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El renacer del joropo, la máxima expresión de la identidad del llanero
La versión 54 del Torneo Internacional del Joropo, en Villavicencio, tiene un significado muy especial para sus participantes.
¿Qué representa el joropo para el llanero? La respuesta sale de inmediato de la boca de aquellos que viven y sienten esta cultura. Para ellos representa lo más importante de su identidad como individuo y grupo.
Por eso, no es de extrañar la multitudinaria acogida que ha tenido el Torneo Internacional del Joropo en su edición 54. Miles de personas han asistido a los eventos programados para rendirle un homenaje a la cultura del Llano.
Y es que, según narra Jorge Eduardo Vásquez Maldonado, el joropo es la máxima celebración de los llaneros. Es una “fiesta” en todos los sentidos, puesto que representa la gastronomía, la ganadería y el baile.
Cuando se presenta un evento como este, el llanero y la llanera quieren demostrarle a todo el mundo de lo que están hechos. Por eso, sin ningún tipo de distingo, participan en las actividades.
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Para la muestra: un equipo conformado por tres mujeres aparece sobre la arena en sus respectivos caballos. Con la mirada fijada y la voz sonante empieza a moverse con el fin de “encerrar al ganado” en un pequeño portón.
Suena fácil, pero en la práctica todo se dificulta, más si se tiene en cuenta que son casi 50 novillos corriendo y esquivando con gran facilidad a los caballos. El talante de las mujeres salió a flote y con temple lograron el objetivo: el machismo ya es cosa del pasado.
Esta premisa queda clara cuando se observa en el inmenso cartel que anuncia que en el torneo la homenajeada será América , una de las más importantes exponentes de la música llanera.
Para Vásquez Maldonado, un profesor de joropo con amplia experiencia, el llanero siempre está orgulloso de sus tradiciones y cultura. Por eso aprovecha al máximo este tipo de eventos para demostrar quiénes son.
“El joropo es la máxima expresión de la Orinoquía colombiana y venezolana”, aseguró. Concepto que comparte Pablo Solano, un araucano de 50 años que baila joropo desde que tiene memoria. “El canto y la música llanera nos corren por las venas”, afirma.
Por su parte, Kevin Piedrahíta, profesor de una de las escuelas para niños en el municipio de Rosario (Meta), aseguró que la práctica del joropo crea disciplina en los menores de edad.
Con esta nueva generación se quiere recuperar el joropo tradicional, señalando que en los últimos años se ha presentado un cambio por un baile mucho más de entretenimiento y han olvidado las bases.
“Los niños adquieren la pasión por la danza. Nosotros estamos con el rescate tradicional, que es el que nuestros abuelos iniciaron bailando”, explicó Piedrahíta quien sostiene que “el joropo es amor y unión entre culturas”.
El público reconoció el esfuerzo de las escuelas que participaron en el joropódromo para mantener viva la tradición. Ni el fuerte aguacero que cayó en la tarde del sábado en Villavicencio arruinó la escena del baile llanero.