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Esta es la mejor manera de dormir para cuidar la salud del cerebro y la memoria
Los adultos deben dormir entre siete y nueve horas en la noche.
Dormir es uno de los procesos más importantes para cualquier persona, pues le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Si se duerme bien es posible desempeñarse mejor y el individuo está alerta para tomar decisiones y como si fuera poco, dormir lo suficiente también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic, dormir es el equivalente humano a enchufar un teléfono celular para cargarlo. Los especialistas aseguran que cuando se duerme bien, esto ayuda a mejorar las funciones cerebrales y la memoria, además de que el descanso alivia afecciones como el estrés y la depresión.
Por esta razón, dormir bien y lo suficiente debería ser una de las prioridades de todos. La recomendación de los expertos es que los adultos duerman entre siete y nueve horas por la noche. Cuando una persona ronca y esto interfiere en su sueño, por ejemplo, debe consultar con el médico, pues los ronquidos pueden ser un signo de un trastorno del sueño, como la apnea. Las afecciones que alteran el sueño es posible que aumenten el riesgo de deterioro de la capacidad para pensar y la demencia.
Una investigación publicada en Alzheimer’s and Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, concluyó que tanto la calidad como la cantidad del sueño pueden influir de manera significativa en el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
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En esto juega también un papel importante la forma en que la persona duerme, un aspecto que es posible que genera un impacto directo en la salud cerebral, ya que durante el descanso se consolidan recuerdos y se eliminan toxinas acumuladas en el día.
El análisis indica que la fase REM (movimientos oculares rápidos) del sueño es determinante en la consolidación de la memoria. Cuando se presentan retrasos para alcanzar esta fase, puede ser un síntoma precoz de deterioro cognitivo. Las personas que tardan menos de 98 minutos en llegar a esta etapa presentan mejores indicadores de salud cerebral, por lo que se deben adoptar medidas que permitan lograr este objetivo.
La Biblioteca de Estados Unidos indica que es más difícil obtener una buena noche de sueño en un dormitorio con mucho ruido o luz, o que es muy frío o caliente, por lo que el lugar en el que se descanse debe reunir unas condiciones particulares que faciliten este proceso.
¿Cuál es la mejor forma de dormir para cuidar el cerebro?
Por estas razones es determinante tener en cuenta aspectos que son clave a la hora de dormir y por ello para optimizar este proceso y cuidar el cerebro, hay algunas recomendaciones.
- Es clave establecer horarios regulares para acostarse y levantarse.
- Evitar siestas prolongadas en el día, pues esto es posible que interfiera en el sueño de la noche.
- Realizar actividad física diaria, pero lo recomendable es que no sea antes de dormir.
- Dormir en un ambiente oscuro, silencioso y con temperatura adecuada.
- Es clave evitar el consumo de alcohol, cafeína y cenas pesadas antes de acostarse.
Las consecuencias de no dormir bien
La falta de sueño o no dormir bien genera diversas afecciones en el cerebro y es importante tenerlas en cuenta. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos, cuando una persona no duerme lo suficiente, es posible que se sienta cansada y que se afecte su capacidad de pensar bien, reaccionar rápidamente y formar recuerdos.
Los expertos aseguran que un individuo que no duerme el tiempo suficiente o no descansa adecuadamente, no puede formar ni mantener las vías del cerebro que le permiten aprender y crear nuevos recuerdos y es más difícil concentrarse y responder rápidamente.
A esto se suma que cuando no se tiene un buen sueño, las personas pueden permanecer dispersas o con dificultades para concentrarse. También es posible que se genere ansiedad por comer ocasionando efectos en la salud, pues es posible que las personas no consuman los productos más saludables.