¿Cómo saber cuándo es necesario cambiar el recipiente o “coca” del almuerzo? Señales que no puede pasar por alto

La popular “coca” del almuerzo, también conocida como “portacomidas” o “lonchera”, es un elemento muy popular en los hogares colombianos, ya que es donde se transportan los alimentos de un lugar a otro (casa-oficina, por ejemplo) cuando es necesario cumplir una jornada o diferentes compromisos a lo largo del día.

Este recipiente puede ser de vidrio o plástico, siendo esta última la más común, pero en cualquier caso necesaria para llevar la comida. Generalmente, son conocidas por ser prácticas y representar un ahorro para el bolsillo, pero lo que muchos desconocen es que su vida útil es limitada y hay señales que lo indican.

Su uso prolongado sin el debido mantenimiento puede representar riesgos para la salud, motivo por el que diferentes especialistas en seguridad alimentaria han identificado señales claras que revelan cuándo es necesario reemplazar estos recipientes.

Entre ellas, según explica el tecnólogo alimentario Mario Sánchez Rosagro, a través de su perfil de Instagram, es cuando hay grietas. “Si el envase está agrietado, roto o con manchas de tomate frito, ya va siendo hora de jubilarlo”, dice.

Las manchas persistentes y difíciles de eliminar no son solo estéticas, pues se deben a microroturas en el material por donde se filtran residuos. Asimismo, las tapas que no cierran correctamente son un indicador de reemplazo.

Cada uno de estos defectos pueden facilitar la acumulación de bacterias y la migración de sustancias químicas nocivas hacia los alimentos, especialmente al calentar la comida en microondas, por lo que se recomienda revisar la “coca” con frecuencia.

De hecho, Mario también aclara que no todas las cocas son seguras para calentar alimentos. “Si va a calentar sus sobras, revise si el recipiente tiene el ícono del microondas, que suele estar en la parte trasera”, advierte.

En caso de usar portacomidas no aptos para altas temperaturas, puede comprometer la seguridad del alimento y, por ende, presentar un riesgo para la salud de la persona que planea consumirlo.

Teniendo en cuenta esto, frente a la duda de cómo saber cuándo es necesario cambiar el recipiente o coca del almuerzo, el experto indica que si bien es cierto no hay un tiempo límite establecido, sí hay que prestar atención a sus condiciones.

Las señales más claras para desechar este recipiente son: grietas visibles, tapas que no ajustan, deformaciones y manchas que no quitan aun haciendo un esfuerzo en su proceso de lavado.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estos daños aumentan significativamente la posibilidad de que, cuando una coca es de plástico, libere sustancias químicas que se transfieren a los alimentos, principalmente si se calientan o si el envase se somete a lavados intensos.

Entre tanto, Sánchez Rosagro indica que no existe el envase perfecto. “Todos tienen ventajas y desventajas. Lo importante es revisarlos y renovarlos con frecuencia, según su estado”.

Por último, el tecnólogo recalca que mantener los recipientes en buen estado no es solo una cuestión de orden o estética, sino de salud pública, por lo que ante cualquier signo de deterioro, lo mejor es reemplazarlo por uno que garantice la seguridad alimentaria.