PUERTO DE CARTAGENA

3,6 millones de contenedores movilizará el Puerto de Cartagena en 2019

La cifra es increíble. Sobre todo si se recuerda que en 1992 los analistas del sector auguraban que en 2015 este muelle movería 156.000 contenedores. La compañía ha superado todas las predicciones.

Alfonso Salas Trujillo *
1 de noviembre de 2019
Más allá de la innovación y las tecnologías del Grupo Puerto de Cartagena, la clave del éxito ha sido su gente. | Foto: Héctor Rico

A finales de los ochenta, el sector portuario, en manos del Estado, afrontó una aguda crisis. La corrupción, la ineficiencia y la politiquería destruyeron lo que había sido nuestra incipiente industria marítima.

La historia cambiaría pocos años después. A comienzos de los noventa, bajo la Presidencia de César Gaviria Trujillo, el Gobierno colombiano decidió que la mejor manera de incentivar la industria portuaria y el comercio exterior era a través del concurso del sector privado. Nosotros hicimos parte de quienes aceptaron esa invitación para comenzar a transformar competitivamente el puerto de Cartagena y que este comenzara a impulsar la economía de la ciudad y del país. Hoy, 25 años después, se me vienen a la memoria muchos recuerdos que son relevantes para entender cómo debemos afrontar los retos del futuro.

El primer estudio económico que llevamos a cabo, y que recuerdo de manera especial, fue realizado en el año 1992; pronosticaba que para 2015 el Grupo Puerto de Cartagena movilizaría anualmente 156.000 contenedores. Más tarde, en el año 2000, otros consultores nos pronosticaron un volumen de carga de 1,2 millones de contenedores para esa misma fecha.

La realidad supera los pronósticos. Al finalizar 2019 estaremos movilizando cerca de 3,6 millones de contenedores y preparados para manejar hasta 5 millones de ellos, ubicándonos entre los tres puertos más importantes del Caribe y América Latina. Eso muestra de lo que es capaz nuestro país cuando una política pública acertada se alía con una iniciativa privada enfocada en la competitividad y la cultura de la eficiencia.

Algunos pensarán que los consultores se equivocaron, que aquellos que nos apoyaron en la estrategia para el crecimiento –que, de hecho, son los mejores de la industria globalmente– cometieron un grave error. Y no fue así. Todos los estudios estaban soportados en análisis profundos de lo que el mercado demandaba y de la realidad de ese momento. Entonces, ¿qué hicimos tan bien para superar esos pronósticos?

Táctica y estrategia

Desde que iniciamos la operación de la Sociedad Portuaria de Cartagena entendimos que además del objetivo, sin duda importante, había un camino por recorrer para poder cumplirlo. Pero primero debíamos comprender lo que pasaba en el entorno, apropiarnos de los mejores recursos, la última tecnología y ponerlos al servicio de nuestra gente, a quien debíamos involucrar en una transformación cultural.

Nos esforzamos por buscar, en todos los rincones del mundo, oportunidades que no estaban escritas en ningún papel. Estábamos convencidos del potencial que había en el tráfico de contenedores a nivel global. Encontramos la mejor tecnología y los mejores equipos, e hicimos descubrimientos que no estaban en nuestra hoja de ruta inicial. Por ejemplo, que en el trasbordo, una carga que al principio parecía ser producto de las ineficiencias de las rutas de comercio, tenía una gran opción no solo para crecer, sino para traer competitividad al país.

No sabíamos, ni nadie nos lo advirtió, que en ese camino encontraríamos un sinnúmero de oportunidades que nos llevarían más allá de lo esperado. Lo hicimos porque nos convencimos de que la clave del éxito estaba en las personas, en su pasión y su compromiso. Logramos que nuestra gente fuera el motor de ese crecimiento. Nuestros colaboradores movilizaron los sueños, los esfuerzos e hicieron realidad algo que ni nosotros mismos imaginamos.

Sé que eso suena a retórica. Pero es verdad. Haber convertido al Grupo Puerto de Cartagena en el más importante del Caribe no es el fruto de la innovación, la tecnología, o el capital; es el resultado del esfuerzo humano, de la profesionalización y del compromiso de todos. El famoso escritor Peter Drucker dijo que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”. Yo interpreto esta frase de la siguiente manera: la estrategia es lo que las personas hacen realidad con los recursos que tienen y la formación que reciben, sin importar lo que se haya planeado.

Por eso agradezco a quienes en estos 25 años de trabajo han aportado al desarrollo de la industria portuaria de la ciudad y del país. A nuestra junta directiva, al entusiasmo de nuestra gente y al trabajo colaborativo de todos aquellos que hacen parte de este gran ecosistema que centra en el Caribe su potencial de desarrollo para Cartagena, Colombia y para el comercio mundial. A todos ellos, nuestro sincero reconocimiento por apoyar los ideales de nuestra organización y acompañarnos año tras año en este camino. Sí, han sido las personas las que hicieron que los pronósticos de los expertos se quedaran cortos, al imaginar nuestras posibilidades.

Anticiparse a los cambios

Nuestra gestión corporativa durante este cuarto de siglo se ha centrado en el conocimiento y el análisis de las perspectivas del comercio internacional y en la anticipación como vía para estar alineados frente a los requerimientos del mercado. Lo más importante durante este tiempo ha sido el trabajo que hemos realizado con esfuerzo para que el comercio exterior del país se vea beneficiado de estas ventajas, permitiéndole ser competitivo. Es cierto, nos hemos consolidado como un gran puerto en el Caribe, pero más allá de eso, hemos trasladado al servicio de nuestros clientes los beneficios de esa posición, sirviendo como plataforma logística. El trasbordo nos permitió generar mayor conectividad con los puertos del resto del mundo y dar acceso a fletes más económicos a los importadores y exportadores.

En esta era de la Cuarta Revolución Industrial, al igual que en aquellos años noventa, la industria logística y portuaria afronta grandes retos; diferentes en su concepto y en una coyuntura más exigente. Sin embargo, son también nuevas las tecnologías, nuevas las maneras de entender el mundo y los modelos de servicio. Algunas tendencias como la regionalización del comercio, los cambios geopolíticos, el reposicionamiento de China, el near sourcing y los efectos que tienen en el mercado los avances tecnológicos de la cuarta revolución, seguirán impactando el comercio mundial y exigen de nosotros nuevas formas de pensar y de actuar. Nosotros seguimos con el mismo optimismo de siempre, anticipándonos a los cambios para seguir fortaleciendo nuestra posición y generando nuevos beneficios para los clientes con soluciones logísticas ajustadas a las necesidades particulares de cada tipo de mercado.

Las oportunidades están servidas sobre la mesa. Nos corresponde a los empresarios, al Estado y a los demás actores crear los entornos propicios para que las personas puedan seguir construyendo, desafiando los planes, asumiendo los riesgos y transformando realidades. En esta nueva era, a pesar del auge de la Inteligencia Artificial, seguirá siendo el talento humano el eje fundamental que impulse las nuevas ideas, que lidere otras maneras de pensar para alcanzar diferentes objetivos; y el entrenamiento, la base para afrontar los cambios.

En esta edición de la revista PÓRTICO compartimos con los colombianos, a través de diferentes voces, el impacto de 25 años de desarrollo de la industria portuaria en el país, las principales tendencias del comercio global y del Caribe, así como los desafíos que nos trae la Cuarta Revolución Industrial en el nuevo entorno mundial. A todos ellos, gracias por ayudarnos a reconstruir las historias del pasado, pero más importante que eso, a pensar en el futuro con optimismo.

* Gerente general del Grupo Puerto de Cartagena.