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Paliza de cuatro goles en el PSG vs. Real Madrid del Mundial de Clubes: segundo finalista definido
Sin respuesta en los más de 90 minutos se le vio al conjunto más veces campeón de Europa. Hay un nuevo club tendencia en el mundo.


PSG es el mejor club del mundo en la actualidad. Si había dudas de ello, tras la conquista de la Champions League al fin de la temporada en Europa, ahora paseó al Real Madrid en el Mundial de Clubes.
Quienes son dirigidos por el español Luis Enrique fueron una tromba este martes en el MetLife Stadium, donde vencieron a los blancos por 4-0.
Fabián Ruiz (6′ y 24′), Ousmane Dembélé (9′) y Gonçalo Ramos (87′) fueron los encargados de las anotaciones para el paso de PSG a la final vs. Chelsea.

En el MetLife Stadium de New York no hubo Xabi Alonso, Kylian Mbappé o Jude Bellingham que valieran para los blancos. Estas figuras sumadas a Vinícius Jr. fueron desaparecidas por la idea de juego del cuadro de París.
Con su trío de mediocampistas de encanto y la reaparición en la titular de Dembélé, mermado en la competición por una lesión muscular, el PSG desnudó las falencias defensivas del Madrid, que sufrió las bajas -por sanción y lesión- de Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold.
Alonso experimentó por primera vez los inconvenientes de contar con hombres muy peligrosos adelante -Mbappé, Vinícius Jr, Gonzalo García- pero de poco valor defensivo.
Les Parisiens, en cambio, demostraron una vez más que funcionan como un solo organismo, lo que echaban en falta cuando contaban con Mbappé, Messi y Neymar, hasta el punto de forzar errores groseros en la defensa española.
A los diez primeros minutos ya habían sellado su pase a la final, que también tendrá lugar en el MetLife Stadium, gracias a dos pifias de Raúl Asencio, reemplazante de Huijsen, y de Antonio Rüdiger.
En la primera, el central ibérico, de flojo torneo, perdió un balón en el área tras una emboscada del Mosquito, que buscó la puerta de Thibaut Courtois. El arquero belga lo derrumbó, pero la bola quedó en los pies de Ruiz, quien definió con el arco vacío.

Tres minutos después, otra equivocación mayúscula, esta vez del zaguero alemán, que perdió el control ante un Dembélé que prendió motores hasta encontrarse con el 1, al que venció con una fina definición de zurda.
El PSG no cedió en su oportunidad de propinarle una paliza histórica al equipo más veces campeón de Europa, y menos bajo el mando de Luis Enrique, enemigo clásico del madridismo.
En su primera titularidad en el Mundial, tras perderse la fase de grupos por gastroenteritis, Mbappé mostró voluntad para herir a su exequipo, del que partió hace un año -en medio de polémicas- con rumbo al cuadro madrileño.
Pero de su acción ofensiva más clara, paradójicamente, salió un nuevo tanto: Marquinhos, quien tuvo en el brasileño Lucas Beraldo al reemplazo del suspendido Willian Pacho, amortiguó un remate suyo que Gianluigi Donnarumma recepcionó con sus brazos.
El portero italiano comenzó entonces una jugada de al menos quince pases, revolucionada cuando aterrizó por la derecha al lateral Achraf Hakimi, quien hizo una pared larga con Dembélé. Partícipe de los tres primeros goles, el 10 asistió a Ruiz para que noqueara a Courtois.
Silencio sepulcral de los 77.542 asistentes al MetLife Stadium, disfrazado de blanco casi en su totalidad, que apenas observaron algo de reacción en su equipo en la segunda parte, especialmente cuando Alonso sustituyó al errático Vinícius e ingresó a Dani Carvajal y a Luka Modrić.
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El lateral asumió la banda derecha, ocupada en la primera parte por el mediocampista uruguayo Federico Valverde, y el 10 croata, de 39 años, mostró garra para salvar el honor en su último partido con el Real Madrid.
Pero, desde lo lejos, vio el puntillazo final, cuando Bradley Barcola guió una contra, con una bella autohabilitación incluida, y asistió a Ramos, quien con una definición soberbia mandó a casa al Madrid.
*Con información de AFP.