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“La verdadera revolución no es ideológica, es productiva”: experto Cristian Halaby plantea hoja de ruta para un Estado que habilite, no que controle

La propuesta plantea un modelo de desarrollo basado en educación tecnológica, eficiencia estatal y un sistema fiscal que incentive la inversión.

15 de julio de 2025, 3:38 p. m.
Cristián Halaby Fernández, economista, politólogo y líder empresarial
Cristián Halaby Fernández, economista, politólogo y líder empresarial | Foto: Suministrada a SEMANA

Cristian Halaby Fernández, economista, politólogo y actual presidente de BYCSA S.A. y de la Cámara Ambiental del Plástico, lanzó un llamado a repensar el modelo de desarrollo colombiano, alejándose del asistencialismo y el clientelismo que, según él, “frenan el desarrollo del país”. Con más de veinte años de experiencia en sostenibilidad y economía circular, Halaby propone una narrativa centrada en la productividad, la libertad ciudadana y el orgullo por lo que se crea y exporta.

Desde su rol en el sector empresarial y gremial —representando a más de 150 empresas y participando activamente en Fenalco Antioquia— Halaby ha impulsado políticas para el fortalecimiento del comercio y la producción responsable. Su visión parte de una crítica directa a las estructuras estatales actuales, que considera obsoletas y obstaculizadoras.

“El camino no es la búsqueda de más subsidios o la espera de milagros políticos, sino el rediseño del Estado para que el ciudadano pueda emprender, liberarse y construir riqueza con autonomía”, sostiene Halaby. Como referencia, señala el modelo de Estonia, un país que, tras liberarse del sistema soviético, diseñó un Estado digital, ágil y centrado en facilitar la vida de sus ciudadanos. “Si Colombia pudiera adaptar esa lógica a su propio contexto, el impacto sería transformador”, asegura.

Halaby identifica tres pilares del modelo estonio que podrían inspirar una reforma profunda en Colombia:

  1. Educación tecnológica desde la base: En Estonia, los niños aprenden a programar desde la primaria. “En Colombia, la tecnología aún se enseña como accesorio. La innovación depende más de esfuerzos individuales que de políticas educativas”, critica, subrayando la necesidad de formar creadores, no solo consumidores.
  2. Un Estado digital y eficiente: Estonia ha desarrollado un sistema estatal interoperable que permite realizar trámites sin intermediarios. “En Colombia, el Estado es un laberinto: colas, papeles, corrupción y desconfianza. Necesitamos una institucionalidad ágil, confiable y digital, que sea un puente, no un obstáculo”, argumenta.
  3. Un sistema fiscal proinversión: En Estonia, las empresas tributan solo cuando reparten utilidades, no cuando reinvierten. “En Colombia, el sistema tributario castiga al que emprende: impuestos anticipados, cargas laborales desproporcionadas y una Dian que parece diseñada para perseguir, no para acompañar”, señala Halaby.

El empresario también llama la atención sobre un recurso subutilizado: el talento colombiano. “Colombia tiene lo que Estonia no tiene: una riqueza inmensa de talento humano. Pero lo desperdicia en trámites, filas y desconfianza”, afirma. Para él, “el recurso más valioso no está bajo tierra, sino en nuestras ideas”.

“La verdadera revolución no es ideológica, es productiva”, asegura Halaby. Para lograrla, el país debe dejar de depender de subsidios y comenzar a construir desde la autonomía económica y la innovación. “Colombia no necesita copiar modelos ajenos. Necesita diseñar el suyo propio: uno donde el ciudadano sea protagonista, el Estado un aliado y la productividad, el camino hacia una vida más libre”, concluye.

La pregunta, según él, ya no es si Colombia puede cambiar. Es si está dispuesta a “revelarse... y dejar de pedir permiso” para construir un futuro más libre, menos asistido y más productivo.

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