Música
Mogwai regresa con el potente ‘The Bad Fire’: charla con Stuart Braithwaite sobre 30 años de música y dolores
Entre el notorio y glorioso muro de sonido que sabe conjurar y nuevas exploraciones nacidas de experiencias infernales, la banda escocesa presenta nueva música, en un disco de diez canciones que llegan al corazón para reconocerlo en sus alegrías y tristezas.
Tuvimos el privilegio de hablar, una vez más, con Stuart Braithwaite...
En primer lugar, porque Braithwaite integra Mogwai, una banda irrepetible en el mundo del post-rock, que nació hace 30 años, en 1995, para representar la contracultura en un mundo dominado por el britpop, y que ante los embates del tiempo y de las tendencias prueba que su arte es intemporal. Estrenan disco, y no sorprende, es un trabajo sentido, con diez valiosas canciones que se guardan cada una sus momentos memorables.
En la banda, las guitarras de Stuart suman de forma potente al sonido supersónico y casi espiritual del conjunto; todos lo hacen en su justa medida. Mogwai mueve a la gente con corazón, así no sea su género, porque a su música atmosférica de crescendos modulados y estallidos el alma le sale por los poros. Esto quizá se deba a que, como lo han mencionado, son perfectamente calvinistas en reprimir sus sentimientos.
Para entender su dimensión sónica, solo hace falta escuchar himnos de su carrera como “Mogwai Fear Satan” (glorioso cierre de su álbum de 1997, Mogwai Young Team), o canciones más recientes como “Drive The Nail” (de su As The Love Continues, de 2021), entre decenas de enormes canciones. Hablamos con él, además, porque siempre ofrece una perspectiva diferente.
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En Colombia no hemos tenido la oportunidad de experimentar a Mogwai en vivo, y ojalá se dé algún día. Se dice que son conciertos inolvidables. Pero la música habla de todas formas, a la distancia presencial o en la cercanía absoluta e íntima del disco. Esta música no necesita de nada más y, cuando se trata de estos músicos, sirve la catarsis con música necesaria para los tiempos.
Braithwaite (nacido en Dalserf, South Lanarkshire, el 10 de mayo de 1976) nos saluda vía Zoom mientras camina las calles de Glasgow, emocionado por compartir con el público The Bad Fire, el undécimo trabajo de Mogwai. La agrupación le ha representado un recorrido de vida con amigos que son hermanos, con los que ha gozado, compuesto música, viajado por el mundo, pero con los que también ha sabido sufrir.
Este trabajo da buena cuenta de ello, pues surgió en circunstancias fuertes. La hija de Barry Burns, el teclista, luchó por sobrevivir, y necesitó un trasplante de médula ósea, un hecho que los marcó. La última vez que les hablamos, la pandemia recién soltaba a la humanidad y le permitía respirar de nuevo. En esta ocasión, la banda respira que una de las jóvenes integrantes de la familia esté bien. Pero fueron días infernales, eso no lo ocultan.
Acerca de este notable nuevo trabajo, producido por el talentoso John Congleton (quien ha trabajado con Explosions In The Sky, Sigur Rós, John Grant y muchos más actos musicales vanguardistas), sobre una trayectoria de 30 años y más temas de actualidad sociopolítica y cultural, esto nos dijo.
SEMANA: Stuart, genial volver a saludarlo. Cuéntenos, ¿hay algo que sepa de Colombia y lo intrigue? ¿Cómo le ha ido en Suramérica?
Stuart Braithwaite: De Colombia sé que hay un excelente skateboarder de allá, David González. Eso sé, y que no hemos estado allá. En los lugares de Suramérica que hemos visitado nos ha ido increíble.
SEMANA: Tengan a Colombia en cuenta, en el radar...
S.B.: ¡Iremos mañana si nos lo piden!
SEMANA: Antes de abordar la música, ¿cómo ve el mundo en este 2025?... Todo parece irse al carajo, ¿a qué esperanza se aferra?
S.B.: La gente joven me da esperanzas. Creo que de lo peor de la humanidad que ofrece este mundo, usualmente viene de gente de edad. Los jóvenes son bastante distintos. Ahí veo una esperanza: espero que la juventud nos salve. Son más inteligentes de lo que se cree.
SEMANA: ¿Qué nos puede compartir del momento que se vive social y culturalmente en Escocia?
S.B.: Este país está en un buen lugar ahora, creo. Políticamente, preferiría que fuéramos independientes, pero tenemos un Gobierno decente, especialmente comparado con la mayoría de Gobiernos. Y por el lado de la cultura, la cultura escocesa también vive un buen momento, muchas cosas buenas están saliendo de este lugar.
SEMANA: La música de Mogwai, como ninguna otra, encapsula la magia y la tragedia de la existencia. Es una contemplación sónica. Para ustedes, ¿ha cambiado como sienten la música?
S.B.: Para ser honesto, no. Ante la música, me siento muy similar a lo que sentía cuando empezamos. Sí, estos días tocamos en lugares más grandes y tenemos la fortuna de viajar más con nuestro sonido, pero la sensación y el sentimiento hacia la música es básicamente el mismo.
SEMANA: Completan 11 álbumes de estudio, mucho camino recorrido, ¿cómo evitan que el proceso se haga mecánico? ¿Cómo agitan sus métodos? ¿La vida se encarga de hacerlo?
S.B.: Cada disco es distinto, te encuentra a ti en otro lugar, en un punto diferente de tu vida. En ese sentido, me siento bien con nuestro método. Jamás he pensado en que esto se ha puesto aburrido. Somos afortunados, la gente aún quiere escuchar nuestra música, y esa es una posición privilegiada, sin duda.
SEMANA: The Bad Fire ha sido forjado por situaciones personales. ¿Cómo se dio ese proceso?, ¿cambiaron sus prioridades?
S.B.: Sí, lo hicieron. Perdimos a muchos amigos, que fallecieron, y a mucha gente que trabajaba con la banda. Además, la hija de Barry, nuestro pianista, se enfermó mucho. Pasó más de un año en el hospital. Afortunadamente está mucho mejor, pero en este punto es de lo más duro que ninguno de nosotros había vivido. Y como somos un grupo de amigos, fue horrible para Barry, pero nos impactó a todos. Fue durísimo.
SEMANA: Esa posición privilegiada que mencionaba también les permite exorcizar mucho dolor mediante la música... ¿Hay algo que se le compare a ese poder?
S.B.: La música sí te afecta, y lo hace así la toques o la escuches. Te da un escape de tu normalidad. Y si es muy dura tu vida, poder trascenderla por un momento con música es grandioso.
SEMANA: Entrando a hablar de este gran trabajo nuevo, hay canciones por las que quisiera indagar, empezando por “Hi Chaos”...
S.B.: Para mí, es la mejor del disco. Es una canción muy especial en la que hay algo de Mogwai viejo, pero también un aire sonoro nuevo. Me alegra mucho “Hi, Chaos”, fue una de las primeras que tocamos juntos, como banda, después de reunirnos de nuevo. La escribió Barry, y juntarnos y tocarla se sintió como un momento especial. Me parece genial que eso se haya transmitido en el disco.
SEMANA: Gracias por compartir. Cuéntenos también sobre “If You Find This World Bad, You Should See Some Of The Others”... gran canción con otro de sus grandes títulos...
S.B.: El título, de hecho, viene de un discurso que dio el escritor de ciencia ficción Philip K. Dick en los años setenta. Lo dio, creo, cuando recibía un reconocimiento. Él tenía ideas bastante salvajes sobre dimensiones diferentes, sobre quién estaba muerto y quién estaba vivo. Recomiendo mucho ir y buscar ese discurso. Es muy psicodélico. La canción, en sí, nació de una idea con la cual no planeaba hacer nada, pero mi mujer la escuchó mientras la hacía un demo, y dijo: “A la gente le va a fascinar”. “¿En serio?, no es tan buena”, dije. Fue ella quien me llevó a no borrarla, y me tiene contento ese aire casi épico que logramos, es un noise jam como en los viejos tiempos.
SEMANA: Este disco fue producido por el talentoso John Congleton. Cuéntenos del trabajo con John, de cómo impactó la música...
S.B.: A John lo conocí en Los Ángeles, y, de nuevo, mi mujer influyó. Es una gran seguidora de su trabajo, de muchos de los discos que ha grabado. Y sabíamos que era seguidor de Mogwai. John ha trabajado con bandas de muchos amigos, y necesitábamos a alguien que viniera a Escocia, pues por lo que atravesaba Barry no podíamos viajar. Y no tuvo problema en montarse al avión, saltar el charco, venir y grabar el disco. Fue una gran influencia en el disco, sumó mucha energía, muchas ideas y además es muy gracioso. Eso siempre ayuda.
SEMANA: Cuéntenos sobre The Bad Fire, sobre ese nombre...
S.B.: El título remite a una frase escocesa que se usa para hablar del Infierno, y que se le suele decir a los pequeños. Es más bien algo curioso, gracioso de nuestra infancia…
SEMANA: ¿Cómo son las dinámicas de componer y de grabar en Mogwai?
S.B.: Solemos escribir cada uno por su cuenta, y luego reunirnos para trabajar los arreglos y terminar las canciones. La escritura es solitaria.
SEMANA: ¿Se dan choques entre ustedes en ese proceso creativo?
S.B.: No chocamos. Somos muy relajados en ese proceso. Si a alguien no le gusta una idea, nos inventamos una nueva, no es el fin del mundo.
SEMANA: De esa juventud que mencionaba, ¿alguna que toque buena música?
S.B.: Mi esposa es música. Su nombre artístico es Elizabeth Elektra y su música es realmente genial. La escucho mucho, honestamente, trabaja mucho su arte. Y hay bandas en nuestro sello que valen mucho la pena, como Kathryn Joseph, Sacred Paws y Cloth. ¡Estoy rodeado de mucha de esta gente haciendo música!
SEMANA: ¿El sello triunfa? ¿Qué tan complejo es mantener un sello andando en estos tiempos?
S.B.: No sé si diría que triunfa. Honestamente, es muy duro tener un sello independiente en 2025, pero estoy seguro de que hemos lanzado un montón de buena música. Y esa es la parte más importante.
SEMANA: ¿Qué libros lee estos días? ¿Qué cultura absorbe?
S.B.: Estos días leo el libro sobre Lawrence, el cantante de la banda Felt (A Year with Lawrence, de Will Hodgkinson), es un libro genial. También estoy leyendo mucho de David Peace, que escribe sobre Yorkshire en los años setenta. ¡Son thrillers muy buenos!
SEMANA: Si lo obligan a usar la inteligencia artificial para hacer música, ¿qué orden la impartiría?
S.B.: Le diría que vaya a buscar un ser humano. No me convence la idea de que los computadores serán capaces de hacer buena música.
SEMANA: Por último, sé que hizo la banda sonora de una miniserie excelente como Black Bird (Apple TV+), ¿qué tal le fue?
S.B.: Fue una experiencia excelente. Dennis Lehane, el escritor del show, es un tipo serio de Hollywood, ha hecho grandes cosas y también ha escrito muy buenas novelas. Trabajar con él fue fantástico. El resultado me enorgullece, creo que es mi favorita de las bandas sonoras que hemos hecho.