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Reseña de ‘The Pitt’: el caos de la unidad de Urgencias, a corazón abierto, en esta serie obligada

Exige algo de estómago, pero en su frenético relato de una hora tras otra en un turno nocturno atendiendo emergencias, esta serie de Max atrapa para no soltar nunca más. La protagoniza un viejo conocido doctor de la pantalla chica, Noah Wyle, que regresa a liderar esta rotunda producción.

Alejandro Pérez Echeverry
12 de marzo de 2025, 8:18 p. m.
Mr. Milton still has no pulse. Whitaker won’t give up. (Warrick Page/MAX)
El joven doctor Whitaker no se rinde tratando de salvar una vida; su primer turno en esta sala de Urgencias le depara muchas lecciones. | Foto: Warrick Page/MAX

Antes de recomendarles esta producción, debo aclarar algo. Mi tolerancia a ciertos aspectos visuales y sensoriales del proceso médico es elevada. Pasé por una sala de cuidados intensivos y viví un proceso como paciente que aún me marca. Y creo que soporto un poco más que la persona común en lo que respecta a imágenes relacionadas a temas del cuerpo, como fluidos, sangre, aperturas y heridas de distinta naturaleza. No me dejan de ser chocantes, pero no lo son tanto como lo eran antes de pasar por allá... y saber que en cualquier momento puedo volver también me hace verlo con cierta familiaridad.

Lo menciono porque la serie recomendada de esta semana puede retar a los más sensibles en ese aspecto (el explícitamente fisiológico), pero ojalá no los aleje, porque es mucho más que eso. The Pitt ofrece una exploración humana de quienes ejercen sus profesiones en una unidad de Urgencias. Lo hace con la crudeza necesaria pero también con las dosis de humor negro y humanidad que exige sobrevivir en tal marco. Lejos de la romantización (y también del romance, del que hay muy poco porque ya todo lo acaparó Grey’s Anatomy), la serie plantea una dosis intravenosa de lágrimas, adrenalina y dilemas éticos y morales. Así se hace televisión obligada.

THE PITT
Un viejo conocido de 'ER', Noah Wyle interpreta con total entrega al Dr. Robinavitch, 'Dr Robby', un tipo talentoso, atormentado por la época del covid, que sabe que sin su enfermera jefe no lograría mayor cosa en esa brutal Unidad de Urgencias. | Foto: Warrick Page/MAX

En términos temporales, The Pitt se fija en esta época posterior a una pandemia que dejó cicatrices psicológicas en la población y en mucho del personal médico, que perdió parte de la cabeza y a demasiados colegas. La serie no se precia ni del uso indiscriminado de gore inherente a la práctica médica en Urgencias ni abusa de los traumas que sufren sus profesionales, pero no se aleja del caos que representa este trabajo a todos sus niveles: físicos, emocionales, personales, laborales, familiares y sociales.

Miramos entonces acá a las condiciones imposibles de ese trabajo, tan necesario para la sociedad y tan poco agradecido por la misma. Miramos a estos doctores y doctoras, a estas enfermeras y enfermeros, a estos empleados y paramédicos, experimentados y jóvenes, y miramos también al universo de pacientes, porque en ese contacto sucede el drama y se dibuja la línea entre la vida y la muerte. En ese contacto también se revelan muchos de los problemas que hoy enfrentan los y las profesionales de la salud, que van desde los ataques de pacientes intolerantes hasta la dificultad de formar familias.

THE PITT
Doctores de varias generaciones oscilan entre la cooperación total y el conflicto. El nivel de anestesia emocional que exige ser doctor pasa al tablero. | Foto: Warrick Page/MAX

Los seguimos a estos hombres y mujeres ejerciendo / aprendiendo / educando / trabajando / sobreviviendo un sistema que les pide mejores puntuaciones de servicio pero recorta posiciones. Los seguimos en sus motivaciones, mientras tratan de salvar vidas con decisiones que exigen ser tomadas en pocos minutos o segundos. Y los vemos chocarse contra ese sistema tan repetidas veces como contra la línea entre lo “correcto” y lo que se puede hacer.

Y, reflejando la vida misma (quisiera decir uno que exageradamente, pero no lo es tanto), la serie va desplegando su ramillete de eventualidades humanas. Vemos a dos personas que tienen dificultad en asimilar que es hora de dejar morir a su padre, porque ya no tiene más vida que la que le entregan los respiradores artificiales. Vemos a un joven que sufre las consecuencias de una pastilla con fentanilo, y lo que sufren sus padres, que no entienden cómo llegó a estar ahí. Y, entre muchas cosas, es posible que a esa unidad de Urgencias le toque lidiar con algo demasiado que se ha vuelto paisaje en Estados Unidos, las consecuencias de un tipo suelto con un arma, disparando a matar y lastimar a decenas.

Los creadores de esta experiencia escogieron narrar también de manera peculiar, para gran efecto. Porque vemos lo que sucede hora tras hora, empezando a las 7 a.m., durante quince horas consecutivas. De ahí los quince capítulos de su primera temporada. Afortunadamente habrá segunda, lo cual es un milagro en el clima actual del streaming, donde cancelar es la normativa.

Este turno es el de una sala de Urgencias en un hospital de Pittsburgh, una ciudad más bien trabajadora y de cultura acerera, en el estado de Pensilvania. El turno es supervisado por Michael Robinavitch (el ‘Dr. Robby’), interpretado por un viejo conocido que impulsó el show, Noah Wyle. Por décadas, Wyle interpretó a un joven doctor en le serie ER y ahora, en esta, ve una especie de continuación desde una perspectiva mayor.

THE PITT
Entre las muchas temáticas que se abordan en The Pitt, con respecto a sus pacientes, está el tema del fentanilo, que cobra víctimas en lugares inesperados. | Foto: Warrick Page/MAX

No está solo, pero lo hace increíblemente bien en el rol central de la serie (es difícil pensar en un rol más exigente). Vale destacar también a Katherine LaNasa (recordada en Seinfeld como la agente de Policía que interroga al comediante sobre Melrose Place), en el rol de la enfermera jefe Dana Evans, entre muchos otros talentos, varios de ellos jóvenes. Porque el turno también es el primero de una nueva camada de doctores estudiantes, que, como el espectador, se familiarizan a la brava con la manera en la que funciona ese lugar de dramas y milagros cotidianos.

La serie original de Max viene estrenando episodios semanales hace dos meses, y le queda “la mitad del turno”, con cinco capítulos por emitirse. Si no la ha visto, está justo a tiempo para sumarse a una ola verdadera emocional.

La opción europea: Berlín ER, o, Berlín: entre la vida y la muerte

Apple TV+ viene de estrenar también su serie, y se puede decir, habiéndola empezando, que hay una apuesta estilística más cruda aún, desde los sets, el arte, la iluminación, la fotografía y los movimientos de cámara (en algo reminiscentes de Corre, Loca, Corre). Este hospital es aún más guerrero que el The Pitt, y al menos uno de los doctores está fuera de sus cabales (¿quién no conoce a un doctor así?). Mientras armamos una opinión más profunda, compartimos la sinopsis.

Berlín: entre la vida y la muerte
En 'Berlín: entre la vida y la muerte', la joven Dra. Parker llega desde Múnich a un lugar que la bombardea con duros retos.

“Dirigir la caótica sala de emergencias del hospital más difícil y saturado de Berlín no es tarea fácil para la joven Dra. Parker, que busca un nuevo comienzo en la gran ciudad después de que su vida personal se derrumba en Múnich. Cuando intenta implementar las reformas necesarias, Parker se enfrenta con la resistencia de un personal con bajo salario, mal equipado y con fatiga crónica que sólo consigue hacer frente a la realidad con una dosis indispensable de humor negro. Sin embargo, ante un sistema de salud cada vez más despiadado, este equipo vapuleado debe dejar de lado sus diferencias y trabajar en equipo para salvar vidas”, dice el servicio de streaming de la manzana en su página.