Hierve la Conferencia Este de la NBA: ¿habrá sexto partido?

El quinto partido de la final de la Conferencia Este entre los New York Knicks y los Indiana Pacers se disputó en el mítico Madison Square Garden.

Una victoria de los visitantes habría definido al rival del Oklahoma City Thunder en la gran final de la NBA. Sin embargo, los Knicks no estaban dispuestos a ceder tan fácilmente.

El encuentro comenzó con una actuación estelar de Jalen Brunson, quien asumió el protagonismo desde el primer minuto.

El base anotó y asistió en todos los puntos de su equipo durante los primeros tres minutos del juego, obligando a Indiana a pedir un tiempo muerto antes de que se cumplieran los tres minutos del primer cuarto.

Tras la pausa, los Pacers reaccionaron y lograron acortar la distancia a solo tres puntos. Con ello juego se volvió más trabado, con un incremento notable en las faltas personales cometidas por ambos equipos.

Aun así, Brunson continuó dominando el partido, anotando dos triples consecutivos y acumulando 12 puntos en poco más de ocho minutos.

Los Knicks llegaron a tener una ventaja de 10 puntos, aunque no lograron mantenerla al cierre del primer cuarto, que terminó 27 a 23 a favor de los locales.

Sacar una buena diferencia en la primera mitad era crucial, considerando que Indiana suele cerrar muy bien los partidos. El segundo cuarto comenzó cuesta arriba para los Knicks, que vieron cómo su ventaja se reducía a tres puntos.

Sin embargo, demostraron carácter y con menos de ocho minutos por jugarse, volvieron a distanciarse, pero esta vez por ocho puntos. Gracias al aporte de Karl-Anthony Towns, quien ya sumó 17 puntos, y a la constancia de Brunson, lograron irse al descanso con una ventaja de 11 puntos.

La segunda mitad comenzó con un nuevo arranque potente de los Knicks, aunque algunos errores defensivos de Brunson preocuparon al cuerpo técnico.

A pesar de ello, lo de New York amplió su ventaja a 16 puntos en apenas tres minutos, lo que llevó al técnico Rick Carlisle a pedir otro tiempo fuera.

A lo largo del partido, los Knicks cometieron errores no forzados, incluyendo pérdidas de balón en zonas clave y faltas innecesarias. Aunque mantenían la delantera, el recuerdo del primer juego —donde Indiana remontó una desventaja similar en el mismo escenario— generaba dudas.

Cuando restaban tres minutos para el final del tercer cuarto, los Knicks recuperaron una ventaja de 20 puntos, con Brunson alcanzando los 30 puntos y consolidándose como la figura del partido.

El tercer cuarto concluyó con un marcador de 85 a 68, y el bajo rendimiento de Tyrese Haliburton con apenas 6 puntos en 26 minutos, le empezaba a costar caro a los Pacers.

Indiana arrancó el último cuarto con intensidad, reduciendo la diferencia a 12 puntos en los primeros cuatro minutos. Sin embargo, los Knicks pidieron tiempo muerto y ajustaron su defensa.

A tres minutos del final, la diferencia era de 14. Aunque Bennedict Mathurin seguía brillando para los Pacers con 23 puntos en 25 minutos, los Knicks supieron mantener la calma.

Finalmente, el conjunto de New York resistió el buen final de los Pacers, se quedó con la victoria y forzó un sexto juego que promete ser igual de intenso.

Indiana aún lidera la serie, pero los Knicks han demostrado solidez y temple en momentos clave, tal como lo hicieron en su semifinal contra los Celtics.

Todo se definirá en el próximo partido, que se disputará el sábado 31 de mayo a las 7 de la noche. La emoción está garantizada.