Cómo
El caldo rico en colágeno que ayuda a proteger las articulaciones y mantiene la piel sana
Los ingredientes de esta preparación pueden ayudar a mejora la salud de las articulaciones y de los huesos.
Las pocas calorías que aportan los caldos y su efecto para saciar el hambre por bastante tiempo, han hecho que sean unas de las preparaciones que más se están incluyendo dentro de las diferentes dietas.
A pesar de ser un líquido, proporcionan muchas vitaminas y minerales fundamentales para el buen desarrollo del cuerpo, por lo que cada vez se recomienda más que sea incluido entre las comidas más saludables.
¿Por qué es bueno tomar caldos?
Si usted siente que su cuerpo necesita un poco más de nutrientes para recuperar la energía y sentirse muncho más dinámico, puede optar por comenzar a tomar un buen caldo de huesos de pollo con más frecuencia.
Es bajo en calorías, una fuente rica en proteínas, lo que implica un mayor gasto energético del cuerpo durante la digestión.
Tendencias
Por otra parte, los huesos de pollo son ricos en colágeno, la proteína de la ‘eterna juventud’, la cual es vital para el buen funcionamiento de las articulaciones, los huesos y la piel.
¿Cómo preparar un buen caldo de huesos de pollo?
De acuerdo a portales referenciados, esta es la mejor forma de preparar un buen caldo de huesos de pollo, para aprovechar todos los nutrientes que contiene:
Ingredientes:
- Huesos de pollo: pueden ser crudos o ya cocinados y no importa de qué parte del animal sean.
- Agua: calcule una buena cantidad de agua que cubra todos los huesos y los demás ingredientes que le quiera añadir.
- Verduras aromáticas: tradicionalmente, este tipo de caldos incluyen cebolla, zanahoria y apio, sin embargo, puede agregar otras como el ajo, los puerros o el perejil, entre otras, de acuerdo a su gusto.
- Hiervas y especias: consiga hojas de laurel, granos de pimienta negra y sal.
- Vinagre: puede agregar una o dos cucharadas de vinagre para ayudar a extraer los minerales de los huesos.
Preparación:
Lo primero que tiene que hacer es lavar muy bien las verduras y los huesos de pollo antes de comenzar a hacer el caldo.
Tome una olla grande y en ella coloque los huesos de pollo y cúbralos con agua fría. Si usted va a usar huesos de pollo que ya ha sido cocinado, asegúrese de que ya están bien pelados.
Una vez el agua haya alcanzado su ebullición, ponga la olla en fuego bajo y retire la espuma o cualquier impureza que se haya formado con ayuda de una cuchara.
Ahora el caldo estará listo para que le agregue las verduras y las aromáticas y cocine todo durante varias horas, pues entre más tiempo dure en el fuego quedará más concentrado.
Una vez el caldo esté listo, retire los huesos y las verduras con una espumadera y páselo por un colador fino.
Finalmente, ajuste el sabor con un poco de sal para obtener una receta saludable y con propiedades desinflamatorias, que le ayudarán en su salud ósea y articular. Además, tendrá un delicioso plato lleno de nutrientes que no afectarán su peso.