Estados Unidos
“Colombia tiene que estar abierta a aprovechar las oportunidades”: María Claudia Lacouture frente a la llegada del nuevo gobierno Trump
Con el lema de ‘America First’, Donald Trump regresa a la Casa Blanca en medio de un escenario de desafíos geopolíticos. El comercio tendrá un papel central en su estrategia de gobierno. Incertidumbre por la posibilidad de poner impuestos a las remesas.
Colombia inicia 2025 en un escenario de fragilidad económica y grandes desafíos, pero también con la esperanza de aprovechar oportunidades estratégicas en el comercio internacional. Así lo señaló María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham), quien destacó la necesidad de adoptar un enfoque pragmático y orientado a resultados.
En 2024, mientras las exportaciones globales del país decrecieron un 1 %, las dirigidas a Estados Unidos crecieron un 8 %, impulsadas por productos como café, flores y banano. Este mercado, que representa el 28 % de las exportaciones totales del país, es también origen del 42 % de la inversión extranjera y del 53 % de las remesas, que se consolidan como el tercer renglón de exportación.
La estrategia de Trump se centra en tres pilares: la defensa de la producción nacional, el control de la migración y la seguridad. Estos ejes convierten al comercio en una herramienta clave para proteger los intereses domésticos de Estados Unidos.
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Entre las medidas más discutidas está la posible implementación de un arancel universal del 10 %, que afectaría productos colombianos que hoy cuentan con beneficios arancelarios bajo el tratado de libre comercio (TLC). Este impacto sería particularmente significativo para sectores como el café, que ya enfrenta aranceles entre el 5 y el 20 %, y el banano, con tasas del 15 %.
A pesar de estos riesgos, Colombia tiene ventajas comparativas frente a competidores como China y México. Según un análisis de ventaja comparativa revelada (VCR) realizado por AmCham, Colombia supera a China en 101 partidas en el mercado estadounidense, incluyendo textiles técnicos, carbón y derivados agroindustriales. Además, las tensiones comerciales han generado 43 nuevas oportunidades para productos colombianos, especialmente en plásticos reciclados, químicos especializados y maquinaria eléctrica.
En el sector servicios, el país también tiene grandes posibilidades de expansión. Estados como California, Texas y Nueva York demandan soluciones tecnológicas, desarrollo de software y soporte técnico, que departamentos como Antioquia, Bogotá y Cundinamarca pueden proveer. Por otro lado, el turismo, que creció un 9 % en 2024, sigue siendo un motor clave para la economía colombiana, mientras que servicios creativos como diseño gráfico y producción audiovisual encuentran mercados atractivos en Florida y Nueva York.
La agroindustria es, para AmCham, uno de los sectores que tiene más oportunidades. Departamentos como Meta, Huila y Magdalena se destacan por su capacidad para exportar productos innovadores como derivados del arroz, pescado y frutas procesadas. En minería, Colombia tiene una oportunidad única con minerales estratégicos como el carbón y las esmeraldas, aunque las decisiones internas han limitado su competitividad en este sector frente a países como México y Canadá.
Durante su intervención, Lacouture destacó que la pérdida de competitividad en sectores como minería y petróleo pone al país en desventaja frente a mercados globales con alta demanda. “La inversión extranjera ha estado históricamente concentrada en minería, hidrocarburos e infraestructura, sectores de los que Colombia se ha retirado, mientras otros países avanzan”, señaló.
Con eso, insistió en que, de existir las oportunidades, el país no debería titubear, sino trabajar activamente en aprovecharlas.
Con eso dicho, el impacto que la política de ‘América Primero’ podría tener no se limita al comercio de bienes. La posibilidad de que Trump imponga un impuesto a las remesas, que representan un ingreso vital para miles de familias colombianas, también genera incertidumbre. Además, la migración y la seguridad seguirán siendo temas centrales en la relación bilateral, con posibles repercusiones en acuerdos existentes y futuros.
Entendiendo que las empresas son el motor para aprovechar las oportunidades comerciales y que ha sido su resiliencia la que ha dejado los buenos resultados, Lacouture destacó la relevancia de programas como el Pacto por las Oportunidades.
Esta iniciativa, que ya cuenta con la participación de más de 510 empresas interesadas en exportar a Estados Unidos, no solo identifica sectores estratégicos con alto potencial, sino que también ofrece apoyo en el cumplimiento de estándares técnicos y normativos exigidos por el mercado internacional.
De estar interesadas, las empresas pueden vincularse de manera gratuita, simplemente manifestando su interés a través de la Cámara Colomboamericana, que además brinda asesoría especializada y herramientas prácticas para facilitar su entrada al mercado estadounidense.