Economía

Polémica por decisión de devolverle la parafiscalidad ganadera a Fedegán

El ministro de Agricultura echó para atrás la decisión del Gobierno Santos de quitarle a la Federación -en cabeza de José Félix Lafaurie por casi tres lustros- la admnistración del Fondo Nacional Ganadero. El nuevo contrato es por 10 años.

5 de enero de 2019
| Foto: Jet Set

La pelea que se dio en el gobierno Santos por hacer a un lado a Fedegán del manejo de los recursos parafiscales ganaderos y lecheros acaba de sufrir un drástrico revés. Este viernes, en horas de la noche, el Ministerio de Agricultura anunció que después de tres años la Federación Colombiana de Ganaderos, el bastión de José Félix Lafaurie durante 15 años, volverá a manejar los recursos públicos que aportan los ganaderos del país. El nuevo contrato tiene una vigencia de 10 años, como lo establece la Ley.

La decisión desató polémica. A finales de 2015, el entonces ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, despojó vía decreto a Fedegán de la función de administrar el Fondo Nacional del Ganado. La decisión estuvo soportada en presuntas irregularidades en la administración de los recursos así como en la falta de transparencia en la designación de directivos de Fedegán. Para ese momento, Friogán y el Fondo Nacional del Ganado atravesaban por una crisis financiera.

El decreto cayó como un baldado de agua fría para Lafaurie y los miembros de Fedegán, que por 22 habían tenido el manejo de los recursos ganaderos. El caso se batalló hasta en el Consejo de Estado, en donde se intentó tumbar el decreto de Iragorri; pero al decidir sobre una solicitudes de medidas cautelares le dio la razón al ministro al considerar que el Gobierno sí podía intervenir el fondo ya que tiene responsabilidad sobre el manejo de esos recursos parafiscales, a pesar de que la administración la ejecute un privado. Está pendiente el fallo de fondo. 

La Corte Constitucional también se pronunció en el 2016 sobre el particular: "La administración de los recursos públicos corresponde, por regla general, a órganos del Estado. Ello implica que la autorización para que dicha actividad sea asumida por los particulares, no es el resultado de la existencia de un mandato constitucional, sino de una elección del legislador al amparo de su libertad de configuración", indicó. De manera que para el alto tribunal "no existe una obligación superior de atribuir la administración de contribuciones parafiscales a una determinada asociación privada".

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El manejo de este fondo había sido puesto en entredicho por el exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, quien en el 2013, antes de salir de este despacho, contrató una auditoría externa para analizar el comportamiento de varios fondos, entre ellos el FNG. La auditoría arrojó como resultados la falta de transparencia en el manejo de esos recursos así como las millonarias inversiones en Frigoríficos Ganaderos de Colombia (Friogán), que acumuló pérdidas en los últimos años superiores a 41.000 millones de pesos y tenía obligaciones con entidades financieras superiores a 70.000 millones.

"Auditorías de la Contraloría encontraron una especie de híbrido en el manejo de los recursos, con plata de los ganaderos se pagaban los escoltas y los choferes del director del fondo", aseguró Rafael Merchán, el exsecretario de Transparencia de Presidencia fallecido, en una entrevista concedida a La W en su momento. Calificó como una "rosca" la elección de directivas de Fedegán, que dejaba por fuera a integrantes del gremio, ya que no existían normas claras y transparentes de cómo se tomaban esas decisiones. 

Se escucharon voces, incluso la del excontralor Edgardo Maya, que ponían el dedo en la llaga sobre las irregularidades detectadas así como "cláusulas inaceptables" entre el Fondo Nacional del Ganado y Fedegán. Algunas hipótesis afirmaban que los recursos estaban mal usados pues buscaban financiar proyectos privados, desviándose de su objetivo principal.

Lafaurie negó las acusaciones y respondió que detrás de la decisión lo que había era una persecución por sus negativas a apoyar el proceso de paz. Finalmente, la
 cuenta parafiscal ganadera entró a ser manejada por Fiduagraria, una fiduciaria creada en el 92 para dar apoyo financiero al campo.

Así fue hasta el pasado 4 de enero, cuando el nuevo Ministro de la cartera, Andrés Valencia, anunció en un comunicado de prensa que el Gobierno había tomado la decisión de devolverle a Fedegán el control a del fondo pues era la "única en el sector bovino y bufalino de carne y leche que cumplía con los criterios de representatividad nacional y organización y estructura democrática". Según el jefe de la cartera, determinación siguió con todos los lineamientos establecidos por la Corte Constitucional.

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De acuerdo al Ministerio, la cuenta parafiscalidad ganadera asciende a los 90.000 millones de pesos anuales. Estos recursos provienen de la cuota de fomento que pagan los más de 400.000 ganaderos por vender leche o sacrificar ganado. En su mayoría, estos recursos son destinados a la financiación de programas y proyectos de fomento ganadero desarrollado por los fondos ganaderos; la comercialización de carne y leche para estratos medios y bajos, la investigación científica y capacitación del sector pecuario; el apoyo a la exportación de ganado, carne y leche, la investigación científica, entre otros.

Tras el anuncio, el ministro Valencia trinó: “le retornamos a los ganaderos colombianos el manejo de los recursos que aportan los productores de carne y leche, contratando la administración de dicha parafiscalidad con @Fedegan tras vencerse la temporalidad a cargo de @MinAgricultura”. La decisión no estuvo exenta de polémica, desde el anuncio muchos han criticado la decisión del presidente.

La decisión fue rechazada por el exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, quien puso un manto de duda sobre la forma en que se firmó el contrato y aseguró que faltó transparencia. 


Fedegán regresará al ruedo en uno de los peores periodos de crisis del sector. Durante 2018, este sufrió un bajón de los precios de la carne y de la leche pues la fiebre aftosa bloqueó los mercados internacionales y las largas temporadas de verano causaron pérdidas a los ganaderos.