Isabella Pulgar denuncia atropello contra su familia por parte de la esposa del Gobernador del Atlántico

La diputada del Atlántico Isabella Pulgar, denunció a través de sus redes sociales la manera como Liliana Borrero, esposa del gobernador Eduardo Verano de la Rosa, se refirió a miembros de su familia en medio del evento de coronación de la Reina del Carnaval el pasado viernes.

En el evento, que se desarrolló en el estadio Romelio Martínez, la esposa del gobernador fue tomada en un video que publicó la diputada, en el que se le escucha decir que lo coloquen a un kilómetro de distancia, porque, según ella, “es un pulgar”

“La manera ofensiva, arrogante e irrespetuosa como la señora Liliana Borrero trató a mi hermano durante el evento de coronación de la reina del Carnaval la noche del viernes es más que un abuso de poder”, escribió la diputada Pulgar en sus redes sociales.

Además, fue clara en afirmar que lo sucedido en la noche del viernes en el estadio Romelio Martínez “es la demostración de que para quienes están al frente de la administración departamental lo único que importa es retirar de su camino a quienes no estén alineados con sus intereses”.

En el video que acompaña la publicación se escucha decir: “No lo quiero ni... O sea, me lo ubicas a un kilómetro de allí”, dice en primera instancia, porque el audio del video se daña por los anuncios que hacen desde la tarima del evento.

Posteriormente, se le escucha nuevamente: “O sea, a un Pulgar lo tengo yo al lado”, a lo que le responden que “es el palco de los diputados” y “es el hermano de una diputada”, por lo que dice con rabia: “Me sabe a Mier...”. Y vuelve e insiste: “Entonces ubícame a mí allá, en la otra esquina”.

Por esto, la diputada Pulgar le recordó a la Borrero “que legalmente no existe el cargo de Primera Dama, ni es servidora pública. Es simplemente la esposa de Eduardo Verano de la Rosa”.

También aseguró que “los programas de la gobernación donde ella participa no le dan ‘patente de corso’ o autoridad para ejercer como si fuera la primera consorte del imperio, porque en el Atlántico, aunque ella pueda creérselo, no hay soberano, sino un ciudadano elegido popularmente que es empleado y se debe a todos los ciudadanos de este departamento”.