Economía
Estas son las mejores empresas del año según la U. del Rosario
La Universidad del Rosario entregó el Premio Empresario Colombiano del Año a Juan Carlos Henao, gerente general de Harinera del Valle. ¿Quiénes fueron los otros ganadores?
La economía, tras los bloqueos y los picos de la pandemia, ha logrado un repunte evidente y sorprendente. Este año Colombia puede registrar un crecimiento histórico. En el tercer trimestre, el avance fue de 13,2 por ciento, por encima de las expectativas del mercado. Y los cálculos indican que al cierre de 2021 el dato podría ser del 10 por ciento. Aunque la base de comparación es el peor año en la historia reciente de la economía colombiana –en 2020 se contrajo casi 7 por ciento–, en un escenario de grandes dificultades y desafíos conseguir que la dinámica económica repunte, como lo ha hecho, no es una tarea fácil.
El consumo de los hogares ha sido el principal motor de la reactivación. La recuperación del empleo –ya cercano a los niveles prepandemia–, las remesas, el ahorro contenido y el crédito fueron el combustible. Pero volver a tener tracción económica y alcanzar esa dinámica en medio de un escenario tan retador, como el que el país ha vivido a lo largo de más de un año y medio, no hubiera sido posible sin el impulso, compromiso y gestión del aparato productivo.
El tejido empresarial ha dado muestras de resiliencia y de estar listo para responder cuando se lo necesitó a la hora de la reactivación. Gracias a su reacción, las empresas se ajustaron a nuevos entornos transformadores y disruptivos con modelos sostenibles e inclusivos. Justamente, para destacar estos esfuerzos, el pasado jueves se entregó el Premio Empresario Colombiano del Año, otorgado por la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, en alianza con Dinero y SEMANA, y la firma Talengo.
Este galardón reconoce la perdurabilidad de las compañías colombianas y exalta a los empresarios que lograron, a través del tiempo, crecimientos y aportes relevantes para la construcción de un país con mayores niveles de calidad de vida, equidad y justicia social. Para este año, en la decimosexta edición del premio, el ganador en la categoría Mariposa de Lorenz fue Juan Carlos Henao, gerente general de Harinera del Valle. Esta compañía es una de las más icónicas y representativas del sector de alimentos en el país.
Henao Ramos nació en Cali. Es ingeniero industrial con especialización en Negocios Internacionales y maestría en Administración. Inició su carrera en Harinera del Valle en 2007, ocupó varios cargos en el área financiera y asumió la posición de gerente general desde el 1 de mayo de 2020, en medio de la pandemia.
Precisamente, el año pasado la empresa logró un crecimiento en ventas superior al 14 por ciento, y los ingresos estuvieron por encima del billón de pesos. Hoy exporta a más de 13 países de América, Europa y Oceanía, y llega a casi 100.000 tiendas y panaderías en el país. Está en nueve de cada diez hogares colombianos en los que acompaña su alimentación con marcas reconocidas, como harina de trigo Haz de Oros, pastas La Muñeca y Conzazoni, harina precocida de maíz Doñarepa, aceites Canola Life y Premier, entre otras.
“Nuestras marcas son nuestro orgullo. La innovación es uno de nuestros pilares fundamentales, y este año, por ejemplo, desarrollamos nuevos productos como las mezclas para preparar pan tradicional y pan integral Haz de Oros.
Igualmente, promovemos estilos de vida saludables, estandarte de nuestra gestión, por la cual hemos apoyado de forma decidida el deporte en disciplinas como el atletismo, el patinaje y el fútbol. En Harinera del Valle trabajamos con propósito, creamos valor, lo compartimos y lo hacemos sostenible, porque entendemos que crecer implica mantener un constante equilibrio en nuestra huella ambiental, al tiempo que impactamos positivamente la sociedad contribuyendo con su bienestar, su calidad de vida y progreso con justicia social”, dijo Henao en la entrega de la distinción.
Los orígenes de Harinera del Valle se remontan a los años cuarenta cuando don Arcesio Paz Paz, en Pasto, adquirió con un amigo un molino de trigo. En 1956, don Arcesio se trasladó a Cali, donde construyó otro molino de trigo, ya como único propietario, y le dio vida a Harinera del Valle y a harina de trigo Haz de Oros.
Durante estas décadas de consolidación, Harinera del Valle no solo ha crecido orgánicamente, sino también vía adquisiciones. Por ejemplo, en 1992 compró Industria Harinera de Bogotá, con marcas como pastas San Remo y harina La Americana; y en 1994 adquirió La Muñeca, con pastas La Muñeca y Doñarepa, entre otras operaciones. Hoy posee cinco plantas de producción y 11 distritos comerciales, en los que laboran más de 1.480 personas, y el 93 por ciento tiene contrato directo con la compañía.
En los últimos dos años, Harinera del Valle donó más de 145.000 kilos de alimentos y ha trabajado con la comunidad en programas como Educarse, por medio del cual han mejorado ambientes escolares y dotaron salas de informática. Recientemente, se estableció un convenio con la Universidad Icesi y su centro Eduteka para formar docentes y estudiantes de instituciones educativas del Valle y el Cauca en diplomados relacionados con tecnologías de la información y de la comunicación.
Con el programa Reciclarse, provee el manejo adecuado y el aprovechamiento de residuos en instituciones educativas de la región, dándoles un segundo uso con la generación de ‘madera plástica’. Y con el programa Nutrirse, se enfoca en fortalecer hábitos saludables en los niños.
La compañía está comprometida con la economía circular en sus envases y empaques reciclables, y comenzó la operación de transporte y entrega de productos en vehículos eléctricos. “Destacamos a los líderes de empresas que le han apostado al crecimiento de Colombia y que creen en la importancia de consolidar cada vez más la relación entre la academia y el sector productivo del país.
El aporte de estas empresas ha sido muy significativo, teniendo en cuenta las dificultades que ha sufrido el sector empresarial colombiano como consecuencia de la pandemia”, manifestó Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario.
Por su parte, Sandra Chacón, decana de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, señaló que este premio “se ha convertido en un encuentro que nos permite tener aprendizajes constantes en dos vías: para nosotros como universidad, pues descubrimos cada vez más historias y capacidades increíbles de hombres y mujeres, de empresarios colombianos que, rompiendo conceptos y teorías, logran sacar adelante iniciativas innovadoras.
Y desde el mundo empresarial, el aprendizaje no es menos impactante en este acercamiento: emprendedores y empresarios descubren lo que hacemos en el día a día de la academia, lo que se convierte en un canal de oportunidades al conocimiento para traer cambio, innovación y disrupción a las compañías colombianas”.
Otros reconocimientos
Por otro lado, Claudia Alexandra Pardo Quiroga, CEO de S3 Simple Smart Speedy, recibió el Premio Ave Fénix al Resurgimiento Empresarial que destaca a la compañía colombiana que ha resurgido de un proceso de reestructuración, gracias al liderazgo de empresarios capaces de emprender e innovar en situaciones de crisis. Es una empresa dedicada a la comercialización, diseño, implementación y soporte de servicios en tecnologías de la información y la comunicación.
Esta firma inició un proceso para entrar en reorganización entre los años 2009 y 2010, pero luego de poner a andar diferentes estrategias superó la crisis. Para el año 2009, la planta de personal no excedía los diez colaboradores y hoy cuenta con más de 150. En lo que se refiere a iniciativas innovadoras con impacto social en la covid, fue galardonado con el Premio Halcón Dorado Santiago Herrán Diazgranados, jefe de operaciones comerciales, políticas de salud y acceso al mercado de Bayer Pharmaceuticals.
Este reconocimiento destaca el impacto de los empresarios administradores rosaristas en el campo laboral. Herrán Diazgranados, junto con su equipo de trabajo del área de salud femenina de Bayer, lideró un proyecto para disminuir los embarazos no planeados-deseados, que aumentaron durante la pandemia en adolescentes y poblaciones de alto riesgo.
El modelo se ha implementado en importantes EPS del país, entre ellas dos del régimen subsidiado con las poblaciones más pobres y vulnerables, un impacto en la muerte materna y la carga económica de las complicaciones de embarazos adolescentes.
Finalmente, Elvira Restrepo Hernández, de Coopmente, recibió el Premio Colibrí Esmeralda que reconoce a los emprendedores sostenibles, quienes, dada la situación actual, adaptaron su modelo de negocio o varios de sus procesos, productos o servicios a la nueva realidad generada por la covid-19. Coopmente es una cooperativa multiactiva constituida por jóvenes con discapacidad intelectual y sus familias, que buscan la inclusión sociolaboral de sus asociados, desarrollando emprendimientos cooperativos bajo un modelo de economía solidaria. Hoy cuenta con 70 asociados, y desde hace cuatro años desarrollan Frutos del Parche, un snack saludable de fruta deshidratada.
El tejido empresarial ha dado un claro ejemplo de recuperación en medio de las dificultades y de respuesta a las adversidades. Aunque las limitaciones persisten, no se ha superado la pandemia y su amenaza sigue latente, la respuesta del aparato productivo fue rápida y eficaz. El reto es volver este crecimiento sostenible. Y los empresarios, como los que se destacaron con los galardones de la Universidad del Rosario, se han convertido en una referencia para lograrlo.