Gastronomía
Colombia arrasó en los Gourmand Awards 2025: SEMANA conversó con Luis Ernesto Martínez Velandia, reconocido como autor del año
En su edición número 30, Colombia se destacó como el país más premiado del mundo hispano con 18 publicaciones galardonadas.

Colombia brilló con fuerza en los Gourmand World Cookbook Awards 2025, obteniendo un total de 18 publicaciones galardonadas en la ceremonia realizada en Cascais, Portugal, consolidándose como el país hispanohablante más premiado del evento. Estos premios, considerados los Óscar de la literatura gastronómica global, destacaron la riqueza, la diversidad y el rigor investigativo de las obras colombianas en múltiples categorías.
El diseñador gráfico, chef y docente Luis Ernesto Martínez Velandia fue una de las grandes figuras al ser nombrado autor del año. Martínez, reconocido por su trabajo en la preservación y difusión de las cocinas tradicionales colombianas, destacó con obras como Gastronomía en el siglo XIX y El secreto del ajiaco santafereño, que ganaron en categorías de historia culinaria y temas específicos.
Colombia también se impuso en otras categorías como fotografía gastronómica, con el libro Osses, De cero a cuatro mil ochocientos, y en la esfera académica con el Manual de etnografía culinaria. Publicaciones sobre economía solidaria, turismo gastronómico y hasta inteligencia artificial vinculada a la gastronomía fueron premiadas, evidenciando la diversidad de la literatura culinaria nacional.
Este reconocimiento global representa un hito para la industria editorial y cultural colombiana, reflejando el compromiso con la investigación, la narrativa visual y el orgullo por el patrimonio culinario, posicionando a Colombia como un referente esencial en la literatura gastronómica internacional. A propósito de los reconocimientos que obtuvo el país, SEMANA conversó con el ya mencionado Luis Ernesto Martínez Velandia.
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SEMANA: ¿Por qué considera que este año iba a ser el año de los premios para Colombia?
Luis Ernesto Martínez (L. E. M.): A pesar de que llevamos varios años participando de manera más lenta en concursos internacionales, ya había señales tempranas de que Colombia empezaba a destacar. Por ejemplo, en 2014 con el libro de los palenqueros, y en 2017, con el de Carlos Gaviria. Poco a poco, nuestro trabajo empezó a sonar más. Para 2023, luego de la pandemia, pensé que era necesario crear algo distinto, algo propio que promoviera la escritura gastronómica, y que esa expresión pudiera mostrarse fuera del país. Así surgió la idea del Premio Nacional de Escritura Gastronómica, que ayudó a abrir puertas y a que nos vieran con otros ojos. Cuando se rompió el récord mundial en nominaciones y premios, con diversos formatos literarios y un fuerte enfoque social, realmente me sorprendió, porque reflejaba que Colombia estaba mostrando algo distinto y muy valioso. Así empezamos a ganar mayor reconocimiento internacional.
SEMANA: Además de ser reconocido como autor del año, ¿qué otros premios recibió usted?
L. E. M.: Colombia recibió en total 18 reconocimientos en diferentes categorías dentro de estos premios. Muchos de esos proyectos los lideré o colaboré, como el libro Colombia a la mesa, que ganó como lo mejor en Latinoamérica; el proyecto Bogopedia, en el que trabajamos con Manuela Duitama y fue premiado como el mejor libro de historia culinaria; y mi libro La chigua, que recibió un reconocimiento especial de entre los mejores libros del mundo tras treinta años del premio. En resumen, casi la mitad de esos reconocimientos tuvieron mi participación directa, junto con el Ministerio de Turismo y otros colaboradores. Es un gran logro para Colombia y para el desarrollo de la literatura gastronómica en el país.
SEMANA: ¿Qué significado tienen estos premios para Colombia?
L. E. M.: Históricamente, hemos tenido poco apoyo institucional, especialmente para proyectos culturales e intelectuales que no sean espectáculos. Estos premios abren puertas hacia el exterior, hacia organismos como la FAO, que ahora observan quién está creando contenido sobre cultivo, turismo y gastronomía. Esto puede atraer inversión y apoyo para fomentar aún más la literatura gastronómica. Nos permite mostrar un potencial diferente, conectar a escritores y generar contenidos que den visibilidad internacional a lo que hacemos en Colombia. Es un reconocimiento que impulsa la gastronomía, el turismo y la cultura desde una perspectiva literaria y social.
SEMANA: ¿Qué mensaje le gustaría dejar sobre la importancia que tiene escribir sobre gastronomía y turismo?
L. E. M.: Es fundamental entender que cada historia gastronómica o cultural tiene valor y merece ser contada. No solo los libros más famosos, sino también las tradiciones y experiencias de personas comunes aportan a nuestra identidad. La escritura es una herramienta poderosa y económica para difundir nuestra cultura y promover el turismo. Además, estos relatos con enfoque social contribuyen al desarrollo regional y fortalecen la memoria colectiva. Quiero motivar a todos, desde escritores hasta cocineros y productores, a narrar sus experiencias porque eso potencia lo que somos y ayuda a que Colombia sea reconocido internacionalmente por su riqueza cultural y gastronómica. Es un motor que no debe apagarse.