Comercio

Con nueva marca, uno de los mayores concesionarios del país busca vender más de $1 billón

Esta multinacional no solo cambió de nombre, sino también su modelo de negocio, ahora le apuesta, incluso, a que personas y empresas puedan alquilar vehículos por el tiempo que lo requieran. Un sacudón a un mercado en pleno crecimiento.

16 de febrero de 2022
Andrés Aguirre, Country Manager de Astara Colombia
Andrés Aguirre, Country Manager de Astara Colombia | Foto: Astara Colombia

Tras un 2021 en el que se vendieron 250.497 vehículos nuevos, lo que implicó una recuperación de 32,8% frente al dato de 2020, este mercado se prepara para un 2022 aún más movido, con una creciente demanda de quienes quieren cambiar su carro por uno más nuevo, así como por la de aquellos que desean hacerse a su primer vehículo o contar con uno de reemplazo para enfrentar las restricciones de movilidad.

En medio de ese panorama, el conglomerado hispano-chileno SKBergé, que representa en Colombia a las marcas Dodge, Fiat, Hyundai, Jeep®, Opel, Peugeot, RAM y Volvo, aprovechó para introducir en el país su cambio de marca, que ahora será Astara. El nuevo nombre viene desde la casa matriz en España y la idea es ir adoptándolo paulatinamente en los 16 mercados en los que tienen presencia. Colombia es el segundo de América Latina en donde se implementa la nueva marca.

Andrés Aguirre, country manager de Astara Colombia, explica que esta es una transformación que va mucho más allá del nombre, pues viene acompañada de un cambio de visión estratégica del Grupo. “No cambiamos el negocio de distribución con las marcas que ya veníamos trabajando, pero sí vamos a transformar nuestro relacionamiento con los consumidores”, sostiene.

El plan de Astara consiste en construir un ecosistema de movilidad, con una nueva propuesta de valor que incluye cuatro productos: propiedad tradicional de compraventa (como se venden los carros usualmente); suscripción, que es un servicio en el que una persona natural o una Pyme pueden tener acceso a un vehículo por un tiempo determinado, por ejemplo, una semana o un mes; conectividad, que le brinda al usuario información en línea sobre el uso del vehículo (hora en que lo prendieron, el tipo de consumo, por dónde se movilizó, etc.) y movilidad inteligente, que consiste en el desarrollo de un sistema basado en analítica de datos para tener un mejor desempeño del producto.

Aguirre insiste en que el foco está en atender las diferentes necesidades de los clientes y avanzar de un negocio que solo se dedicaba a la venta de carros a construir un ecosistema en torno a la movilidad, acorde con las transformaciones que está teniendo el mundo.

Con la nueva marca, este concesionario proyecta alcanzar al cierre de 2022 un incremento del 37,5%, en sus ingresos globales, representados en 5.500 millones de euros. En Colombia la meta es comercializar más de 17.000 vehículos al término de este año (dato que duplicaría el de 2021), con una participación de mercado que subiría del 4% al 8%. Esto representará ventas superiores a los 340 millones de dólares (más de un billón de pesos).

Los más vendidos

Astara Colombia tiene presencia en 26 ciudades del país y emplea a 110 personas. Según las cifras de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), Hyundai y Volvo son las marcas de este concesionario con mayores ventas en el país (7.194 y 107 unidades, respectivamente, el año pasado).

Aguirre agrega que tienen altas expectativas para este año porque su estrategia de análisis de información les muestra que el consumidor está migrando hacia las soluciones híbridas o eléctricas, lo cual se refleja en las ventas de marcas como Volvo, de las cuales 95% corresponden a ese tipo de vehículos.

Esta camioneta trae el inédito conjunto T5 Twin Engine FWD con dos motores, uno eléctrico con 82Hp y otro turbo a gasolina de 1.5 litros y 180 caballos de potencia, los cuales -al combinarse- producen 262 caballos de potencia y 425 Nm. de torque.
Los híbridos de Volvo están comprometidos con la sostenibilidad | Foto: Cortesía

Con respecto a si el pico y placa extendido de Bogotá y las restricciones de movilidad que se aplican en otras ciudades del país son una oportunidad o un desafío para la industria automotriz, este ejecutivo señala que su negocio es de largo plazo y estas son normas que cambian con relativa frecuencia. “Puede que en el corto plazo el pico y placa represente una mini oportunidad de ventas, pero puede ser una amenaza en dos o tres meses”, sostiene.

Frente a las dificultades para la importación de vehículos derivadas de la crisis global de logística y contenedores, Aguirre responde que es un problema que afecta a todos los fabricantes por igual, pero aclara que no es una situación de escasez o desabastecimiento. “Lo que hay es menos inventario disponible, lo que limita las opciones para el comprador, pero la demanda sigue robusta y se ve en las ventas de carros de enero de 2022″, puntualiza.

Las cifras de Andemos indican que en el primer mes de este año se matricularon 17.395 carros nuevos, 21,2% más que un año atrás.

“La demanda se mantiene por diferentes razones y ahora en postpandemia hay muchas personas con recursos disponibles. Además, aunque las tasas de interés están subiendo, aún continúan bajas”, precisa