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El ecosistema de startups en Colombia se sigue consolidando, ¿cuál es el panorama?
Al cierre de 2023 se habían registrado 1.720 empresas emergentes en el país, 30 por ciento más que el año anterior. Hoy, el ecosistema startup en Colombia es uno de los más importantes de América Latina.
El ecosistema de startups en Colombia sigue siendo uno de los más sólidos de América Latina, no solo por la cantidad y calidad de las empresas, sino porque el entorno es propicio para que desarrollen sus negocios y accedan a financiamiento, entre otros aspectos claves para su consolidación y crecimiento.
De acuerdo con el informe Colombia Tech Report 2023-2024, que elabora KPMG en alianza con diferentes entidades públicas y privadas como la Andi, la Universidad Eafit, la Universidad EIA, las cámaras de comercio de Cali, Barranquilla y Bogotá, Innpulsa, entre otras, en el país había 1.720 startups mapeadas al cierre de 2023, un 30 por ciento más que las registradas en 2022.
Entre las conclusiones del informe, se destaca que el 76 por ciento de las inversiones a startups en Colombia son a fintech (39 por ciento), proptech (29 por ciento) y energytech (8 por ciento). Hoy, el mundo ya reconoce el potencial del ecosistema colombiano. De hecho, en 2024 ocupó la casilla 38 del Global Startup Ecosystem Índex, que publica cada año StartupBlink, dos posiciones más adelante que en 2023 (puesto 40). Colombia ha venido ascendiendo en este listado, pues en 2021 se encontraba en la posición 47. En la región solo está por encima Brasil (27). Incluso otros mercados fuertes como Chile (39) y México (41) se encuentran más abajo.
“El ecosistema de startups de Colombia se está convirtiendo en un importante motor para la economía del país, con diversas iniciativas de apoyo al emprendimiento tanto a nivel nacional como municipal. La inversión de 1.000 millones de dólares Softbank en Rappi en 2019 fue un hito importante y una señal poderosa que demostró el potencial de las startups colombianas a medida que toman la delantera en la región”, se lee en el reporte.
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Este informe también hizo énfasis en que hoy más startups como La Haus, Platzi y Ontop se alinearon para seguir los pasos de Rappi. “Este éxito en la producción de startups de alta calidad se demuestra aún más por el hecho de que más de 40 startups colombianas han sido aceptadas en Y Combinator, la aceleradora de startups más importante del mundo, posicionando al país como uno de los principales ecosistemas de startups de Latam en términos de número de startups”, precisó el reporte.
Podemos estar mejor
María Paula Peñaranda, gerente de Innovación y Emerging Giants de KPMG, señaló que el estado actual del ecosistema emprendedor colombiano es muy bueno, y eso se refleja tanto en la cantidad de empresas emergentes que existen como en los índices globales, pero hay aspectos que se pueden y deben reforzar para que sea aún mejor.
Peñaranda afirmó que es importante trabajar en la consolidación y el crecimiento de las startups hacia las etapas más avanzadas de financiamiento, pues la mayoría de las empresas llegan a un punto de estancamiento que no permite que sigan desarrollándose y aspirando a más. “Esta es la diferencia que tenemos con ecosistemas más consolidados como el de Estados Unidos o de otros países. Hace falta que los fundadores se arriesguen más y que se formen en temas de liderazgo, mentalidad y crecimiento exponencial, porque lo que nos está pasando es que tenemos un crecimiento estático. Estamos creando muchas soluciones para el día a día, pero no estamos pensando en las tendencias y las tecnologías del futuro, lo cual serviría para que nuestros modelos de negocio sean más sólidos y escalables, y abran nuevos mercados”, precisó.
A pesar de lo anterior, su perspectiva es optimista. En su opinión, el ecosistema colombiano está en una etapa de florecimiento que podría fortalecerse si se trabaja más en temas como transformación digital, adquisición de nuevas tecnologías, inversión y capital de riesgo, y en el mejoramiento de la mentalidad de los fundadores para que creen modelos de negocio sólidos y escalables.
“Hay muchos retos y desafíos, como, por ejemplo, impulsar los ecosistemas regionales, mejorar la conectividad e incorporar nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, pero hacia allá vamos. Tenemos que remar todos para el mismo lado: el sector público, la academia, las startups y las grandes corporaciones”, advirtió Peñaranda.
Un concepto muy similar tiene Tomás Ríos, director de Emprendimiento e Impacto (OnGoing) de la Universidad Eafit, quien fue enfático en señalar que en Colombia “hay muy buenos founders, pero pocos CEO”. Su afirmación se basa en el hecho de que si bien se han creado muchas startups en los últimos años, así mismo existe una tasa de mortalidad muy alta, cercana al 70 por ciento en los primeros cinco años de funcionamiento.
“Si bien en el país tenemos una tasa de crecimiento en creación de startups que iguala el promedio latinoamericano, el decrecimiento de la financiación es de un 40 por ciento en la actualidad. El país necesita una gestión del liderazgo que permita que los founders conozcan acerca de la identificación del producto mínimo viable, la solución del problema, el marketing, los socios, que si se suman son cerca del 60 por ciento de las variables que se requieren para liderar empresas de este tipo”, precisó Ríos.
La mayoría de los fundadores de las startups consideradas unicornios (tipo Rappi o Habi, que supera la valoración de 1.000 millones de dólares) o camellos (que se adaptan a todo tipo de circunstancias y logran sobrevivir), que son las que más tiempo permanecen en el mercado, tienen entre ocho y diez años de experiencia previa en grandes empresas y además cuentan con maestría o especialización.
A pesar de estos desafíos, el ecosistema colombiano de startups es fuerte, sólido y está en constante crecimiento. Trabajar por superarlos permitirá que se siga consolidando no solo en la región sino en el mundo.