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¿Cómo escoger el crédito empresarial acorde con sus necesidades?

Los análisis muestran que las empresas acuden más a los canales tradicionales de financiación y cada vez es más baja la informalidad para obtener un préstamo que le de un empujón a la compañía. Tener claro para qué se necesita es la clave para no pagar intereses de más que frenan flujos de recursos.

25 de julio de 2018
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Son muchos los retos a los que se enfrenta la pequeña y mediana empresa en el mercado colombiano para lograr ser competitiva y posicionarse. A pesar de esto, las cifras demuestran que la creación de empresa en el país va en crecimiento.

En el 2017, el incremento en el desarrollo empresarial en Colombia fue del 7,28% con respecto al año anterior, lo que significa que existen 21.963 empresas más que en el 2016 de acuerdo con la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), en el “Informe de Dinámica Empresarial”, desarrollado con base en los datos del Registro Único Empresarial y Social (Rues).

No obstante, solo el 50% de las pymes en nuestro país sobreviven al primer año y el 20% al tercero. Así lo indica un estudio realizado por la Universidad EAN sobre el comportamiento de las pequeñas y medianas empresas de Colombia.

Por otra parte, y según estudios realizados por investigadores, las pymes deben seguir trabajando para innovar y fortalecer sus conocimientos en un mercado cada vez más competitivo y global. A su vez, la falta de liquidez se convierte en una barrera para impulsar su crecimiento, para lo cual se hace necesario solicitar un crédito o herramienta financiera que les permita cumplir sus metas y proyectos de corto, mediano y largo plazo.

Es así como el crédito se consolida en la opción de financiación idónea a través de la cual las empresas reciben, a manera de préstamo, los recursos necesarios para atender sus necesidades de capital de trabajo, compra de activos fijos productivos, obtener recursos para adquirir bienes, pagar servicios, atender proyectos, refinanciar deudas con otras instituciones y pagar proveedores, entre otras; con el compromiso de un pago a futuro, en forma periódica o en un solo pago y con una tasa de interés previamente pactada.

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De acuerdo con la Gran Encuestas de las Microempresas, elaborada por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) y que tuvo en cuenta a 1.454 microempresarios de los macrosectores de la industria, comercio y servicios, durante el segundo semestre de 2017 se observó que solo el 13% de las microempresas de industria y el 15% de las empresas de comercio y servicios solicitaron crédito. Al diferenciar por empresas formales e informales, no se observaron divergencias significativas en la solicitud.

“Un 14% de las microempresas formales de industria (vs. 10% de las informales); un 15% de las microempresas formales de comercio (vs 16%) y un 17% de empresas formales de servicios (vs 11%) solicitaron créditos durante el periodo considerado”, explica la investigación.

En otro informe de ANIF sobre financiamiento de las pymes y mipymes se evidenció que la principal fuente de crédito para las microempresas fueron los bancos (73% en comercio, 75% en servicios y 73% en industria) al cierre del año 2017. Les siguieron las Cooperativas (13% en comercio, 5% en servicios-industria), compañías de financiamiento (5% en comercio, 7% en servicios y 12% en industria), familiares-amigos (4% en comercio, 7% en servicios y 10% en industria), prestamistas informales (4% en comercio, 6% en servicios y 1% en industria) y las ONGs-fundaciones (1% en comercio-servicios y 0% en industria).

“Aquí cabe destacar, por un lado, la baja participación de medios informales como familiares-amigos (cerca del 5% en los tres macro-sectores) y demás prestamistas informales (menos del 4%) y, por otro, la mayor prevalencia del crédito otorgado por parte de entidades vigiladas por la Superfinanciera (niveles cercanos al 80% del total)”, señala el reporte.

El nivel de satisfacción con los montos de los préstamos reportados por los microempresarios (87% en comercio, 85% en servicios y 94% en industria) resulta similar al observado en el promedio histórico de las Pymes (91%). Asimismo, en materia de plazo, los microempresarios reciben créditos principalmente a mediano plazo (43% en comercio, 39% en servicios y 41% en industria), valor similar al encontrado en las Pymes (41% en 2006-2017).

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El momento de pedir crédito

Así las cosas, ¿cuándo es propicio que una compañía solicite un crédito? De acuerdo con el banco Multibank, “las empresas deben solicitar un crédito cuando tienen la necesidad de cubrir desfases entre lo que recaudan y lo que pagan, así como para realizar inversiones, adquisiciones o incluso, para contar con la liquidez necesaria para impulsar la competitividad de su negocio, asimismo, se hace necesario acudir a este producto cuando desarrollan una nueva línea de negocio en su empresa, buscan expandirse a otros países o regiones o a su vez,  ampliar sus operaciones”.

Una vez esta posibilidad es considerada, se debe buscar el banco aliado que se ajuste a las necesidades de la empresa o pyme con créditos diseñados a la naturaleza de su negocio, así como condiciones de plazo atractivas. Entre los principales créditos que las empresas pueden solicitar, se encuentran:

  • Créditos tradicionales a plazo determinado: a corto plazo (hasta 1 año), a mediano plazo (de 1 a 5 años), o a largo plazo (más de 5 años).
  • Créditos comerciales: se realiza a empresas de cualquier tamaño para atender las necesidades propias del desarrollo de su negocio.
  • Créditos sindicados: normalmente de gran magnitud, otorgado por varias entidades financieras que se reparten el riesgo.
  • Créditos de inversión para capital de trabajo y para activos fijos.
  • Créditos prendarios: préstamos para la compra de un bien mueble que queda con prenda a favor del banco, hasta una vez saldada la deuda con la entidad financiera.

Por su parte, Multibank, banco que se enfoca en las necesidades de las empresas y pymes, ofrece una línea de cartera ordinaria creada para apoyar las necesidades de capital de trabajo o compra de activos fijos productivos del sector empresarial.

Entre sus características se encuentran: plazos según las necesidades de cada empresa hasta 60 meses, tasas competitivas, sistema de amortización según flujo de caja de cada empresa, el monto de crédito está sujeto a la capacidad de pago y a las garantías aceptadas por el banco.

Cabe destacar que para solicitar un crédito, la empresa debe presentar, en la mayoría de los casos, la documentación necesaria para soportar su trayectoria, historial crediticio, capacidad de pago y proyecciones, que permitirá a la entidad financiera evaluar la situación actual y futura de la compañía después de adquirir el préstamo y atender de manera adecuada la deuda contraída.

Son muchas las ventajas de adquirir un crédito, pues la empresa puede continuar con la operación de su negocio de forma rápida sin afectarla, debido a que en la mayoría de los casos la transacción se realiza rápidamente y se le ofrece la posibilidad de pactar la  amortización y pago de intereses de la manera más indicada para su operación.

Si bien la totalidad de los bancos ofrecen este tipo de producto, es vital que la empresa que necesita solicitar un crédito cuente con un aliado bancario que lo asesore para que lo adquiera de manera responsable. Asimismo, es importante que se estudie cada caso de manera diferente pues cada empresa tiene particularidades que le permiten ser mejor candidato para un crédito en particular que para otro.

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