Música

“Estoy uniendo mundos. Me doy cuenta de que estamos cerca”, dice el gran guitarrista wayú Henry Pimienta Pushaina

El guajiro viene sembrando una semilla de conexión en el país y en la propia juventud de su cultura por medio de su guitarra y su música trascendental, a la vez wayú y sin geografía. Hablamos de sus maneras y el origen de su sonido.

Alejandro Pérez Echeverry
7 de junio de 2025, 4:00 a. m.
Henry Pimienta Pushaina
Henry Pimienta Pushaina | Foto: Guillermo Camacho

Era su destino, de cierta manera, ir por el lado artístico de la existencia; si bien, nos lo confiesa, es un lado que su cultura ha considerado menor por generaciones, destinado a ser hobby de aquellos que no tienen oficio o gozan de demasiado tiempo. A diferencia de esa creencia, algo sí es indiscutible, con su camino y la música que está llevando a muchos rincones de Colombia y pronto llevará al mundo, Henry Pimienta Pushaina está cambiando esa percepción en su propia tierra mientras asombra a los públicos que se cruzan con su sonido y propuesta.

El arte y la música estaban en su sangre, en su linaje. De niño, Henry dibujó y experimentó con danza, pero todo cambió una noche en la que su padre, que describe como un bohemio, le llevó una serenata a su madre. De unos 12 años, Henry tocó por primera vez una guitarra, tras quedar atónito con ella y sus sonidos. Se enteró luego de que, de su lado Pimienta, su abuelo tocó y cantó, así como cantó su abuela. No los conoció, pero quizá desde el más allá y desde la sangre impulsaron ese magnetismo por el instrumento que le nació “esa noche, a las cuatro de la mañana, en plena serenata de mi mamá”, cuando empezaron sus clases, según le contó a SEMANA.

Henry Pimienta Pushaina
Henry Pimienta Pushaina | Foto: Guillermo Camacho

Nacido en Uribia, La Guajira, en 1995, Pimienta Pushaina es un pionero. Desde la academia que le dieron los salones y la profunda exploración dentro de su legado y su tierra, como ciudadano del siglo XXI, está viendo el mundo que lo rodea y sintiendo el calor del cambio climático en sus pies. Y no se queda quieto, quiere sumar generando conciencia social en torno al tema, así como también en impulsar cambios en su sociedad. “El sistema normativo wayú está regido a través de un machismo muy propio de la idiosincrasia local, pero hay esperanzas ahí porque las sociedades están despertando, la cultura está despertando y la cultura misma está observando las cuestiones que no están bien, y lentamente se están haciendo cambios”.

Sobre su arte, tema fundamental de la charla, Pimienta Pushaina explica que la música que compone busca unir diferentes contextos, diferentes proyecciones. En efecto, es una música que nace del sentir wayú, pero que utiliza una herramienta occidental como la guitarra clásica. Por encima de la formación académica que recibió en la Universidad del Atlántico (cursando Bellas Artes, tocó repertorio venezolano, cubano y argentino), Henry entendió algo sobre las seis cuerdas: “En plena carrera me di cuenta de que la guitarra me ayudaba a expresar el sentir wayú”. En ese punto, la exploración alimentó sus ganas de volver al territorio, estudiado, como muy pocos lo hacen.

A su regreso, cuenta, faltaba otra parte de la educación. “Un maestro sabio me vio tocando un repertorio venezolano y me dijo: ‘Allá te enseñaron y aprendiste de afuera para adentro. Aquí nosotros tenemos que pensar de adentro para afuera. ¿Qué hay en tu estómago?’”. Esas palabras intensificaron su búsqueda, y así llegó al espacio de creación sonora que hoy habita, a una conexión con su sonido. “La muestra es lo que han escuchado”, dice refiriéndose a Suurula wayuu, su primer trabajo discográfico, el primer portafolio de obras wayú para guitarra de su autoría, disponible en Spotify y en otros servicios como Bandcamp.

Se trata de una experiencia elevada en su hermoso fluir sonoro, que canaliza a la vez la magia de una tierra guajira y de la Tierra misma, con algo de cosmos. Son diez pistas que duran lo que piden durar. Son diez pistas que evocan la tierra árida, la arena, los horizontes, y también algo de flamenco y Ravel. Henry declara que la música que compone “es una unión de las percepciones culturales que busca mostrar a través del sonido las vivencias, los ritos, las eventualidades de nuestro territorio, pero también busca mostrarle al mundo que son más las cosas que nos unen que las que nos diferencian”.

Acerca de esas maneras, Henry asegura que se entrega a lo que está sintiendo. “Mis composiciones me usan para llegar a su fin. Y cuando termino una es porque siento que la música terminó. Por eso hay piezas que pueden durar minuto y medio, y otras que pueden durar tres minutos. Es la misma música, el mismo territorio, el mismo sentido, el que me dice que hasta ahí va. Esa es mi forma de componer”. Esta va de la mano con su lectura de la música wayú, en la que la afinación de los instrumentos tradicionales depende del artesano, y si bien no tiene una forma definida, sí hay motivos, una organización de sonidos que se repiten y se intercalan en el tiempo.

Henry Pimienta Pushaina
"Mi sueño es que en unos años los jóvenes de Uribia puedan encontrar una ruta también para entender que este trabajo puede ser dignificante si se hace con pasión y con disciplina", asegura Henry. | Foto: Guillermo Camacho

Henry está liderando con su propio ejemplo a la juventud de su territorio, dejando un legado de composiciones que está expandiendo, pues prepara un segundo trabajo, además de colaboraciones poderosas con otros artistas guajiros de vanguardia sonora como Ghetto Kumbé y Lido Pimienta. La manera de Henry es la que transmite que la música es un camino digno, que la formación es una herramienta de muchas necesarias, que no tiene que negar a las otras que entran a jugar a la hora de hacer música.

Y así no haya apoyo de quienes hoy gobiernan su Uribia natal, él está armando estudiantinas, repartiendo conocimiento musical a su manera, impactando la vida de jóvenes con promesa, para que en el arte también enciendan una curiosidad, una pasión y una posibilidad de vida. “Hay muchachos motivados, y están formándose los primeros guitarristas con enfoque wayú. Mi sueño es que en unos años los jóvenes de Uribia puedan encontrar una ruta también para entender que este trabajo puede ser dignificante si se hace con pasión y con disciplina, y que encuentren su línea por ahí. Ese viene siendo el sueño que tengo en mi cabeza estos tiempos”, comparte.

Pimienta Pushaina siembra en su tierra, pero también por toda Colombia, donde sin querer queriendo borra fronteras regionales. “Nosotros hemos llegado a un público que tiene cero personas indígenas y aun así logran conectarse, logran viajar mentalmente al territorio. Cada vez que yo llego a un concierto, siempre les digo que vamos a viajar al territorio wayú a través del sonido. Y aparte de lo musical, es increíble cómo hay circunstancias que quiebran el ego, que borran todas las cuestiones que han pasado, a lo largo del tiempo, en nuestro país, entre indígenas, blancos y afros. La música nos sirve para entender que podemos valorarnos sin estar pendientes de qué somos o de dónde venimos”.

Henry Pimienta Pushaina
"Hemos llegado a un público que tiene cero personas indígenas y aun así logran conectarse, logran viajar mentalmente al territorio. Cada vez que yo llego a un concierto, siempre les digo que vamos a viajar al territorio wayú a través del sonido", dice Pimienta Pushaina. | Foto: Guillermo Camacho

En agosto pasará por Bogotá; el 18 de junio va a tocar en el Banco de la República en Cúcuta y en septiembre lo hará en Cali. Y seguirá su cruzada, según la cual “tenemos la capacidad de conectarnos todos con todos”. En su camino vienen grandes cosas, y mientras suceden seguirá dando los pasos y tocando los sonidos que fluyen. Le preguntamos lo que más destaca de su camino hasta ahora. “El homenaje permanente que busco hacerle a mi cultura, a mi tierra, para respaldar las luchas incansables para permanecer que han librado mis ancestros en el tiempo. Lo más importante es sumar desde lo que yo tengo a ese argumento que demuestre que todo lo que ellos hicieron ha valido la pena”.

Y no lo hace solo por él. “Trato de hacerlo para que los demás jóvenes, los demás representantes que manejan otras áreas dentro de nuestra cultura, también hagan su parte. Para que vean que es posible, incluso, para nosotros, que tuvimos la oportunidad de estudiar, de volver. Algunos wayú se van a estudiar y dejan de lado la cultura. Yo quiero que vean que es posible que, aún estudiados, podemos aportar a la historia, podemos respaldar los hechos, podemos respaldar los sacrificios”, puntualiza.

Henry Pimienta Pushaina
Usted puede no haber ido al territorio wayú, pero la música del nacido en Uribia, en 1995, lo lleva y lo conecta en su espíritu. Henry propone un viaje que borra épocas y diferencias, y no se queda callado en sus conciertos. | Foto: Guillermo Camacho