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Cinco señales que delatan a una persona con actitudes tacañas, según expertos
Expertos en psicología han identificado patrones que permiten reconocer a quienes presentan este rasgo de manera pronunciada.

Aunque muchos creen que la tacañería se relaciona únicamente con el tema económico, la realidad es otra, ya que más allá de la simple aversión a gastar dinero; es un rasgo de personalidad que puede afectar profundamente las relaciones personales y el bienestar emocional de una persona.
Expertos en psicología han identificado comportamientos específicos que caracterizan a las personas tacañas, revelando que esta actitud puede estar arraigada en experiencias tempranas y manifestarse en diversos aspectos de la vida.
Los expertos coinciden en que este rasgo suele estar vinculado a limitaciones en el carácter y a una tendencia a la acumulación, no solo de dinero, sino también de afecto y emociones, explicó la especialista en psiquiatría Laura Villamil, en el programa radial Salud y Algo Más, de W Radio.
En primer lugar, sobre el término “tacaño”, la experta indicó que “una persona tacaña no quiere gastar ni en sí mismo, así tenga la ropa dañada o tenga una necesidad importante, simplemente por pensar que puede usar ese dinero en una cosa diferente".

Asimismo, subrayó que no solo “les duele gastar en sí mismos”, sino “obviamente en otros”. Y agregó que no solo son tacaños a nivel material, sino también a nivel emocional. “En las relaciones no dan cariño o afecto y piensan solo en sí mismos”.
“El tacaño busca no gastar para no perder el control”, concluyó. Así las cosas, entre las señales más comunes para identificar a una persona tacaña, según expertos, se encuentran:

- Evita gastar incluso en sí mismo: una persona tacaña puede tener recursos económicos, pero se niega a gastar en necesidades básicas, como ropa nueva o salud, aunque lo requiera.
- Presenta dificultad para compartir o invitar: no suele invitar ni pagar en situaciones sociales, o busca que otros asuman los gastos, incluso cuando tiene la capacidad de hacerlo.
- Busca comprar lo más barato posible: le encanta comparar precios constantemente con el objetivo de elegir esos productos de menor precio, aunque sean de baja calidad. Además, evita cualquier gasto que considere innecesario.
- Tiene problemas para compartir recursos materiales y emocionales: las personas tacañas pueden mostrar dificultad para expresar afecto, compartir tiempo o brindar apoyo emocional, señala un artículo publicado por la revista Hola! USA. Esta reticencia a dar puede estar relacionada con experiencias de carencia afectiva en la infancia o con una necesidad de control en las relaciones.
- Control excesivo del dinero: lleva un control riguroso de sus gastos y se muestra preocupado constantemente por ahorrar, sin un objetivo claro o realista para ese ahorro. En algunos casos, según expertos, este comportamiento puede tener raíces en experiencias de carencia durante la infancia.
Diferencias con el ahorro
Una persona con actitudes tacañas, se diferencia de un ahorrador porque este último sí tiene un objetivo claro para su dinero (viajes, proyectos, emergencias).
Entre tanto, el tacaño guarda por guardar, sin un propósito concreto, y sufre al gastar incluso en lo necesario. Debido a sus características, puede sufrir consecuencias emocionales como estrés y ansiedad, afectando también a quienes lo rodean.