Truco al preparar buñuelos para que queden redondos y crujientes

Uno de los clásicos infaltables en las mesas durante la temporada navideña o como una delicia en cualquier ocasión, son los buñuelos, considerado como un verdadero arte culinario. Pese a que su preparación no tiene gran complejidad, conseguir que queden perfectamente redondos y con una textura crujiente por fuera, mientras mantienen una suavidad en su interior, es el sueño de todo amante de la cocina.

Para conseguir este resultado de ensueño, cada paso es importante como el de preparar una masa equilibrada. En su composición, los ingredientes principales como el almidón de yuca, el queso fresco, los huevos, la leche y la mantequilla deben estar perfectamente integrados. El punto clave está en evitar que la masa quede demasiado seca o húmeda.

Sin embargo, lograrlo puede ser un desafío si no se conocen ciertos secretos en el proceso de preparación. Por ejemplo, uno de los errores más comunes es agregar más líquido del necesario, lo que dificulta la formación de las esferas. Para obtener una masa manejable y consistente, expertos recomiendan añadir la leche poco a poco mientras se amasa con las manos hasta que los ingredientes se unan y formen una mezcla homogénea.

Adicionalmente, el queso también juega un papel fundamental, ya que decenas de personas prefieren utilizar un queso fresco salado, que no solo aporte sabor, sino que también ayude a la textura de los buñuelos. Rallar el queso finamente asegurará que se distribuya de manera uniforme en la masa.

Incluso, sugieren reposar la masa durante al menos 20 minutos antes de moldear las bolitas. Este tiempo permite que los ingredientes se asienten, lo que contribuye a un mejor manejo y a que la forma redonda se conserve durante la fritura.

Aunque estos procesos pueden parecer sencillos, son muchas las personas que terminan obteniendo resultados inesperados. La forma de armado también influye. Para lograr una esfera perfecta, tomar una porción de masa y amasarla entre las palmas de las manos con movimientos circulares y firmes. Este proceso debe hacerse sin aplicar demasiada presión, ya que podría compactar la masa y afectar su textura interna.

Finalmente, el éxito de que los buñuelos queden redondos y crujientes también depende mucho de la técnica de fritura, aunque la clave está en controlar la temperatura del aceite y en el proceso de cocción. Por ejemplo, el aceite debe estar a una temperatura entre 160 y 170 grados Celsius. Si está demasiado caliente, los buñuelos se dorarán rápidamente por fuera, pero quedarán crudos por dentro. Por otro lado, si la temperatura es muy baja, absorberán demasiado aceite y perderán su característica textura crujiente.

Para verificar la temperatura sin termómetro, es posible con una pequeña bolita de masa en el aceite. Si esta sube lentamente a la superficie mientras burbujea, el aceite está listo.

Durante la fritura, es importante no llenar la sartén o la freidora con demasiados buñuelos a la vez, ya que esto puede reducir la temperatura del aceite y generar una cocción desigual. Además, el tiempo de cocción ideal es de 7 a 10 minutos, dependiendo del tamaño de los buñuelos. Retírelos cuando estén dorados de manera uniforme y colóquelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.