Esta es la entidad financiera que está cansada de Donald Trump

Deutsche Bank AG estaría pensando en buscar alternativas para romper su relación con el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según registra la agencia de noticias Reuters.

La entidad financiera estaría cansada de la publicidad negativa que le representa el vínculo con el candidato a la reelección presidencial, con quien tiene lazos relacionados con préstamos por 340 millones de dólares a la Organización Trump, la cual conduce los negocios del presidente y está en manos de sus dos hijos, como lo señala la agencia noticiosa.

Si bien las obligaciones se encuentran al día en sus pagos, el problema es de reputación. Así lo están analizado los integrantes del comité de gestión del Deutsche Bank (DB) que se encarga de la supervisión de los riesgos de reputación, de acuerdo con lo señalado por funcionarios de la entidad financiera a Reuters.

El DB es una entidad financiera de carácter global, que tiene sede matriz en Alemania. Según registra la agencia de noticias, el prestamista en la región de las Américas ha discutido formas en las que podría librar al banco de estos últimos vestigios de la relación, teniendo en cuenta que los tres préstamos tienen ya solo un par de años para vencerse.

A través de los tiempos, este banco le ha prestado a Trump más de 2.000 millones de dólares, según dijo a Reuters uno de los funcionarios. Esta entidad empezó a tener relación con el candidato republicano, a través del otorgamiento de préstamos desde finales de la década de los 90.

Desde entonces, el DB ha sido arrastrado a las investigaciones en el Congreso, las cuales tienen conexión con las finanzas del magnate inmobiliario y controvertido político.

Se cita el caso de Elizabeth Warren, miembro demócrata del comité bancario del Senado, que ha hecho peticiones de investigación a Deutsche Bank y ha exigido respuestas del prestamista sobre su relación con Trump y su familia.

En consecuencia, tanto las investigaciones, como la mala prensa, estarían siendo vistas por DB como “un daño colateral grave” y una distracción no deseada para el banco, dijeron los funcionarios a Reuters.

La situación se vuelve más compleja porque, este banco, que estrenó como presidente ejecutivo en el 2018 a Christian Sewing, sigue tras el objetivo de retomar sus raíces y volver a ser de las grandes corporaciones en Alemania y otros países, luego de varios años de bajas rentabilidades.

Los sucesos que sobrevienen al resultado de las elecciones de este martes podrían definir muchas cosas. Por ejemplo, si los republicanos pierden la contienda y sube al poder el partido demócrata, los ejecutivos de Deutsche Bank que hablaron con Reuters creen que las investigaciones del Congreso -que se han estancado en medio de una batalla judicial por el acceso a los registros financieros de Trump- podrían retomarse.

Las ideas llueven

La meta de romper lazos con el presidente los habría llevado a mirar las posibles alternativas. Entre ellas, se baraja la idea de vender los préstamos en el mercado secundario, según dijeron dos de los funcionarios del banco a Reuters.

Esta opción, en particular, tendría el inconveniente de la falta de compradores de los créditos.

Lo cierto es que Deutsche Bank ha estado examinando de cerca su relación con Trump, tarea que, por demás, viene de tiempo atrás, pero que avivó el entusiasmo en los últimos meses, a raíz de las discusiones que se han presentado en el transcurso de la campaña electoral.

Respaldo de los préstamos

Hay que destacar que las propiedades que respaldan los préstamos son parte del negocio de los Trump que mayor afectación ha tenido en la pandemia, por lo que sacarlos adelante constituye todo un desafío.

Hoteles en Washington y Chicago, al igual que el campo de golf en Miami, son algunos de ellos. El pago efectuado hasta ahora, sobre los créditos, sería de intereses, sin que aún se haya tocado el capital de la deuda, mientras que el vencimiento de la misma está para los años 2023 y 2024.

Sin embargo, los ejecutivos de Deutsche Bank no estarían tan preocupados por la capacidad de Trump para pagar los préstamos, dadas las garantías personales del presidente y el tiempo que queda antes de su vencimiento.

Pero sí estiman que sería más fácil para el banco exigir el reembolso, ejecutar la hipoteca si no puede pagarlo o refinanciarlo, o intentar vender los préstamos, sino sigue en la Casa Blanca. Todo, porque la entidad financiera no querría la publicidad negativa inherente a la incautación de activos a un presidente en funciones. El asunto entonces no se resolverá hasta mucho después de las elecciones, según dijeron los funcionarios a la agencia de noticias.