DEPORTES
Fórmula 1: estrella del cine mundial condujo por dos años un automóvil de la categoría para la realización de su nueva película
La grabación de la película se realizó durante los últimos dos años.


El actor Brad Pitt, conocido por su versatilidad y dedicación a los personajes que interpreta, ha demostrado nuevamente su compromiso con la autenticidad en el cine.
Para su papel como piloto de la máxima categoría del automovilismo mundial en la esperada ‘Fórmula 1: La Película’, dirigida por Joseph Kosinski, Pitt llevó su preparación física y mental a un nivel nunca antes visto.

Durante dos años, el actor no solo se sumergió en el mundo de la velocidad y la adrenalina, sino que también se dedicó a aprender a conducir un auto de carreras, con el objetivo de hacer su interpretación lo más realista posible.
La película, que promete ser una de las grandes apuestas del cine deportivo, muestra la vida de un piloto de Fórmula 1, un mundo lleno de riesgos, sacrificios y desafíos.
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Para Pitt, asumir este rol no fue solo cuestión de estudiar guiones y practicar diálogos, sino de vivir la experiencia de ser un piloto.
En varias entrevistas, el actor ha comentado lo exigente que fue este proceso, mencionando que, a lo largo de estos dos años, tuvo que entrenarse tanto física como mentalmente. Esto incluyó largas horas al volante de un monoplaza de carreras, así como sesiones de simuladores para mejorar su manejo de situaciones de alta presión.
La Fórmula 1 no es solo una disciplina deportiva; es una forma de vida que exige máxima concentración y habilidades excepcionales de manejo. En este contexto, Pitt se sumergió en la rutina de los pilotos profesionales, no solo como un actor que interpreta, sino como alguien que busca sentir lo que sus personajes viven en la pista.
Para ello, se entrenó con ex-pilotos profesionales, quienes le ofrecieron una visión más precisa del trabajo que se requiere para competir en este exigente deporte. Según el propio actor, este proceso de adaptación le permitió comprender el sacrificio, la disciplina y la mentalidad que deben tener los pilotos para competir al más alto nivel.

Uno de los aspectos más sorprendentes de su preparación fue el uso de simuladores de carreras de última generación. Estos equipos de alta tecnología permiten a los conductores experimentar con escenarios realistas, sin necesidad de estar en una pista real.
A través de este método, Pitt pudo mejorar su capacidad de reacción y acostumbrarse a las velocidades extremas, lo que le permitió tener una experiencia más cercana a la realidad del piloto de Fórmula 1. Además, el actor también tuvo que someterse a entrenamientos físicos rigurosos, ya que el estrés físico de las carreras es una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los pilotos.