“El consumidor colombiano le apunta cada vez más a la autenticidad”: Jean-Philippe Clermont, CEO de la perfumería Atelier Des Ors

El negocio de la alta perfumeria se percibe cada vez menos como un negocio en sí y se entiende más como un arte.

De acuerdo con Jean-Philippe Clermont, CEO y fundador de la perfumería Atelier Des Ors, los amantes de las fragancias han ido cambiando sus preferencias, alejándose de las tendencias del mercado y buscando más la autenticidad y exclusividad.

“El consumidor es cada vez más exigente, exigente en la voluntad de querer entender el mensaje, la autenticidad y lo que hace una fragancia diferente”, asegura Clermont.

Esta es una tendencia que han identificado en el panorama mundial y Colombia no es ajena a ella. De acuerdo con el ejecutivo, el consumidor colombiano ha desarrollado un gusto particular por las ideas innovadoras, las fragancias que le den un mensaje, que sean de nicho y que van más allá de las cifras de ventas.

“Tenemos a una clase de consumidor que es muy conocedor de la perfumería, son muy aficionados, entonces cuando les hablas de materias primas, cuando les hablas de componentes, cuando les hablas de historias, entienden perfectamente y lo que están procurando es ese símbolo de autenticidad, no seguir lo que las grandes marcas comerciales te obligan casi a comprar cuando entras en una tienda”, añade el CEO.

En este sentido, el propósito de su compañía ha sido precisamente ese, desarrollar fragancias que se alejen de las tendencias comerciales. “El propósito no es de venderte una marca, el propósito es el de encontrarle al consumidor la fragancia que le corresponde, eso es lo más importante, hoy puede una y mañana otra marca, no importa, lo que hay que buscar es la fragancia que corresponde al consumidor”, añade.

En la búsqueda de esa autenticidad, Clermont asegura que la base de la inspiración de sus fragancias parte de su pasión por el arte, desarrollada desde muy corta edad, ya que su madre era artista, y de sus viajes por el mundo, donde ha recolectado experiencias en las que se ha inspirado para darle vida a sus fragancias.

Una de las más reconocidas de la marca es la fragancia Lune Feline, un perfume que tiene inmersos trozos de oro de 24 quilates y que le dan a la piel una tonalidad brillante.

“Tuve la oportunidad de relacionarme con la industria del tabaco y allí decorábamos las cajas donde se empacaba el producto con láminas delgadas de oro, por lo que me enamoré no solo de este mercado y por ello decidí darle vida a este arte en mi fragancia”, contó Clermont.

Frente al futuro del mercado de la alta perfumería, Clermont asegura que el verdadero secreto está en darle ese toque de nobleza a las fragancias. “Ya no se rige por temáticas de marketing o comerciales, sino por la autenticidad de lo que quiere transmitir.