HOMENAJE

Un año más sin la presencia de Escalona

En Valledupar se conmemora, con diferentes actos, la partida de uno de los más grandes compositores del vallenato.

13 de mayo de 2016
En 1968 Rafael Escalona fundó el Festival de la Leyenda Vallenata junto con el expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen y Consuelo Araújo Noguera. | Foto: Archivo Semana

Ya son siete años sin la presencia física del maestro Rafael Escalona Martínez, uno de los más grandes compositores del vallenato. Sin embargo, su obra permanece y sus hijos programaron una serie eventos en Valledupar, para recordar al autor de éxitos como La Casa en el Aire, El mejoral, Jaime Molina, El hambre del Liceo, entre otros.

Este viernes a las 9:00 a. m. empezó el homenaje con una ofrenda floral en la tumba de Escalona, ubicada en el Cementerio Central de Valledupar. Algunos de sus 16 hijos le llevaron varios ramos de flores que iban acompañados de notas musicales de varios reyes del Festival de la Leyenda Vallenata.

También, en los centros comerciales Mayales Plaza y Guatapurí, se exponen unas instalaciones fotográficas que recogen la vida y obra de Escalona con imágenes capturadas por los hijos y amigos de este juglar del vallenato. Y a las 6:00 p. m. se llevarán a cabo celebraciones eucarísticas en las iglesias La Concepción, San Martín y Dangond.

El homenaje a este grande de la música vallenata se extenderá hasta el primero de junio con un concierto en el que participarán reconocidos artistas de este folclor. En esta oportunidad, las canciones de Escalona se escucharán en guitarra y violín. Pero la gran celebración se realizará el próximo año cuando se cumpla el natalicio número 90 de Escalona.

El cantautor nació el 26 de mayo de 1927 en el municipio de Patillal (César). Comenzó su carrera en los años 40, cuando apenas se consolidaba el vallenato. En aquella época escribió temas como ‘El profe Castañeda’ y ‘La enfermedad de Emiliano’. Más adelante alcanzaría a todo tipo de público con canciones como ‘La resentida’ y ‘El almirante Padilla’.

Los amigos de Escalona siempre lo definieron como alguien noble, impecable en sus composiciones, en las que siempre incluyó a sus seres queridos, tal como se puede oír en canciones como ‘El testamento’.