Finanzas
Así sería el presupuesto de muchos colombianos tras ajuste del salario mínimo 2025
Aunque el salario mínimo subirá a $1.623.500 en enero, las cuentas no cuadran: los gastos básicos continúan al alza y las empresas enfrentan mayores desafíos económicos.
En vísperas de Navidad, el presidente Gustavo Petro anunció un aumento del 9,54 % en el salario mínimo para 2025 tras no lograrse un acuerdo entre los diferentes gremios. Desde enero, los trabajadores que devengan este ingreso recibirán $1.623.500, cifra que incluye el auxilio de transporte.
Aunque el anuncio fue celebrado como uno de los ajustes más altos de los últimos años, las preocupaciones no tardaron en surgir. Además de que los gastos del hogar siguen siendo altos, los impactos de este aumento en la economía, como la presión inflacionaria y el encarecimiento del empleo formal, generan incertidumbre para millones de familias.
La alimentación seguirá encabezando la lista de gastos en los hogares. Para el próximo año, se estima que las familias colombianas necesitarán entre $700.000 y $900.000 mensuales para llenar la nevera. Esto representaría más de la mitad del salario mínimo, y no es un rubro negociable. El costo de los alimentos básicos, como el arroz, los huevos o la carne, ha aumentado constantemente en el último año, dejando a muchos colombianos con pocas opciones para reducir este gasto.
Por otro lado, costos como el de la vivienda también subirán, ubicándose en un promedio de 600.000 a 900.000 pesos mensuales. Una cifra que podría ser mucho mayor en ciudades como Bogotá y Medellín, donde ya es difícil conseguir opciones por debajo de ese rango superior.
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Dentro de una coyuntura en donde recursos esenciales como el agua y el gas han enfrentado serios desafíos de suministro, las tarifas de estos servicios se han convertido en una de las mayores preocupaciones para los colombianos en 2025. El pago de estos básicos, que incluye agua, energía eléctrica y gas natural, se estima entre $150.000 y $250.000 dependiendo del estrato y la región. Sin embargo, estas cifras son solo un promedio que podría dispararse en cualquier momento. Por último, en cuanto al transporte, para aquellos que utilicen sistemas públicos, la cifra a pagar se cree que oscilará entre los 120.000 y 150.000 pesos.
Sumando estas aproximaciones del gasto básico, las familias colombianas necesitarán entre $1.570.000 y $2.200.000 al mes para cubrir sus necesidades esenciales. Es decir, que a pesar del ajuste al salario mínimo, muchas familias quedarán en déficit; una situación que las expone a reducir el consumo o incluso a recurrir a créditos informales como el gota a gota.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, destacó que el aumento del 9,54 % en el salario mínimo es uno de los más altos en términos reales en décadas, descontando la inflación esperada de 5,15 % para este año. Sin embargo, advierte que este ajuste también puede traer efectos secundarios, como el incremento de la informalidad laboral y una presión adicional sobre los precios. “Aunque el aumento es positivo para quienes ganan el salario mínimo, el costo del empleo formal se encarece, y eso podría complicar la reducción de la inflación”, explicó.
El ajuste del salario mínimo para 2025 es, sin duda, un paso importante. No obstante, en un contexto donde los precios de la canasta básica, los arriendos y los servicios públicos no dejan de subir, ganar más no significa necesariamente tener una vida más cómoda. Para la mayoría, el próximo año será otra prueba de resistencia frente a un presupuesto cada vez más difícil de cuadrar.