Deportes
Del patinaje a la innovación global: el colombiano que pone al país en el mapa del floorball
El floorball o unihockey es un deporte de equipo, practicado en pista cubierta. El objetivo del juego es meter una pelota plástica en la portería contraria usando un bastón ligero llamado stick. Cada equipo tiene cinco jugadores y un portero en la pista.

Cuando Samuel Romero fundó Eagles Skate hace más de una década, jamás imaginó que años después sería el artífice de un logro histórico: llevar a Colombia al Mundial de floorball en Suiza, un escenario reservado para potencias europeas.
Hoy, este gestor, entrenador y académico es símbolo de perseverancia e innovación.
Su camino no ha sido fácil. Empezó con talleres improvisados, sin equipos oficiales ni apoyo institucional. “Muchos pensaban que era una locura. Pero para mí, el deporte siempre ha sido un vehículo para los sueños”, afirma Romero.
Con paciencia, creó una red de entrenadores, capacitó docentes y fundó la Asociación Colombiana de Floorball, piedra angular de esta revolución deportiva que hoy comienza a dar frutos.
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El histórico debut en Suiza no es un hecho aislado. Samuel lleva años construyendo un ecosistema deportivo: desde el Club Eagles Skate, que forma patinadores de alto nivel, hasta la Copa Eagles, que reúne más de 1.200 atletas por edición y se ha convertido en referencia nacional.
Cada evento es una oportunidad para inspirar a las nuevas generaciones y demostrar que el deporte va más allá del podio.
Su impacto también es académico. Ha escrito un capítulo en un libro universitario, publicado siete manuales prácticos y dictado conferencias en universidades, convencido de que la educación y el deporte son aliados inseparables.
“No se trata solo de jugar, sino de aprender y crecer”, recalca Romero, quien ve en la formación integral un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier disciplina.
Romero quiere que lo logrado en Suiza sea el punto de partida para un cambio regional. Su plan incluye ligas escolares, alianzas internacionales y un semillero de talentos que garantice la presencia colombiana en futuros mundiales.
“Queremos que cada deportista tenga una oportunidad, sin importar dónde viva”, asegura con firmeza.
Este avance no solo fortalece el floorball, sino que impulsa la proyección internacional del deporte colombiano. Samuel considera que este tipo de logros contribuye a la imagen del país en escenarios globales: “Esto demuestra que, con creatividad y disciplina, podemos destacar en cualquier ámbito, no importa cuán nuevo sea”.
El reto ahora es consolidar el crecimiento. Para lograrlo, Romero trabaja en la consecución de recursos, formación de árbitros y creación de campeonatos locales que permitan darle sostenibilidad al proceso.
“Si queremos mantenernos, debemos construir una estructura sólida que involucre instituciones, empresas y comunidad”, afirma, convencido de que el trabajo colectivo es la clave del éxito.
Hoy, se destaca su labor como ejemplo de liderazgo y visión. Samuel sabe que aún queda camino por recorrer, pero tiene la certeza de quien cree en lo imposible.
“Este logro es de todos los que confiaron. Esto apenas comienza”, concluye.