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‘Aspiro a ser gerente de la Federación de Cafeteros, sin ningún tipo de ataduras’: Santiago Pardo Salguero
SEMANA abrió la oportunidad para que los integrantes de la terna, de la cual saldrá el nuevo gerente de la Federación de Cafeteros, expusieran su conocimiento y propuestas para el sector caficultor. Santiago Pardo Salguero, exembajador de Colombia en Japón, es el tercero de los entrevistados. He aquí sus argumentos.
SEMANA: Para la elección de gerente de la Federación de Cafeteros se presentó un número considerable de aspirantes, lo que evidencia que hay apetito por ocuparlo, ¿cómo sustentaría la importancia de este cargo y a qué cree que se debe tanto interés?
Santiago Pardo Salguero (S.P.S.): La Federación Nacional de Cafeteros es la ONG agrícola más grande y relevante del mundo. Lleva 96 años logrando, de una manera democrática y legítima, la representación del interés genuino de las familias caficulturas de Colombia, que hoy en día se ubican en 603 municipios de 23 departamentos a lo largo y ancho del país.
Por ende, liderar esa importante organización es una gran responsabilidad, lo cual atrajo la atención de muchos candidatos y candidatas en el proceso de selección, que hoy tiene una terna de la cual se elegirá el próximo gerente, en el Congreso Nacional de Cafeteros, el 27 de abril.
SEMANA: ¿Qué lo motiva a usted a querer liderar la Federación?
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S.P.S: Me motiva el poder servir a las familias caficultoras de Colombia, sin distinción alguna, con mi experiencia, mis capacidades y mi compromiso con el servicio gremial y público que he tenido durante toda mi vida, para poder lograr el mayor bienestar para ellas, trabajando por una Federación unida y cada vez más legitima.
SEMANA. ¿Cree usted que el hecho de haber sido parte de gobiernos antagonistas al actual le pueda restar posibilidades para llegar al cargo de gerente de la Federación de Cafeteros o se siente seguro de que pesará más el apoyo de los comités cafeteros?
S.P.S. Soy un profesional con un perfil técnico, con una vocación de servicio al país desde el sector público -trascendiendo con el tiempo varios gobiernos- y desde el sector gremial; y no he adelantado actividades políticas o aspirado a cargos de elección popular.
Los ejes de mi carrera han sido los temas de comercio internacional y del sector cafetero desde varias perspectivas. En lo público, inicié recién graduado de economista en el año 2000, en el Ministerio de Comercio Exterior, en la Dirección de Negociaciones, luego de adelantar una maestría en relaciones internacionales en la Universidad de Columbia en Nueva York. Regresé a Colombia en 2003, y me desempeñé como vicepresidente de Analdex (gremio de exportadores), y posteriormente, como coordinador de negociaciones internacionales del Consejo Gremial Nacional.
Volví al sector público en 2008, para liderar el equipo negociador del gobierno, para los Tratados de Libre Comercio, y, posteriormente, con el cambio de gobierno en 2010, fui ratificado en mi cargo por mis capacidades y logros alcanzados.
En julio de 2011 me uní al equipo de la Federación Nacional de Cafeteros, donde pude trabajar por las familias caficultoras como director para Asia en la oficina en Japón. Allí, en 2019, dado mi conocimiento de ese país y mi relacionamiento con los diferentes estamentos de la sociedad japonesa, regresé nuevamente al sector público como Embajador de Colombia.
Para mí es un honor aspirar al cargo de Gerente, sin ningún tipo de ataduras, o compromisos de cualquier tipo.
SEMANA. ¿Qué propuso en la gira regional que acaba de terminar, en la que debían tratar de convencer a los comités que van a votar para elegir al nuevo gerente de la Federación?
S.P.S: Tres principales iniciativas: la primera, lograr la unidad del gremio resguardando la institucionalidad cafetera de forma que responda efectivamente a las necesidades particulares de las diferentes regiones, con un accionar de todas las empresas e instituciones del gremio bajo las premisas de eficiencia, equidad y austeridad, teniendo como objetivo central el bienestar de todas las familias caficultoras.
La segunda, la transformación institucional, ofreciendo servicios públicos cafeteros a través de la innovación y las nuevas tecnologías, logrando la apropiación de estas por parte de los caficultores, venciendo la aversión al cambio tecnológico y mejorando el ingreso de las familias del sector.
La tercera, generar las condiciones para lograr un efectivo empalme generacional y fortalecer presupuestalmente la política de equidad de género.
SEMANA. Los requisitos para aspirar al cargo de gerente fueron apretados, ahora se pide una mayor experticia y un fogueo administrativo e internacional. ¿Podría contarnos cuales son sus mayores ‘armas’ para competir?
S.P.S: Tengo el perfil para esta alta responsabilidad, con 20 años de actividad profesional y técnica alrededor de los temas del comercio internacional y el sector caficultor desde varias perspectivas: desde lo público y desde el sector gremial en diferentes entidades, y particularmente, desde la misma Federación, la cual conozco bien y sé que se debe mantener y que es necesario cambiar.
Conozco las dos puntas de esta cadena, la primera y principal la de las familias caficultoras, la cual se debe unir generando valor para ellas con la otra punta, la de los mercados internacionales.
Tengo una perspectiva total del sector caficultor y he podido adquirir habilidades y competencias claves para la coyuntura actual de la Federación, como entender posiciones diferentes para lograr soluciones y consensos, así como ser un vocero eficaz del sector.
SEMANA. ¿Cuál cree que debería ser el mercado más importante para la caficultura colombiana?, ¿qué perspectivas le ve a los mercados asiáticos, donde usted tuvo la oportunidad de estar, tanto como parte de la federación, como en su papel de embajador?
S.P.S. El café colombiano y los productos de café deben aumentar su participación de manera efectiva en los diferentes mercados, en Norteamérica, en Europa y particularmente en los más dinámicos como Asia.
Japón, aun siendo un mercado maduro, tiene unas oportunidades muy interesantes, dada la diversidad en el consumo, el posicionamiento del café colombiano y la presencia institucional de la Federación desde hace 60 años.
Corea, luego de la negociación del Tratado de Libre Comercio, que pude liderar, se ha convertido en un mercado muy atractivo para los cafés de calidad de Colombia.
China, donde la Federación cuenta con una oficina en Shanghái, ya se está convirtiendo en un destino muy relevante que debe continuar creciendo con cafés diferenciados en alianza con jugadores globales. Además de los mercados internacionales, también debe ser un propósito fundamental el aumentar el consumo de café colombiano en el mercado doméstico, como lo han hecho otros países como Brasil con su café.
SEMANA: ¿Qué logros podría mencionar, que trajo para la caficultura colombiana, su paso por el cargo de la federación en Tokio?
S.P.S. Durante mi paso en la representación para Asia, de la Federación Nacional de Cafeteros, en un trabajo conjunto con el equipo en Tokio y con las diferentes áreas de la Federación en Colombia, pude liderar actividades que generaron resultados, como lo es la estructuración y consolidación de alianzas comerciales de valor agregado para los caficultores colombianos, con la industria de café de Asia para café verde, café instantáneo y extracto el café.
También logramos el mayor reconocimiento de la diferenciación del café colombiano y de la marca Café de Colombia en Asia, mediante las campañas promocionales con énfasis en la sostenibilidad en la producción, alianzas con formadores de opinión, aparición en medios de comunicación y la estructuración de una estrategia digital en redes.
Avanzamos, además, en una estrategia de diálogo efectiva con las autoridades sanitarias japonesas y con la industria japonesa de café, que evitó el bloqueo de las exportaciones colombianas y minimizó el riesgo reputacional cuando tuvimos algunas dificultades relacionadas con agroquímicos.
Con Procafecol logramos la introducción de la marca Juan Valdez en el mercado japonés, y, finalmente, fue muy gratificante el fomentar la implementación de proyectos sociales y sostenibles en Colombia, en colaboración con empresas japonesas.
SEMANA: ¿Cómo haría para enfrentar una baja producción de café si gran parte de los productores tienen pequeños espacios para cultivar (menos de 5 hectáreas)?
S.P.S. Dos propuestas principales. Primera, lograr la apropiación generalizada de los avances tecnológicos realizados por Cenicafé, por parte de los caficultores, para que aumenten sustancialmente la productividad.
Segunda, un programa de grandes proporciones, realizado de la mano del gobierno nacional, para la renovación de cafetales a través de apoyos como el ICR, y créditos subsidiados para nuevas siembras, y subsidios a la fertilización para renovación por zoca.
SEMANA. El alto precio del dólar ha sido un impulsor de los ingresos de los cafeteros, pero es algo que no es para siempre. ¿Cómo haría para que el productor mantenga un ingreso que le resulte motivador para seguir?
S.P.S. Se deben adecuar los instrumentos e incentivos en la producción y en la comercialización para minimizar el impacto que tiene la volatilidad en las diferentes variables que afectan los costos y el precio interno, y así generar una mayor rentabilidad y un flujo más estable de ingresos para los caficultores.
Por ejemplo, se deben retomar los esquemas de caficultura por contrato, modificando el esquema actual de los futuros, con una mejor administración de los riesgos de los diferentes participantes en la cadena de valor e incentivando el cumplimiento.
Asimismo, es necesario inyectarle mayores recursos al Fondo de Estabilización del Precios del Café y realizar los ajustes para hacer efectiva su operatividad. .
SEMANA: ¿Cree que el café colombiano debe seguir cotizando en la Bolsa de Nueva York?
S.P.S. El contrato C, transado en Nueva York, se constituye en una referencia para la conformación del precio interno que reciben por su producto los caficultores colombianos.
El precio interno también tiene en cuenta la tasa de cambio, y el diferencial del grano colombiano sobre el contrato C, que últimamente ha rondado entre un 20 % a 30 % del precio total.
No considero que sea efectivo, al menos en el corto plazo, para lograr cambios en la conformación del precio interno, retirarse de la Bolsa en la cual se transa ese contrato.
SEMANA: En materia de comercialización, ¿estima que un país como Colombia, que no tiene una producción tan alta de café (al menos no en comparación con Brasil o Vietnam), debería seguir exportando el grano o rendiría más si potenciara la venta externa del producto pero con valor agregado?
S.P.S. Colombia debe seguir en la estrategia -cada vez más profunda- de exportaciones de valor agregado, pero desde el mismo café verde, que puede ser con diferentes atributos ligados a la sostenibilidad, a la trazabilidad del origen de las regiones, o con perfiles específicos.
También, mediante la transformación de productos de café, como extracto, café instantáneo y café tostado con marcas.
Será fundamental ser proactivos en conceptos novedosos de cafés de calidad, en alianza con jugadores globales en el mercado internacional. Igualmente, será necesario explorar todas las posibilidades que existen de los subproductos del proceso del café a través de procesos de biotecnología. Estamos utilizando solamente el fruto del café, pero hay una serie de posibilidades muy grandes en la utilización de toda la planta.
SEMANA: ¿Qué plantearía en el brazo científico de la Federación, Cenicafé, para que el caficultor tenga más rentabilidad, a partir de una mayor productividad?
S.P.S. Cenicafé deberá profundizar los procesos de innovación y uso de tecnologías de manera efectiva, que puedan ser realmente apropiadas por el mayor número de caficultores posibles, en las diferentes regiones de Colombia.
Además, deberá expandir sus horizontes de colaboración con otras instituciones del gremio y con centros de investigación y desarrollo, y con universidades. He propuesto establecer nodos de innovación y tecnología en diferentes regiones.