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“Hicimos una preparación especial de cara al partido contra Huracán”: Ricardo Ribeiro, entrenador de arqueros del América de Cali
El América de Cali se juega su clasificación en la Copa Sudamericana, sus arqueros llegan preparados con un trabajo táctico milimétrico y una convicción férrea bajo los tres palos.

Ricardo Ribeiro, el encargado de mantener en la mejor condición posible a los porteros del América de Cali, le dio una entrevista a SEMANA con miras al duelo que tendrá su equipo frente a Huracán, por la Copa Sudamericana.
SEMANA: ¿Jorge Soto y Santiago Silva han tenido una preparación especial, teniendo en cuenta el rival que van a enfrentar?
Ricardo Ribeiro: Sí. Primero, nosotros tenemos claro qué hacer para cada partido. Si vamos a jugar frente a Huracán ahora, ese es el partido más importante, y tenemos una preparación especial para ese compromiso. De igual forma, si jugamos contra Junior, lo planificamos de otra manera, porque enfrentamos jugadores con perfiles diferentes, y ante esa heterogeneidad no podemos entrenar igual.
S: ¿Cuál ha sido el énfasis en la preparación de los porteros al enfrentarse a los tiros desde el punto penal?
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R.R.: Yo pienso que en la historia de América no hay un arquero que haya atajado tres penaltis en tres partidos diferentes de manera consecutiva (refiriéndose a lo hecho por Santiago Silva). Nosotros tenemos muy clara la situación con los penaltis. La liga de fútbol en Colombia, seguramente, es una de las que más penales se cometen. Muchas veces es por la preparación de los jugadores, o por la interpretación, pero aquí se permiten muchos penales.
Nosotros venimos trabajando en eso desde hace mucho, no desde ahora. Si miras temporadas anteriores, Diego Novoa le tapó dos penales a Millonarios, y Graterol atajó dos penales contra Medellín por Copa Sudamericana.
En todos esos casos hemos tenido diferentes parámetros y estrategias, dependiendo de los cobradores que estemos enfrentando. Yo tengo un archivo de carpetas con información de todos los jugadores de Colombia. Aun así, nos vamos a equivocar muchas veces, pero por suerte ha salido todo bien. El mérito más grande es de los porteros, porque nosotros tenemos unas ideas, pero ellos son quienes aguantan el máximo posible de tiempo y lo atajan. Es un tema de mucha confianza en lo que hacemos en los entrenamientos y de mucha preparación personal.
S: ¿Cómo es la convivencia con Jorge ‘Polilla’ Da Silva y su cuerpo técnico?
R.R.: Cuando firmé por tercera vez con este club y me reuní con Marcela Gómez (presidenta del América de Cali), fui muy enfático en algo que siempre le explico a los entrenadores: “Yo estoy para ayudarlos en su idea. No entreno a los porteros para mí, los entreno en base a una idea”. Así ha sido con Juan Cruz Real, Juan Carlos Osorio, Lucas González o Alexandre Guimarães.
Ahora, con ‘Polilla’ tenemos una relación muy saludable, muy tranquila. Él entiende que yo estoy acá para aportar a su idea, ayudarlo y también colaborar con la institución.

S: ¿Cómo ayudó en el aspecto moral a Jorge Soto, teniendo en cuenta que venía recibiendo fuertes críticas en la temporada pasada?
R.R.: Lo primero es decir que yo fui quien lo pidió para este club. Lo contraté en 2023. Después de 15 días con él en la plantilla, me llegó una oferta de Qatar y me fui para allá. En todo ese tiempo que pasó durante mi estancia en Asia, solo puedo decir que respeto a las personas que estuvieron a su cuidado y trabajaron con él, pero no puedo hablar de la situación que vivió porque no me compete.
Puedo hablar de lo que pasó cuando volví al América: encontré a un Jorge Soto dispuesto a trabajar con nosotros día a día, con mucho respeto por nuestro trabajo, y se ha desempeñado muy bien en los entrenamientos. La evolución no ha sido solo de él, sino también de Santiago Silva y de Sinisterra, un muchacho muy joven y muy inteligente que ha captado la idea que tenemos para él. Además, ha entendido el plan que tenemos para que le pueda aportar a la institución y crecer como jugador.
Ribeiro es uno de los artífices del América que vemos hoy: un equipo que no da ningún partido por perdido y que se planta sin temor frente a rivales como Corinthians. Es una pieza clave del cuerpo técnico, y tenerlo en el banco es garantía de que el arquero está listo para enfrentarse a cualquier rival.