Comercio
Alto funcionario de EE. UU. señala graves implicaciones del acercamiento de Colombia con China
Mauricio Claver-Carone, enviado especial para América Latina en la administración Trump, dice cuáles países ganarían con la posible adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda.

La idea del Gobierno de Gustavo Petro para que Colombia se adhiera a la Ruta de la Seda, un programa global de China para fortalecer sus lazos comerciales con el mundo, no para de generar polémica.
A las alertas que encendieron los gremios económicos del país, que temen un impacto negativo sobre la industria y el empleo domésticos, se unió una de las voces más influyentes de la administración de Donald Trump en lo que corresponde a América Latina.
Se trata de Mauricio Claver-Carone, el enviado especial de la Casa Blanca para la región, quien tras conocer de la intención del Ejecutivo colombiano no dudó en asegurar que “el acercamiento del presidente Petro con China es una gran oportunidad para las rosas de Ecuador y el café de Centroamérica”.
Su declaración se fundamenta en que, desde el inicio del gobierno de Trump, se ha buscado reducir la influencia de China a nivel global, especialmente en América Latina. Uno de los aspectos que generaba mayor descontento en la Casa Blanca era la presencia china en el Canal de Panamá, lo que llevó al expresidente a amenazar con retomar el control de esta estratégica vía marítima.

Sin embargo, luego de negociar con las autoridades panameñas, Trump y sus funcionarios no solo consiguieron que los inversionistas chinos no siguieran en el canal, sino que también le pidieron al vecino país retirarse de la Ruta de la Seda.
Esta consiste en un proyecto global que lanzó China en 2013, el cual busca mejorar la conectividad y la cooperación entre Asia, Europa, África y otros continentes a través de inversiones en infraestructura, comercio y desarrollo económico.
Se estima que unos 140 países se han sumado a la iniciativa, de los cuales 21 están en América Latina, entre ellos Panamá, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Chile, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Perú, Nicaragua y Argentina.
Los gremios colombianos como la Andi, Analdex y AmCham han advertido que la adhesión a la Ruta de la Seda no solo es inoportuna dada la incertidumbre arancelaria que existe actualmente, sino que también puede ser peligrosa para el país.

Señalan que muchos países hoy están tratando de librarse o al menos de reducir las nuevas tasas arancelarias de Estados Unidos y que Colombia no queda bien queriendo favorecer a China en el comercio internacional.
“En especial porque ese país apenas nos compra 2.000 millones de dólares en materias primas, mientras que Estados Unidos nos compra productos de todo estilo. Colombia tiene que tomar una decisión muy seria alrededor de cuál va a ser su estrategia internacional y aclarar quién realmente es nuestro aliado y quién solo está buscando acceder a nuestro mercado”, puntualizó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Javier Díaz, presidente de Analdex, añadió que la adhesión al programa chino tiene muchos riesgos, entre ellos, el hecho de que China no es una economía de mercado, sino una economía centralmente planificada que maneja subsidios y devaluaciones que le pueden causar mucho daño al relacionamiento exportador del país y a sus mecanismos de defensa comercial. Se podría terminar afectando fuertemente el aparato productivo nacional.