Sale a la luz ritual de James Rodríguez para cada partido; sacerdote que lo sigue confesó plegaria para que su zurda siga intacta

En medio del desarrollo de la Liga MX, muchos aficionados se han percatado de un hecho particular que tiene como protagonista al colombiano James Rodríguez, flamante refuerzo del Club León y quien, desde que se supo de su llegada, ha acaparado la atención de la prensa.

Diferentes fotografías y testimonios dan fe, literalmente, de una de las prácticas que se ha vuelto irremplazable cada vez que el cuadro fiera tiene que afrontar un nuevo duelo en el Nou Camp, cancha donde oficia como local el equipo dirigido por Eduardo Berizzo.

Se trata de la ayuda divina que busca guiar a los jugadores del León en la cancha, encaminándolos hacia los mejores resultados. Esta ‘función’ le ha sido asignada, de manera no oficial, al padre Roberto, sacerdote de 55 años, que ha sido clave en brindar apoyo espiritual a James y a sus compañeros.

Y es que no solo se trata de hablar con los futbolistas y de llenarlos de confianza antes de salir a la cancha. Es un trabajo completo que comienza con el recorrido del religioso por el césped del campo para bendecirlo con agua bendita e interceder, con ‘el de arriba’, para que los jugadores del equipo esmeralda se iluminen y logren un resultado positivo.

“Que la Virgen María Santísima los mire con mirada de madre y los lleve en su regazo y que nada ni nadie les haga daño”, son algunas de las palabras que pronuncia el sacerdote mientras este recorre el terreno de juego, reseñó El Tiempo.

La hora del juicio final

A la hora de salir a la cancha y de enfrentarse a sus diferentes rivales, el padre Roberto se anticipa a sus protegidos y se sitúa a la salida del túnel que conecta el camerino con el gramado; allí, sin importar que sea a realizar maniobras de calentamiento o para comenzar la disputa del juego, Roberto les da un último aliento y con aplausos, palabras de motivación y palmadas en la espalda les entrega ese último envión anímico.

Una vez suena el silbato, señala el medio antes citado, el sacerdote no puede dejar atrás su papel como hincha, pero aferrado su fe, alienta al León con plegarias y gritos que le permiten desahogar todo eso que el fútbol produce.

Su labor va más allá de hacerse presente el día de los partidos, pues los dueños del club, que tienen una importante tradición religiosa, le encomendaron ser uno más del equipo y convertirse en ese soporte emocional que muchas veces no tienen los futbolistas, razón por la que además de interceder para que se logren los objetivos, bautiza a los hijos de los jugadores, los escucha en confesión, les entrega palabras de motivación cuando lo necesitan y hasta actúa como consejero matrimonial, todo con el fin de cumplir con el propósito de alimentar la parte espiritual de quienes defienden los colores del León.

¿Cómo se la lleva con James?

Sobre el colombiano, el padre Roberto no tiene más que elogios y bendiciones; asegura, según el rotativo, que el volante de la Selección Colombia tiene un carisma excepcional y ha sabido responder al cariño de la hinchada.

Así mismo, le confesó a ese diario que en un principio sus plegarias fueron para que el cucuteño mantuviera su humildad y compartiera con sus compañeros todo lo que pudo haber aprendido en su trayectoria, la cual, en algún momento de la historia, le permitió consolidarse como uno de los futbolistas más importantes del mundo.

“Que nunca pierda su humildad y que venga a compartir lo que ha aprendido”, fue la petición que hizo recién se enteró de que James reforzaría al Club León; ahora, cuando ya ha tenido la oportunidad de compartir con él, de ver su calidad y de orar para que su zurda bendiga a sus compañeros, asegura que es un jugador inigualable.

“James es humilde, es muy carismático, aquí la gente lo quiere a morir, es muy sencillo. Cada que León juega de local puedo saludarlo. (...) Él llena los estadios y avivó a la afición del Club León”, reseñó El Tiempo.