Este es el equipo de béisbol que tiene la bendición del papa León XIV rumbo a la Serie Mundial

Con el cierre del cónclave y el anuncio de Robert Prevost como el nuevo sumo pontífice de la Iglesia católica, una incógnita surgió entre los fieles: ¿mantendrá el papa la misma cercanía con el deporte como lo tuvo su antecesor, Francisco?

Lo de Francisco era apenas lógico. Creció en un contexto suramericano y, siendo argentino, con una rica tradición futbolera, por lo que nunca ocultó su amor por San Lorenzo de Almagro, del cual fue socio desde joven. Su fanatismo le permitió conectar con millones de personas que comparten la misma pasión por el fútbol, y lo convirtió en una figura aún más cercana para muchos creyentes.

Sin embargo, el nuevo papa, número 267 en la historia de la Iglesia, tiene una historia diferente. Nacido y criado en Chicago, Illinois, Robert Prevost representa una mezcla cultural particular.

Aunque Estados Unidos es una potencia deportiva, su forma de vivir el deporte dista bastante de la intensidad y fervor latinoamericano. Aun así, hay elementos que conectan al nuevo santo padre con esa pasión: vivió durante más de 40 años en Perú y ostenta la doble nacionalidad, lo cual también ha influido en su identidad deportiva.

En el caso del fútbol, el equipo que despierta la emoción de León XIV es Alianza Lima, uno de los clubes más grandes e históricos del fútbol peruano. Actualmente, Alianza compite en la Copa Libertadores y en el campeonato local, por lo que su popularidad y relevancia están en un punto alto, y eso sin duda le suma visibilidad al interés deportivo del nuevo pontífice.

Pero no solo el fútbol forma parte de sus pasiones. León XIV también es aficionado al béisbol, un deporte profundamente arraigado en la cultura estadounidense.

Aunque al principio surgieron rumores que lo vinculaban como seguidor de los Cubs de Chicago (los Cachorros de Chicago), fue uno de sus hermanos quien aclaró que, en realidad, es hincha de los White Sox. Esta afirmación se vio respaldada por una fotografía de 2005 que circula en redes sociales, en la que se ve a Prevost —aún con su nombre de nacimiento, Robert Francis Prevost— presente en la Serie Mundial de ese año. Curiosamente, esa fue la última vez que “The Sox” lograron obtener el título más importante del béisbol mundial.

Así, queda claro que el deporte seguirá de la mano con el papado. Esta afinidad no solo humaniza a la figura del santo padre, sino que refuerza el papel unificador del deporte, uno de los pocos espacios donde millones de personas se deberían congregar en paz, con entusiasmo y espíritu de comunidad. Sin duda, la fe y el deporte caminarán juntos, al menos por una generación más.