Oraciones
Oración papal para agradecer y pedir a Dios por los abuelos
“Mira con amor a los abuelos de todo el mundo”, clamó el papa Benedicto XVI a Dios en la oración de su autoría.
Los abuelos son parte fundamental de las familias en la mayoría de hogares del mundo, y su figura está asociada en muchos casos a la ternura, el consentimiento y la sabiduría, por eso, dentro de las oraciones propuestas por el fallecido papa Benedicto XVI, este dedicó una de ellas a las peticiones y gratitud por estos.
Salud, paciencia e incluso entrega de sus vidas en momentos próximos a la muerte, hacen parte de esta oración que ha sido catalogada cómo ‘bellísima’, en la que el pontífice evocó incluso, en su diálogo con Jesús, a los abuelos de este; Joaquín y Ana, los padres de la virgen María.
En su oración, el papa también reconoció a los abuelos como ‘baluartes’ de la fe y de los ideales hogareños.
El papa estableció que en dicha oración, que puede ser tomada como referencia para que usted pida por sus abuelos, para declarar, entre otras cosas, que clame también porque sus abuelos puedan ser acogidos hasta el día de su muerte.
Tendencias
Esta es la oración escrita por el papa para los abuelos:
Señor Jesús:
Tú naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana.
Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
¡Protégelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias,
para la Iglesia y para toda la sociedad.
¡Sostenlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica,
custodios de los nobles ideales hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y valentía,
que transmitan a las generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos.
Que jamás sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años de vida que les concedas.
María, madre de todos los vivientes, cuida constantemente a los abuelos,
y con tus oraciones obtén que todas las familias se reúnan un día en nuestra patria celestial,
donde esperas a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin.
Amén.