrido en la junta de los codirectores del Emisor, donde tomaron la decisión de subir las tasas de interés en 150 puntos básicos, hasta dejarlas en 7,5 %, se ven señales de lo que puede venir.
Según expresaron los integrantes de la junta en las Minutas, “reflexiones individuales de los directores de la Junta coincidieron en señalar diversos factores que justifican un ajuste de mayor magnitud en la tasa política”. De hecho, aunque en el la rueda de prensa posterior a la culminación de la reunión de los expertos, Leonardo Villar, gerente del Emisor, dijo que no se comprometían a decir si subirán o no de nuevo las tasas de interés en una proporción tan alta como la aplicada en junio, los analistas de mercado estiman que el panorama daría para volver a subir otros 150 puntos.
José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda designado por el presidente electo Gustavo Petro, dijo recientemente en entrevista con SEMANA, que estima que en el corto plazo no se puede hacer mucho más por el tema de la inflación. “El propio aumento de la tasa de interés por parte del Banco de la República va a tener un efecto limitado, porque el problema de la inflación en curso es más de oferta que de demanda. Es por la oferta de algunos bienes: los combustibles, los precios de los alimentos, los fertilizantes. Productos que están aumentando mucho por la invasión de Rusia a Ucrania, fuera de la tendencia al alza que ya traían desde fines del año pasado. Ese fenómeno de oferta es difícil de controlar y la tasa de interés afecta la demanda”.
En las Minutas, más allá de destacar los elevados niveles de la inflación, los directores resaltaron que “las expectativas de inflación que provienen de las diversas encuestas han subido de manera importante, aumentando el riesgo de desanclaje de las mismas”.
Los codirectores del Banco de la República volvieron a detallar el dinamismo que viene mostrando el crédito de consumo, lo que “sugiere que la moderación del gasto de los hogares podría verse postergada, lo que contribuiría a prolongar los excesos de demanda de la economía”.
Ojo al dólar
También advirtieron sobre “los efectos inflacionarios que se podrían derivar de la depreciación reciente del peso frente al dólar como consecuencia fundamentalmente del ajuste que se viene observando en la política monetaria de los Estados Unidos y que se anuncia en la Unión Europea, lo que ya se ha reflejado en aumentos importantes de las tasas de interés a plazo en los mercados financieros globales”.
En otras palabras, mucho de la situación con el alto costo de vida podría ser incontrolable solo con políticas internas.