CONFIDENCIALES
Canciller Luis Gilberto Murillo y el presidente Gustavo Petro tuvieron diferencias en medio de la tensión con EE. UU. y Donald Trump
El canciller dejará su cargo el próximo 31 de enero.
![Posesión del nuevo Canciller Luis Gilberto Murillo, Presidente Gustavo Petro](https://www.semana.com/resizer/v2/YVAM3BL2UNCJLGF5SU5UQ3Q6CM.jpeg?auth=350e2345a8f29d07d0ba449969856e0e83feb655c329ff805456646909aaf4b0&smart=true&quality=75&width=1280&height=720)
Las últimas horas fueron de las más tensas para Colombia en materia diplomática en los últimos años. El presidente Gustavo Petro arremetió en contra del mandatario estadounidense negándose a recibir a migrantes colombianos indocumentados en ese país. Eso llevó a que la Casa Blanca tomara una serie de medidas como aranceles del 50 %, quitarle la visa a los miembros del Gobierno y a sus familiares y cerrar la oficina de visado en Colombia de la Embajada de EE. UU.
SEMANA conoció que toda esa crisis generó por unos momentos una tensión entre el saliente canciller y el presidente. Murillo tuvo posiciones distintas a Petro en las que le pidió serenidad al mandatario y manejar las relaciones diplomáticas de una mejor manera, sabiendo la importancia de esas relaciones.
El presidente, en cambio, se quiso mantener en su posición de confrontación con Trump, a pesar de que minutos antes había reconocido que recibiría el avión con los colombianos deportados.
Posteriormente, a medida que incrementaba la tensión con Estados Unidos, el canciller, junto al embajador de Colombia en ese país, Daniel García-Peña; el vicecanciller y virtual director del Dapre, Jorge Rojas; y la saliente directora de esa entidad y nueva canciller, Laura Sarabia, se reunieron en el Palacio San Carlos para solucionar el problema que se había generado en el alto nivel.
Desde esa mesa lograron conversar con fuentes de alto nivel de la Casa Blanca que condicionaron no poner las sanciones a Colombia una vez Petro cediera y le tocara recibir el avión con los colombianos deportados. El Gobierno colombiano tuvo que aceptar las condiciones para evitar las sanciones, sin embargo, estas quedaron sobre la mesa y la prueba de fuego será cuando llegue ese primer avión con los colombianos.
Posteriormente, ese equipo le informó telefónicamente a Petro lo que iban decidiendo, ya que el mandatario no se encontraba presente en esas reuniones. Una de las dudas que se ha generado es dónde estaba Petro en esos momentos.
Murillo dejará la Cancillería el próximo 31 de enero y llegará al Palacio San Carlos, Laura Sarabia, quien será la encargada de manejar la política exterior del país.