La “jugada” de la Fiscalía para legalizar los principios de oportunidad en el escándalo de la UNGRD

Un trabajo rápido, pero dispendioso, fue el que hizo la Fiscalía. Tener los resultados que hoy conoce el país en la investigación por el escándalo de corrupción de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres es, sin lugar a duda, un logro importante. Un grupo de implicados, que se arrodillaron y confesaron su responsabilidad en el entramado criminal, buscaron la forma de colaborar y negociar con la Fiscalía.

No fue solo un acto de arrepentimiento lo que llevó a los protagonistas de este escándalo a confesar cómo ministros, congresistas y funcionarios se internaron en la red de corrupción. La contundencia de las pruebas facilitó ese impuso de sinceridad, por lo que la Fiscalía, en cuestión de meses, logró que seis personas aceptaran cargos y negociaran sus condenas.

Todos los que hablaron se convirtieron en testigos y buscaron la mejor forma de negociar, a cambio de rebajas de penas y detenciones un poco más amables. Y aunque se firmaron los acuerdos y principios de oportunidades, las víctimas están alargando más de lo esperado el proceso.

De ahí que el ente investigador, para avanzar en la legalización de los acuerdos y principios de oportunidad, hizo varias rupturas procesales. Las negociaciones se hicieron de forma separada, individual para cada implicado, para facilitar las diligencias en los juzgados. Un mayor reclamo de tiempo y esfuerzo, pero necesario para obtener las condenas.

La Fiscalía ya socializó el acuerdo con Sneyder Pinilla, que incluye una condena de 5 años y 8 meses de prisión. Este jueves también presentaron ante un juez de control de garantías el principio de oportunidad que le otorga inmunidad parcial al llamado contratista de los carrotanques, Luis Eduardo López, y en el transcurso de los días se adelantarán otras diligencias con los demás implicados.