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Innovar o parar: ideas para el próximo gobierno

El año pasado, el presupuesto nacional para CTI cayó 79 por ciento frente a 2023, al tiempo que los beneficios tributarios se redujeron a cero. Las empresas innovadoras quedaron sin el instrumento más valorado para financiar su transformación.

Bruce Mac MasterPresidente de la Andi
16 de agosto de 2025, 4:00 a. m.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA

En Colombia, innovar no es una moda ni una tendencia pasajera. Es propósito. Es estrategia. Es una apuesta de largo plazo que cientos de empresas han sostenido, incluso cuando las condiciones del entorno dejaron de acompañarlas.

En 2024, ocho de cada diez compañías innovaron con un objetivo claro: generar valor real a sus clientes. Y lo lograron. En medio de un año sin beneficios tributarios, sin presupuestos robustos y con señales institucionales confusas, la innovación empresarial alcanzó máximos históricos: el 17,1 % de las ventas provino de nuevos productos y servicios, y la inversión en CTI llegó a 9,3 % sobre ventas. No fue por estímulo. Fue por convicción.

Pero esa convicción necesita una contraparte. Necesita un Estado que no solo celebre la innovación en discursos, sino que la financie, la proteja y la potencie. Hoy, esa corresponsabilidad está en entredicho.

La adopción de la tecnología es una realidad que debe estar guiada por un compromiso firme con la sostenibilidad.
La inteligencia artificial y las tecnologías emergentes son motores clave para la transformación empresarial. | Foto: 123RF

El presupuesto nacional para CTI cayó 79 % frente a 2023. Los beneficios tributarios... se redujeron a cero. Por primera vez en una década, las empresas innovadoras quedaron sin el instrumento más valorado para financiar su transformación.

El impacto es profundo. El talento dedicado a innovación se desplomó de 27.578 personas a solo 19.625. Las áreas de innovación se cerraron. Y volvió a aparecer una alerta: la dificultad para acceder a fuentes de financiación se convirtió nuevamente en una de las principales barreras externas para innovar.

En contraste, el compromiso empresarial se mantuvo firme: 64 % de las empresas invierte en proyectos de CTI con universidades, fortaleciendo el vínculo entre ciencia y empresa. Esta es la ruta. Pero no puede ser una ruta solitaria.

Compañías del país y la región reportaron crecimiento en utilidades y ganancias durante el primer semestre de año.  Aducen el positivo balance a la solidez en el mercado nacional e internacional.
El análisis de datos y resultados es clave para impulsar la innovación y la competitividad empresarial. | Foto: 123 Rf

De cara a 2026, Colombia necesita retomar la senda en la innovación, liderado desde el más alto nivel del Estado. Y por eso, desde la Andi presentamos cuatro propuestas clave para el próximo Gobierno:

1. Recuperar y ampliar el presupuesto público para CTI

Meta histórica: que el 3 % del PIB se destine a ciencia, tecnología e innovación. Crear grandes proyectos país con impacto estratégico.

2. Restablecer y fortalecer los beneficios tributarios para I+D

No son un gasto, son una inversión. Urgente: facilitar acceso, simplificar procesos y asegurar continuidad.

3. Flexibilizar la regulación para permitir la disrupción

Habilitar sandboxes donde experimentar tecnologías sin restricciones tradicionales. Simplificar y eliminar barreras.

4. Apostarles a las startups como motor de empleo y sofisticación

Incentivar inversión, apoyar internacionalización y consolidar ecosistemas regionales. Colombia tiene el talento para desarrollar tecnología.

La inteligencia artificial ha potenciado aún más esta accesibilidad. “Las herramientas de personalización, automatización, análisis predictivo y asistentes virtuales pueden implementarse en días y sin necesidad de programación”, observa la fundadora de la empresa con más de diez años de experiencia.
Las startups se consolidan como motor de empleo, innovación y sofisticación en Colombia. | Foto: Freepik

No estamos pidiendo privilegios. Estamos pidiendo coherencia. La innovación no es una opción: es el único camino para un futuro sostenible, competitivo e incluyente.

Hoy, más que nunca, necesitamos un Estado que innove con la misma valentía con la que lo hacen sus empresas.