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Fuertes declaraciones de Justin Thomas dan inicio al campeonato de la PGA
El bicampeón del PGA Championship no esta conforme con el calendario del golf esta temporada.

El bicampeón del PGA Championship, Justin Thomas, ha encendido el debate sobre la planificación del calendario profesional de golf, al manifestar su inconformidad con la manera en que se está estructurando la temporada 2025. Tras finalizar empatado en el segundo lugar (T2) del Truist Championship, el exnúmero uno del mundo no dudó en expresar su molestia respecto al poco tiempo de preparación entre los torneos de alto nivel.
En declaraciones posteriores al torneo, Thomas fue enfático: “Jugar la semana después del US Open en Oakmont va a ser realmente difícil”. Aunque ambos torneos se disputan en Estados Unidos —el US Open en Florida y el PGA Championship en Filadelfia—, el problema no radica tanto en el desplazamiento, sino en la falta de tiempo de descanso y preparación entre una competencia y otra.

Esta opinión fue respaldada por Rory McIlroy, quien también tuvo una destacada actuación en el Truist Championship, finalizando en la séptima posición (T7). El norirlandés, uno de los jugadores más consistentes del circuito, afirmó que “no se puede competir al máximo nivel sin el descanso apropiado y la preparación básica”, coincidiendo así con las preocupaciones de Thomas sobre el impacto del calendario en el rendimiento físico y mental de los golfistas.
Si bien la estructura del calendario no ha variado significativamente en los últimos años, las críticas no son nuevas. Varios jugadores del circuito han señalado reiteradamente la necesidad de una organización más lógica y balanceada que permita una mejor gestión del rendimiento deportivo.
Por su parte, la Asociación de Golfistas Profesionales de América (PGA) enfrenta un dilema cada vez más complejo: mantener la relevancia del golf frente al auge de otros deportes. En Estados Unidos, el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol dominan el interés de la audiencia, mientras que disciplinas como el tenis y el fútbol (soccer) también gozan de creciente popularidad. A nivel global, son pocos los países donde el golf es considerado un deporte central de entretenimiento.
En ese contexto, no sorprende que las instituciones encargadas de promover el golf busquen mantener su vigencia programando competencias en fechas estratégicas, incluso si esto implica sacrificar el bienestar de los deportistas. La presión por competir con deportes que acaparan la atención mediática los fines de semana es un factor que, en muchos casos, relega las necesidades de los jugadores a un segundo plano.
No obstante, también es justo considerar el lado humano del golfista profesional. Thomas, McIlroy y muchos otros deben asumir la exigencia de competir casi semanalmente, alejados de sus familias y expuestos a un alto nivel de exigencia física y emocional, todo por mantener vivo el espíritu competitivo y brindar espectáculo al público.
Lo cierto es que, más allá de las críticas, todo está listo para el PGA Championship, que se disputará del 15 al 18 de mayo. Una semana después, sin pausa, tendrá lugar el Charles Schwab Challenge, lo que obligará a los golfistas a afrontar el calendario con paciencia, profesionalismo y, sobre todo, mucho amor por su deporte.