¿Por qué algunas personas se desvelan sin motivo aparente? Esto dice la psicología

A lo largo de la historia, varios expertos en salud se han enfocado en estudiar los múltiples beneficios que ofrece un buen descanso en las noches. Según un artículo publicado en Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), es fundamental encontrar un espacio y tiempo para relajarse, ya que la falta de sueño puede afectar tanto la salud física como la metal, y es fundamental para el bienestar general.

Esto se debe, según el documento, a que al dormir mientras la mente y el cuerpo se apagan, los órganos y los procesos internos trabajan arduamente.

“El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”, explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH

Por esta razón, desvelarse con frecuencia y sin razón aparente, puede ser un comportamiento relacionado con factores emocionales, malos hábitos e incluso causas físicas o ambientales que pueden provocar consecuencias, a las que se les debería prestar atención a tiempo.

Distintos especialistas en psicología afirman que ese hábito de quedarse despierto hasta tarde sin una razón clara, es más común de lo que muchos creen, especialmente porque muchas personas dedican sus horas de sueño a otras aficiones como hobbies o tareas pendientes.

Según estudios recopilados por el sitio web Quirón Salud, quienes postergan su hora de acostarse consideran que la noche es el momento en el que realmente tienen tiempo para sí mismos, por lo que prefieren usarlo haciendo diferentes actividades sin importar el cansancio que puedan sentir al siguiente día.

Entre los factores emocionales que pueden causar la procrastinación a la hora de dormir, de acuerdo con el portal español Top Doctors, está el estrés y la ansiedad, que son causas muy frecuentes de insomnio.

Cuando una persona está estresada o ansiosa, su cuerpo entra en un estado de alerta, con aumento de cortisol y mayor activación del sistema nervioso, lo que dificulta que la mente se relaje y pueda conciliar el sueño.

Otros factores pueden influir en este hábito son: el uso de pantallas antes de dormir, consumo de cafeína o alcohol en la noche, horarios irregulares. También algunas condiciones físicas, como dolor, problemas respiratorios, trastornos hormonales, etc.

Desde el campo psicológico, no poder conciliar el sueño, en ocasiones, puede ser una señal de que la mente permanece activa por preocupaciones menores o pensamientos recurrentes. Si este es el caso, se recomienda analizar el problema de raíz y, si es necesario, consultar con un profesional.

De esta manera, la persona afectada podría encontrar la mejor herramienta para tener control frente a esta situación y lograr retomar sus horas de descanso sin que su estado de ánimo, salud física o mental se vean afectados más adelante.