Cómo
El secreto detrás de congelar y descongelar los alimentos, esto es lo que pocos saben
Hay una práctica en este proceso de conservación de alimentos que podría resultar perjudicial para la salud, pero que muchos pasan por alto.

La nevera es considerada uno de los electrodomésticos más indispensables en el hogar, ya que es la encargada de mantener los alimentos en buen estado, dependiendo de la temperatura que cada uno necesite para retrasar su descomposición y prevenir el crecimiento de bacterias.
Sin embargo, su uso adecuado no solo está relacionado con la manera en la que se almacena la comida en su interior, también en la manipulación de los alimentos una vez están congelados.
Según expertos, hay que ser muy cuidadosos con el tratamiento que se les da a los alimentos, teniendo en cuenta que el más mínimo descuido podría representar serios daños a la salud, hasta el punto de poner en riesgo la vida de una persona.
Por esta razón, es fundamental aprender a usar la nevera como una aliada para la conservación efectiva de los alimentos, especialmente de carnes, frutas o verduras.
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Lo que pocos saben de este proceso de almacenamiento es que muchas veces puede resultar contraproducente cuando una persona saca un alimento (carne, por ejemplo), lo deja descongelar y finalmente no lo usa, o usa solo una porción de esta, optando por volver a congelar lo que quedó.

Esta práctica, que muchos no tienen en cuenta, puede convertirse en un verdadero problema para la salud ya que, según explica Miguel Ángel Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos y autor del libro Del ultramarinos al hipermercado (Destino, 2023), citado en el portal Cuídate Plus, se aumenta la carga de microorganismos.
“Si recongelamos un alimento una vez que lo hemos descongelado, lo que hacemos es aumentar la carga de microorganismos [...]. El problema está, sobre todo, en la descongelación, ya que puede aumentar el crecimiento de bacterias porque cuentan con más nutrientes disponibles”, señala Lurueña.
En este contexto, expone que si bien es cierto que la congelación detiene el crecimiento de las bacterias, esto no quiere decir que acabe con estas de raíz. De este modo, al descongelar y volver a la temperatura ambiente, las bacterias vuelven a crecer.
Cuando se congela nuevamente un alimento, al volverlo a descongelar los microorganismos seguirán aumentando. Teniendo en cuenta esto, Lurueña precisa que “en cada ciclo de congelación y descongelación estamos aumentando el número de bacterias”.

Por su parte, la cuenta de Instagram Soycienciaycocina coincide en esta afirmación al indicar que existe un sinnúmero de procesos invisibles en la práctica de congelado y descongelado de alimentos, tanto físicos como microbiológicos, con bacterias y microorganismos, que solamente ‘se duermen’ cuando son congelados y al momento del descongelamiento pueden reproducirse todavía más.
En conclusión, no se recomienda congelar nuevamente un producto que se descongeló, debido al aumento de probabilidades de reproducción de bacterias que, además de representar un riesgo para la salud, pueden cambiar significativamente la textura y el sabor de los alimentos.