Monedas
Se incumple la regla fiscal, se anuncia nueva tributaria, sube la incertidumbre política, pero el dólar se mantiene estable. ¿Por qué?
La moneda lleva un mes por debajo de los 4.200 pesos.


El precio del dólar en un país es un indicador clave que refleja la confianza en la economía local, la inflación y el poder adquisitivo, así como la capacidad de una nación de conseguir divisas por exportaciones o por inversión extranjera. En Colombia la tasa de cambio ha sido una expresión de dichos elementos y, por eso, hoy muchos se preguntan por qué con varias noticias que generan incertidumbre global y local, la moneda estadounidense no ha subido más de precio.
En lo corrido de 2025, la cotización del dólar en Colombia ha bajado 261 pesos, con todo y que el año comenzó con un peligroso rifirrafe entre los presidentes Petro y Trump, este último encareció las exportaciones a Estados Unidos; al mismo tiempo que en el país se cayó y revivió la consulta popular, hay amenazas de una constituyente, a lo que se le suma un recrudecimiento de la violencia política.

Es más, desde el pasado 15 de mayo la divisa se encuentra por debajo de los 4.200 pesos y eso que a las noticias de orden público y políticas, se han sumado preocupantes anuncios económicos como la confirmación del Ministerio de Hacienda de que usará una cláusula de escape para incumplir la regla fiscal por tres años, que bajará su meta de recaudo de impuestos y que para compensar planea una nueva reforma tributaria.
Los expertos en temas cambiarios siempre han explicado que la tasa de cambio depende más de los factores externos, que de los internos y esta vez no ha sido la excepción.
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Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, dice que efectivamente el comportamiento de la tasa de cambio en Colombia está en este momento guiado, principalmente, por el debilitamiento general que experimenta el dólar frente a la mayoría de las monedas del mundo.
Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia de Alianza Valores y Fiduciaria, precisa que el dólar se ha desvalorizado 10 % frente a las principales monedas y que el peso colombiano en ese contexto no ha salido tan bien librado como otras monedas latinoamericanas. Acá la baja de la divisa ha sido de 5 % en el año, mientras que, por ejemplo, en Brasil y México también ha caído 10%. “Es decir, que la incertidumbre interna sí ha tenido impacto”, precisa.
En su concepto lo que ha ayudado a que no haya más devaluación ha sido la fortaleza de materias primas, aspecto en el que Latinoamérica es muy fuerte. A eso se suma la labor del Banco de la República, que al no bajar más sus tasas de interés ha neutralizado el riesgo país y la mayor incertidumbre. “Lo que hizo el Banco de la República este año sencillamente fue decir que mientras no se logre una senda fiscal razonable, cambia su senda de tasas de interés”, precisó.
Pérez, por su parte, opina que el precio del dólar se ha beneficiado de la continua confianza y las apuestas de los inversionistas extranjeros en el país. “Es decir, la llegada de inversionistas a Colombia todavía se mantiene, a pesar de toda la incertidumbre. Eso se evidencia en la compra de TES, seguramente por un tema de rentabilidad, dado que las tasas de los TES hoy están altas”, añade y señala que los inversionistas locales suelen ser más pesimistas que los externos, quienes están mucho menos preocupados con la situación actual.

Campos reitera que, si como lo anunciaron en el Ministerio de Hacienda, este año el país termina con un déficit del 7,5 o del 8 por ciento del PIB, seguramente el Banco de la República no va a bajar sus tasas de interés cuatro o tres veces, sino tal vez solo una o dos. “Yo creo que el Banco ha hecho el trabajo más duro de todos y es algo que no está haciendo el Gobierno: decidió sacrificar en tasas para mantener la estabilidad del dólar, con el fin de que este no termine afectando la inflación”, precisó.
¿Qué viene?
Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Aval Casa de Bolsa, considera, sin embargo, que aunque frente a monedas fuertes el dólar se encuentra en niveles de sobreventa, este ya habría incorporado gran parte del impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Por lo tanto, este factor, junto con la suspensión de la regla fiscal, que abre la posibilidad de una reducción en la calificación crediticia de Colombia por parte de las agencias calificadoras de riesgo, podría impulsar una nueva tendencia alcista del dólar en el país.
“Hay particular preocupación por lo que decida Moody’s, que es la única calificadora que mantiene al país en grado de inversión (Baa2), ya que una rebaja podría ocasionar salida de capitales de fondos pasivos que no pueden invertir en deuda high yield”, indica Ballén.
Adicionalmente, la presión a la institucionalidad por parte del presidente Petro, asociada a la consulta popular y eventuales cambios constitucionales, entre otros, seguiría afectando la confianza de los inversionistas y la certidumbre jurídica.

Piensa que un evento que podría generar presiones bajistas sobre el dólar es un cambio de tendencia política en las próximas elecciones presidenciales. El caso de Chile, que celebrará elecciones en noviembre de 2025, será un referente de lo que podría ocurrir en Colombia ante un giro político en marzo de 2026.
Por ahora, Ballén estima que el dólar en Colombia se mantendría este año por encima de los 4.000 pesos y por todo el contexto local e internacional podría subir a niveles de al menos 4.300.