¿Es posible bautizar a una persona adulta sin su padre o madre?

El bautismo es uno de los ritos más importantes del catolicismo y es la iniciación para la vida de los creyentes. Sin embargo, suelen haber personas que, por lo contar con alguno de sus padres, no se bautizan de niños y esperar llegar a la adultez para hacerlo. ¿Es posible hacerlo de esa manera?

Los sacramentos celebrados por la Iglesia hacen parte del camino tomado por los creyentes para encontrar la presencia de Dios, la Iglesia y las creencias en sus vidas. Puntualmente para el bautismo, este rito es la iniciación en la religión, por el hecho que es la primera ver que las personas reciben la bendición y hacen parte de la comunidad católica.

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos señala que todos los miembros de la religión comparten una dignidad común, por lo que no existe ninguna desigualdad por raza, nacionalidad, condición social o sexo. El bautismo entonces revela la dignidad del nuevo integrante.

Adicionalmente, este rito rechaza el pecado y automática se hace renuncia a las creencias, valores y opiniones opuestas a Jesucristo. Del mismo modo, las almas de los feligreses se conectan con las de la familia y así empezar su vida de la mejor manera.

“En el Bautismo, abrazamos una visión y un conjunto de valores únicos: los de la comunidad de la Iglesia, cuyos valores priorizan el amor a Dios, a uno mismo, a los demás y a toda la creación. El resto de la comunidad también se une a la profesión de fe, ilustrando que la comunidad está vinculada a través de las generaciones, el espacio y el tiempo”, explica la Confederación norteamericana.

Algunas veces, hay personas que dejan pasar el tiempo y no se bautizan cuando son bebés. Una de las razones para no hacerlo es que no cuentan con un padre o madre, lo cual imposibilitaría realizar ese rito.

No obstante, los expertos señalan que en los casos urgentes, cualquier persona puede bautizar a otra. Lo único es que quien desea hacer parte del rito, debe tener completa intención de seguir los protocolos de la Iglesia para aceptar convertirse a la religión.

Esta clase de situaciones fueron notables en la pandemia, debido a que hubo niños que no tuvieron el tiempo para bautizarlo. Por lo tanto, los padres o acudientes pudieron hacerlo directamente desde sus hogares para no dejar pasar esa oportunidad tan importante en la vida católica.

“la Iglesia permite que los padres bauticen a sus hijos para que puedan estar unidos a Cristo y puedan llegar a ser hijos de Dios y miembros de su Iglesia mientras que, posteriormente, proporcionan el resto de la ceremonia de bautismo normal”, explican los expertos en la materia.