Cómo
El error más común al servir cerveza y que arruina su sabor sin que se note
Este simple acto podría cambiar totalmente la textura de la bebida.


Servir una buena cerveza de barril no depende solo del tipo de cerveza, el grifo o la temperatura. Hay un detalle más simple y fácil que se puede pasar por alto y que de igual forma puede dañar totalmente su sabor sin que las personas se den cuenta y es el estado del vaso.
Hay un detalle que indica si hay un buen o mal estado del vaso y es que si aparecen burbujas pegadas al cristal al momento de servir la cerveza, el problema no está en la bebida, sino en el recipiente.

El creador de contenido @restobarlaspenhas, especializado en curiosidades del mundo de la hostelería, ha explicado este motivo en un vídeo viral en su cuenta de TikTok.
En este clip, el hombre muestra cómo restos invisibles de polvo, grasa o suciedad en el vaso provocan la pérdida prematura del gas, afectando así la textura y el buen sabor de la cerveza.
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¿Cómo se puede dañar la cerveza depende del vaso en el que se sirva?
Cuando una copa tiene restos de polvo, grasa o cualquier otra suciedad, se generan lo que se conoce como puntos de nucleación.
Estos puntos son zonas donde se acumula el gas de la bebida, formando burbujas visibles que se pegan a las paredes del vaso.
Si esto sucede al momento de servir la cerveza, se da el efecto y la sensación de que la bebida tiene más gas del habitual, cuando en realidad lo está perdiendo más rápido.
Por el contrario, en una copa completamente limpia, las burbujas no se forman con tanta facilidad, pues una cerveza en un vaso o copa limpia mantiene su gasificación durante más tiempo, mejor conservada y con una textura mucho más agradable al paladar.

¿Cómo garantizar una cerveza de barril bien servida?
El consejo profesional que comparte @restobarlaspenhas es claro: antes de servir esta bebida alcohólica, el vaso debe enjuagarse con agua de un grifo diseñado para ese fin, presente en la mayoría de barras.
Esta simple acción elimina partículas invisibles al ojo humano y reduce al mínimo los puntos de nucleación.
Además, aunque hay quienes defienden la idea de “romper” la cerveza al servirla, esto entra más en el terreno de los gustos personales.
Para quienes prefieren una cerveza más suave y menos efervescente, esta práctica puede resultar atractiva, pero en términos técnicos, lo ideal es mantener el carbónico el mayor tiempo posible.

Trucos para que la cerveza no pierda el sabor
Es totalmente normal, que en el momento en que se abre una cerveza, esta empieza a perder sabor y con estos trucos podría evitarlo:
- Luego de abrirla, debe asegurarse de volver a taparla para minimizar la exposición al oxígeno.
- Puede guardar la cerveza ya abierta en la nevera, pues esto ayuda a reducir la velocidad de la oxidación.
- Una vez abierta, se debe consumir en el menor tiempo posible para evitar que, con la exposición al aire, pierda su sabor.
- Pasar la cerveza a un vaso después de abrirla es una opción válida, ya que con esto evitará que haya menos contacto con el aire y por ende, menos oxidación.