Cultura
¿Qué salmo de la Biblia leer para pedir prosperidad y abundancia?
Esta poderosa plegaria es muy reconocida por los milagros realizados por Dios.
Constantemente, las personas están en busca de la prosperidad y la abundancia, dos factores esenciales en la vida del ser humano que lo ayudan a tener una mejor calidad de vida en todos los aspectos. Sin embargo, no siempre están presentes, por lo que los fieles creyentes buscan la ayuda a de Dios por medio de la oración.
En las sagradas escrituras, hay poderosos salmos, ideales para atraer la abundancia y la prosperidad a la vida de cada persona. Estas plegarias ayudan concertarse con Dios para recibir todas sus bendiciones y llenar el corazón de esperanza, fe y amor.
El portal web la Oración Diaria señala que uno de los salmos más importantes para pedirle a Dios por estas dos bondades es el salmo 144, que también es muy reconocido por sus milagros.
Salmo 144
1. Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra;
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2. Misericordia mía y mi castillo, Fortaleza mía y mi libertador. Escudo mío, en quien he confiado; el que sujeta a mi pueblo debajo de mí.
3. Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes?
4. El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa.
6. Despide relámpagos y disípalos, envía tus saetas y túrbalos.
7. Envía tu mano desde lo alto; redímeme, y sácame de las muchas aguas, de la mano de los hombres extraños,
8. Cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira.
9. Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; con salterio, con decacordio cantaré a ti.
10. Tú, el que da victoria a los reyes. El que rescata de maligna espada a David, su siervo.
11. Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira.
12. Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;
13. Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;
14. Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas.
15. Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
Al recitar este salmo, es importante estar en un lugar tranquilo con el que se pueda conectar directamente con Dios, para recibir el favor solicitado. Adicional a ello, se aconsejan también orarle al arcángel San Miguel, para la ayuda divina en el camino hacia el éxito:
“Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente, te rogamos te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección, adelantemos cada vez más en el servicio del Señor. Que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad. Amén”.