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Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja, asegura que hay una guerra política para sacarlo del cargo
En las últimas horas se ha escuchado que el mandatario local saldría por corrupción del cargo, pero él aclaró que eso no es cierto.

En medio de la instalación del Congreso y del desfile militar del 20 de julio, se ha hablado sobre la supuesta salida del alcalde de Tunja, Mikhail Krasnov, por decisión del Consejo de Estado.
Eso, según el mandatario local, no es cierto y obedece a unas tensiones políticas que se han presentado desde que el en enero de 2024.
Personas cercanas aseguran que en todo este tiempo su gestión ha estado marcada por una doble batalla: salvar una ciudad al borde del colapso financiero y resistir una embestida política que no cesa.
Quienes lo conocen aseguran que sin maquinaria electoral ni compromisos con partidos tradicionales, el exprofesor universitario ha enfrentado desde su primer día una oposición férrea, promovida —según él y sus seguidores— por sectores que no le perdonan haber llegado al poder sin arrodillarse ante los de siempre.
Lo cierto es que Krasnov ha sido blanco de denuncias judiciales, campañas de desinformación y bloqueos institucionales. Todo estaría ocurriendo mientras intenta sanear una deuda heredada superior a los $130 mil millones, resultado de compromisos adquiridos sin respaldo financiero por administraciones anteriores.
“Nos pusieron en la mira no por robar, sino por no negociar con las viejas estructuras políticas”, ha dicho el alcalde en múltiples espacios públicos.
Agregó: “Desde el primer día nos pusieron en la mira. No por robar, no por corrupción, sino por no arrodillarnos ante los mismos de siempre”.
Sin embargo, un proceso en curso ante el Consejo de Estado amenaza con truncar su mandato. Aún sin decisión definitiva, se le cuestiona una supuesta inhabilidad por haber sido docente universitario. Nada relacionado con corrupción ni contratación indebida. Para muchos ciudadanos, se trata de una jugada política.
Mientras la tensión aumenta, el respaldo ciudadano también crece. En una ciudad con memoria, gobernar con honestidad se ha convertido en su mayor fortaleza, según personas cercanas al alcalde.