Política
La reaparición de la vicepresidenta Francia Márquez al lado del presidente Petro luego de meses de distanciamiento
Asistieron juntos a la celebración del 7 de agosto en Leticia, Amazonas. También estuvo junto al ministro del Interior, Armando Benedetti.

Luego de meses de distanciamiento y de que la vicepresidenta pronunciara un fuerte discurso, en el marco del Día Internacional de las Mujeres y Niñas Afrodescendientes, en el que parecía resaltar varios de los puntos que la alejaron de Gustavo Petro y su gobierno, ayer se les vio juntos, después de mucho tiempo, en la conmemoración del Día de las Fuerzas Militares.

En un encuentro que pareció cordial, ambos llegaron a Leticia para la conmemoración. Estuvieron en la ceremonia de ascenso de los uniformados de las diferentes fuerzas y Márquez estuvo presente mientras el presidente se dirigió a los colombianos en el discurso en el que dejó clara su postura frente al reclamo de la soberanía territorial al Perú.
El distanciamiento entre ambos mandatarios había quedado confirmado desde el pasado 20 de julio, cuando la vicepresidenta llegó en completa soledad a la instalación del Congreso de la República.

Ese gesto de la vicepresidenta no es habitual en un día como esos, ya que casi todos los 20 de julio, cuando los presidentes dan inicio a las sesiones del Congreso, la vicepresidenta acompaña al mandatario a caminar desde la Casa de Nariño hasta el Capitolio. En esta oportunidad, no sucedió.
Como si lo anterior no fuera poco, en la mañana de ese mismo domingo, Márquez tampoco acompañó a Petro en Santa Marta, donde el presidente participó de los actos militares. Ella prefirió permanecer en la capital y posar al lado del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.

Cabe recordar que el 20 de julio de 2024, Francia Márquez sí estuvo junto al mandatario colombiano en el evento del desfile militar que se llevó a cabo en Bogotá. Pero en esa ocasión, aún recuerda el país, Petro llegó más de dos horas tarde a la conmemoración del Día de la Independencia.
Aunque ese no fue el único motivo de distanciamiento entre ambos. Como se recordará, los dos políticos han estado alejados por múltiples polémicas.
En primer lugar, la baja ejecución que tuvo la vicepresidenta en el Ministerio de la Igualdad y las fuertes críticas que recibió desde el Palacio de Nariño, que terminaron con su renuncia como jefe de esa cartera y con fuertes señalamientos del ala más radical del progresismo.
El segundo lugar, más complejo, está la mención de Álvaro Leyva en los audios revelados por el diario El País, de España, en los que se hablaba de un supuesto golpe de Estado. Ella fue calificada como “traidora” por algunos sectores del Gobierno, y el mismo presidente le pidió explicaciones.
Justamente, ese fue uno de los temas más álgidos dentro del discurso de Márquez durante el Día Internacional de las Mujeres y Niñas Afrodescendientes, en Cali. En su intervención, Márquez dijo que ella pasó de ser el fenómeno político en Colombia, la heroína, a ser la “traidora”. Entre líneas, dijo que, en parte, ello obedecía a su color de piel.

“Porque en este país, cuando una mujer negra asciende, la sospecha la persigue. El sistema no se pregunta por sus capacidades, sino por si está en el lugar que se merece. Si se sale del margen asignado, entonces es “arrogante”, “desleal”, “torpe”, “incapaz” y “peligrosa”, indicó puntualmente la funcionaria del Gobierno Petro.
En ese momento, echándole leña al fuego, la vicepresidenta también manifestó lo que parecía su decepción con el gobierno del cambio: “Quiero ser clara: no estoy aquí para quedarme callada. No voy a fingir que no duele, que no cansa, que no desgasta. Tengo ganas de gritar, tengo ganas de contarles cómo este país nos arrastra en sus narrativas de exclusión, nos asfixia en su desconfianza, y luego nos culpa por no respirar”, manifestó la vicepresidenta.