Memoria social
Una sensible muestra, una ‘playlist’ y un ‘post’ nos hicieron reflexionar sobre habitar espacios en Colombia
Partiendo de la exposición fotográfica de Alberto Saldarriaga en la Biblioteca Luis Ángel Arango, los equipos de difusión, difusión musical y redes de BanRep Cultural articularon una hermosa colaboración que emocionó a decenas de miles.

El pasado 12 de julio, el Instagram de la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) sorprendió al país entero con un post objetivamente genial, porque lo emocionó. Si tiene dudas, experiméntelo como colombiano, y luego vea los comentarios para ratificarlo.
Este tomó partido de la colección fotográfica de Alberto Saldarriaga que tiene el Banco de la República, de La experiencia de habitar: Alberto Saldarriaga Roa y la arquitectura (la exhibición de dichas fotografías en la BLAA, que aún puede ir a vivir) y de una playlist maravillosa. Para muchos, fue el primer contacto con la particular mirada del arquitecto, desde una sensible curaduría, y en unión con música y sus letras se hizo inolvidable.
“Gracias a la curaduría de @donoloponho (Daniela Peña) le damos ritmo a las imágenes que por décadas tomó Alberto Saldarriaga para pensar el habitar como una experiencia vital, política y cotidiana, porque cómo decía él mismo: ‘Aprender arquitectura es aprender otra forma de música’”, expresó la cuenta de la biblioteca, explicando esta creación colaborativa. De la idea de promover una muestra fotográfica nació una playlist musical y un post que todo logró hilvanar y exaltar.
Al respecto de la música y de la hechura de esta playlist, consultamos a Daniela Peña Jaramillo, quien la concibió. Música de profesión, activa en conjuntos como el Ensamble Barroco de Bogotá, Jaramillo es una académica consumada y es la encargada de comunicaciones, contenidos y editorial de la sección de música de subgerencia cultural del BanRep.
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Ella nos habló sobre esa búsqueda musical tan atada a las imágenes del Saldarriaga. La idea, aclara, vino del departamento de divulgación de BanRep Cultural y una community manager creó el post merecidamente viral. Todo fue hecho de manera colaborativa. Además, cuenta, “le pedí ayuda a una amiga que que hizo el trabajo de catalogación de las fotos y me ayudó a entender el tema de la arquitectura popular”, y en cuanto a lo estrictamente musical, “pedí ayuda a personas que me dieron ideas chéveres, me hablaron de música que yo no conozco y no suelo escuchar”.
Al completarla, pasó esa playlist a la oficina de divulgación y al equipo de redes. En ese punto, Valentina Puerto, la encargada de la publicación, cogió canciones de la playlist y las unió con algunas fotos. “Ese fue el éxito de la publicación”, dice Peña, “eligió muy bien las canciones que tuvieran que ver con las fotos y eligió muy bien los pedacitos de las letras para que fueran mucho más evocativas, porque esa transversalidad de imagen y sonido puede evocar muchísimo”. En ese sentido, Peña refuerza la idea de que fue un trabajo que sumó varias voces.
Las músicas posibles
“Lo armé por secciones, por conceptos”, cuenta Peña Jaramillo. “La primera canción que puse fue “La vamo a Tumbar”, porque todo el mundo la conoce y es la referencia más directa a una casa construida, autoconstruida, autogestionada. Y evocan mucho la fotografía de Saldarriaga, esas casas hechas por las personas que viven ahí, tan colombianas y latinoamericanas. Y como es conocida, le iba a dar el flow a todo. Habla de los materiales y de la casa, “la hice con sacrificio, con guayacán”; y también menciona la fiesta, para hablar del lugar donde se vive como espacio para la celebración. Y habla de algo que de ser privado pasa a ser público. Eso me pareció muy chévere”.

“Y aproveché para seguir con música del Pacífico, con canciones que hablan sobre habitar esa región, sobre todo el río y el mar, porque hay muchas casas sobre agua”, explica, “estas casas palafito, las casas de los pescadores, porque los pescadores viven más en el río, en el agua, que en la tierra. Le dediqué toda una sección a esto”. En esta incluye “El Pescador” de Rubén Blades y Pete Rodríguez, y “Los Hombres del Río” de Mercedes Sosa, invitados que complementan muy bien los sonidos locales de Herencia de Timbiquí, Grupo Niche y ChocQuibTown.
Luego, Peña engancha con la intemporal “La casa en el aire”, quizás más metafórica y evocadora. “Es otra de las canciones que todo el mundo consideraría para una playlist sobre casas. Tenía que estar ahí”, sentencia.

Desde ese punto, su foco escucha al campo. “Pasé a a una tanda de carranga, que habla sobre sobre habitar el campo y sobre los campesinos. Y enlacé con la zona andina, la más nutrida de la playlist. En estas canciones se habla de casa, de la nostalgia, de los paisajes y los objetos. También habla mucho de la violencia en los años cincuenta, y sobre el desplazamiento y los silencios que quedan en la casa después de vivirla“.
Quizá por contraste natural, siguió entonces con sonidos de música tropical, música antillana y salsa, “que habla de diferentes tipos de casa en diferentes lugares. Y retoma la idea de la casa como un lugar de celebración, de vivir pero también de hacer fiesta, de juntarse con los amigos, de cocinar. Se abordan las ciudades como lugares donde se habita y se vive también”.
Sesenta canciones sobre habitar a lo colombiano
Luego, Jaramillo sumó una tanda de canciones que habla sobre casas viejas, habitando la nostalgia de cómo eran. “Es una música supermelancólica, supertriste”, cuenta. “Uno oye y se pone a llorar así uno nunca haya vivido en una casa así. Entonces hablé de esas casas viejas y enlacé con con canciones que hablan sobre pueblos, fincas, objetos de nostalgia: la taza de café, este tipo de cosas como objetos, símbolos, que lo remiten a uno a casas y a casas de la infancia”. Fluyen sonidos de Velosa y los Carrangueros del 25, de Silva y Villalba, de Darío Gómez y Aries Vigoth.

Es algo muy evocador. Y lo percibí mucho en los comentarios de la playlist, que hablaban de cómo revivió recuerdos y desbloqueó memorias en la gente. Visitar esa sensación de sentirse en un lugar seguro, cuando uno era chiquito, con olores de café, de desayuno, de pan, todo eso... Entonces, hice esa partecita así”.
La curadora musical avanzó en su ejercicio hacia la música que tocara el habitar lugares complejos, barrios violentos, vivir en la calle. Y esto lo hace “porque la exposición habla de los ‘no lugares’. Entonces, hay varias canciones sobre barrios latinos, que hablan de temas sociales desde el concepto de habitar”. Para ella, “tenía que existir porque acompaña una forma de habitar ese lugar que es la calle”.
“Hacia el final”, explica, “sumé algunas canciones, más salidas de el tema colombiano, que hablan de de la casa, del hogar, de una forma como más metafórica. Entonces está “Vecino” de Kevin Johansen, que es muy buena. El vecino acá también es una figura muy importante (todo el mundo se dice Veci) e implica verse en el otro. Y eso también es habitar.
En otras canciones se toca el papel de la mujer y del hombre en la casa y se habla de cómo las casas influyen también en las relaciones a nivel romántico: entonces ahí entró Juan Luis Guerra. Y como la casa también sirve como una metáfora de una nación, ahí está Silvio Rodríguez", comparte.
“Intenté capturar formas de canto sobre las diferentes formas de habitar que existen, que son muchas y que se se ven reflejadas en las fotos de Saldarriaga. Reflejan la experiencia de habitar en Colombia, en Latinoamérica en general”.

La idea era hacer un recorrido por por varios de los conceptos que tiene la exposición. Al final quedaron 60 canciones, y me parece genial que tanta música hable sobre eso; eso representa que habitar es algo muy importante para todo el mundo.
En Colombia se vive de muchísimas formas y diferentes géneros hablan de eso mismo. Se tejió una red desde las fotos, porque las que hablan son las fotos: y yo quería mostrar que esas fotos pueden sonar de muchas maneras. Una misma foto de un solo lugar puede sonar de muchas maneras y hablar de muchas maneras a diferentes personas, dependiendo de la experiencia de habitar", concluye.

La muestra
La experiencia de habitar: Alberto Saldarriaga Roa y la arquitectura es una exposición temporal de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República que abrió al público el 5 de diciembre de 2024 y aún puede visitar. Se divide en tres ejes que dan cuenta de cómo el ser humano se relaciona con los espacios: El cuerpo y lo privado, La construcción del mundo y Los modos de habitar.

Exponerse a las fotografías de Alberto Saldarriaga es abrir la puerta a reflexiones y preguntas sobre el placer y el dolor existente en la relación entre el hombre y los lugares habitados. No se pierda la experiencia.