Cultura
Uno de los datos más escalofriantes y terroríficos del cine: este momento en Poltergeist ocultaba un secreto macabro
El realismo de la escena de los esqueletos provino de restos auténticos, no de utilería.

Estrenada en 1982, Poltergeist se convirtió en una de las producciones más emblemáticas del cine de terror. La historia de una familia acosada por fuerzas sobrenaturales logró captar la atención del público por su atmósfera inquietante y escenas memorables.
Sin embargo, detrás de su éxito en taquilla y de su legado como clásico, se esconde una revelación que décadas después sigue generando escalofríos.
Una escena que escondía más que ficción
Uno de los momentos más recordados del filme es la secuencia en la que la actriz JoBeth Williams cae en una piscina de barro, mientras esqueletos emergen a su alrededor. Su rostro de angustia no fue producto de la actuación ni de un efecto de maquillaje especialmente realista: el terror era auténtico.
En 1982 en la cinta de "Poltergeist", esqueletos humanos reales fueron usados como accesorios sin el conocimiento de los actores. El maestro de utilería tomó la decisión de adquirir esqueletos reales de una empresa de suministros médicos y científicos, para ahorrar presupuesto. pic.twitter.com/ir4uNVyCFD
— Cara de Zombiiee 🧟 (@zoombieebooy) April 4, 2024
El motivo es que aquellos huesos no eran réplicas creadas en un taller, sino restos humanos verdaderos. Esta decisión del equipo de producción provocó un fuerte impacto cuando se conoció la verdad.
La explicación del especialista en efectos
Con el tiempo, Craig Reardon, responsable de los efectos especiales, admitió bajo juramento que había adquirido cerca de 13 esqueletos auténticos.
Según relató, estos eran vendidos para fines educativos y se utilizaban en universidades, especialmente en clases de anatomía. Provenían principalmente de la India y eran considerados objetos de estudio biológico. Para adaptarlos a la estética de la película, el equipo los recubrió con masilla y otros materiales, logrando que lucieran como cadáveres en descomposición y no como piezas limpias de laboratorio.
Una secuela marcada por la superstición
El descubrimiento de este detalle perturbador caló hondo en los actores y el resto del equipo. Muchos consideraron que esta práctica era irrespetuosa y que incluso podría traer malas energías.
POLTERGEIST (POLTERGEIST. Tobe Hooper, 1982) es la película que hizo que todos le tuviéramos miedo a la televisión. Un clásico de terror de casas encantadas con un ritmo perfecto y unos efectos visuales que siguen siendo aterradores.
— Películas, películas (@elpelicultista) August 18, 2025
Dime que no te dio miedo cuanto la viste. pic.twitter.com/NG0d6vQ6tN
Por esa razón, cuando comenzó la grabación de la segunda entrega, Poltergeist II: The Other Side, los realizadores tomaron una medida inusual: realizaron una ceremonia de purificación. La limpieza espiritual estuvo a cargo del actor Will Sampson, miembro de la tribu indígena Muscogee, quien buscaba alejar cualquier influencia negativa que pudiera estar asociada a los restos utilizados en la primera cinta.
A lo largo de los años, esta historia se ha convertido en parte de la leyenda negra que rodea a Poltergeist. Para muchos, el hecho de haber usado esqueletos reales reforzó la atmósfera maldita que acompaña al filme, una obra que dejó huella no solo en el género del terror, sino también en las anécdotas más inquietantes de Hollywood.