Cómo
Estas son las razones por las que una persona miente, según la psicología
Psicóloga experta mencionó las razones por las cuales una persona dice mentiras.


Lucía Crivelli, jefe de Neuropsicología en Adultos de Fleni y doctora en Psicología con orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada, explicó por qué las personas suelen decir mentiras.
Esta especialista concedió una entrevista a Infobae en Vivo, donde subrayó que, en muchos casos, “la mentira está metida en nuestra vida como forma de convivencia” y que su uso es muy común, más de lo que la gente suele admitir: “Con un extraño, en los primeros diez minutos de conversación, el promedio de mentiras es tres. Es altísimo”.

Crivelli habló sobre los motivos psicológicos y neurológicos detrás de esta práctica, y como la sociedad ha naturalizado las mentiras y el engaño en la vida cotidiana, desde las muy famosas “mentiras piadosas” hasta los engaños más complejos.
Esta experta también señaló el peso de los factores culturales y las complejas construcciones sociales que rodean las mentiras.
Lo más leído
“La mentira es una manifestación contraria a lo que pienso, siento o sé”, manifestó Crivelli, al ser consultada sobre lo que significa mentir.
La psicóloga también diferenció entre una mentira consciente y un error. “Cuando creemos que algo es cierto y es mentira, no estamos mintiendo, estamos equivocados”. La explicación de Crivelli introduce el concepto de la intencionalidad en la mentira, lo que la distingue de una simple equivocación.
Respecto a la frecuencia con la que las personas suelen decir una mentira, la especialista mencionó varios estudios. “Hay estadísticas que dicen que el 80 % de las personas miente al menos dos o tres veces por día. Otro estudio indica que el 60 % miente una vez diaria. Las discrepancias responden a las diferentes definiciones de lo que se considera una mentira”.
Lucía Crivelli mencionó la diferencia entre las mentiras blancas o piadosas y las mentiras maliciosas: “Los motivos más frecuentes para mentir, en general, son bastante inocentes. Generalmente, se utiliza para evitar una situación incómoda o desagradable, o bien para esquivar un enfrentamiento. Y, muchas veces, también para no incomodar al otro”.

“Mentir es complicado, implica un grado de complejidad cognitiva notable”, dijo Crivelli, destacando que el proceso supone la activación de diferentes áreas cerebrales. “Por un lado, crear una realidad alternativa requiere creatividad; por otro, hay que inhibir la verdad y controlar el propio discurso. A la vez, se debe considerar la emoción del otro, ponerse en su lugar y utilizar la empatía”.
Para finalizar, Crivelli señaló que estas condiciones convierten el acto de mentir en un fenómeno de pensamiento complejo desarrollado a lo largo de la vida.